El BCE, al borde del agotamiento: el 40% de sus trabajadores sufren ‘burnout’ o síndrome del trabajador quemado y el 9% tiene pensamientos suicidas

El 38,9 % de los trabajadores del Banco Central Europeo (BCE) sufre el síndrome del trabajador quemado y el 9,1 % tiene pensamientos suicidas. Así lo recoge la encuesta elaborada por Psy@work y encargada por el comité de personal del organismo, que concluye que en los últimos años se han incrementado los niveles de agotamiento en el organismo.

Se trata de un aumento de más de cinco puntos en el número de empleados con el síndrome de burnout con respecto a la encuesta anterior, elaborada en 2021, cuando fue de un 33,2%. Además, el 17,4 % de los encuestados aseguró sufrir agotamiento y el 38,8 % admitió tener trastornos del estado de ánimo (ansiedad y/o depresión).

Por otro lado, el número de empleados que afirmó tener pensamientos suicidas también aumentó tres puntos con respecto a la anterior evaluación (cuando fue del 6,1%), y el 72,8 % de los empleados declaró experimentar síntomas psicosomáticos relacionados con el trabajo, como dolores de cabeza, insomnio o problemas de concentración, a un nivel que interfiere moderada o gravemente en su vida.

La encuesta, recogida por Efe, fue elaborada entre abril y mayo de 2024 y se basó en la respuesta de 1.602 empleados del organismo.

Según señala el comité de personal del organismo, las principales causas de los resultados obtenidos fueron el favoritismo con algunos trabajadores, la falta de igualdad de oportunidades, la carga de trabajo, el horario laboral, las prácticas de liderazgo y la dignidad en el trabajo.

Ante estas alarmantes cifras, un portavoz del BCE ha señalado que ya se han implementado medidas para tratar los problemas identificados anteriormente y que tienen planeadas más acciones para abordar cuestiones como la carga de trabajo y las oportunidades profesionales.

“No toleramos ningún comportamiento inadecuado y estamos revisando y mejorando nuestro marco interno de información, investigación y disciplina”, afirmaron, subrayando que la salud y el bienestar del personal son una prioridad.

Además, desde el organismo recordaron que los empleados pueden acceder a servicios de apoyo para la salud mental y física, y resaltaron que, según su encuesta de 2024, el 85 % de los trabajadores se sienten orgullosos de trabajar para el BCE.

El síndrome de burnout, conocido también como “síndrome del trabajador quemado”, es una condición resultante del estrés laboral crónico. Se caracteriza por un agotamiento persistente tanto físico como mental y afecta negativamente la personalidad y autoestima del empleado.

Los síntomas clave del síndrome de burnout incluyen fatiga física y mental, despersonalización, cinismo y una notable disminución de la productividad en el trabajo. El agotamiento físico puede presentarse como fatiga crónica, fluctuaciones en el peso corporal y problemas psicosomáticos como dolores musculares y trastornos gastrointestinales. En el ámbito mental, el estrés y la ansiedad son frecuentes, lo que puede conducir a la depresión y el insomnio.

Un trabajador afectado por el síndrome de burnout puede mostrar indiferencia y desapego, disminuyendo su compromiso con el trabajo. Esto se refleja en interacciones irritables y distantes con compañeros y clientes.

El trastorno también provoca una caída en la productividad, con desmotivación y frustración que resultan en falta de atención, olvidos y dificultad para concentrarse, perpetuando el agotamiento.

Para combatir el burnout, es esencial identificar sus causas, ya sean personales, como baja tolerancia al estrés y situaciones de vida complicadas, u organizacionales, como sobrecarga laboral y falta de apoyo. Las medidas preventivas pueden incluir mejoras en el ambiente laboral, asesoramiento psicológico y, en algunos casos, la reubicación del trabajador.