Una oferta de alquiler de un “estudio” de 12 metros con un baño químico en Madrid por 400 euros desata la polémica: “Tratan de reírse de nosotras”

El Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Madrid ha compartido la oferta de alquiler de un estudio en Madrid en pésimas condiciones a un precio muy por encima de su valor

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Estudio ofrecido en alquiler en
Estudio ofrecido en alquiler en la Calle del Tesoro, en Madrid (Idealista / Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Madrid)

El precio del alquiler en España es un problema candente a día de hoy, sobre todo en las ciudades. Las medidas de las instituciones, desde reducir y controlar los pisos de uso turístico hasta ofrecer ayudas para facilitar el acceso a una vivienda digna, tratan de frenar un precio que, no obstante, ha seguido creciendo inexorablemente durante los últimos diez años.

Sin embargo, aunque esta subida sea real y venga demostrada por los datos -en junio de 2024 el precio por metro cuadrado era más de un 13% más alto que en junio de 2023, según el portal inmobiliario Idealista-, también existen casos en los que, con todo, el precio demandado por algunos pisos y casas es excesivamente alto, incluso para lo que hay hoy en día.

12 metros cuadrados, 10 útiles

Casos como el de una oferta publicada este lunes por una arrendadora en Idealista, en la que ofrece el alquiler de un “estudio” en la calle del Tesoro, en el barrio de Malasaña-Universidad. La propietaria ofrece este espacio “para guardar cosas, como despacho o zona de descanso”, en lo que define como “un estudio sin baño de obra”, pero sí con “baño químico”. “Un espacio muy pequeño para una persona, tiene una pequeña terraza privada, cama elevada, nevera americana y vitrocerámica”.

Anuncio idealista
Anuncio idealista

Además, se destaca en el anuncio que se trata de un bajo sin escalones -aunque la finca tenga ascensor- al que se accede detrás del Hotel RIU, a cinco minutos de Gran Vía. Está “ventilado” y con “mucha claridad”, pese a tratarse de un piso interior. También se recalca que este espacio de 12 metros cuadrados construidos, de los cuales solo 10 son útiles, solo se alquilará a una “persona tranquila que tenga su trabajo”.

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Estudio ofrecido en alquiler en la Calle del Tesoro, en Madrid (Idealista / Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Madrid)

La polémica en redes sociales

Sin embargo, y a pesar de las exigencias de la arrendadora con sus futuribles inquilinos, la oferta ha sido vista en redes sociales como una verdadera ofensa que demuestra, una vez más, el grado de abuso que se alcanza en el sector de la vivienda. Las pocas imágenes que se comparten en el anuncio muestran un sitio en muy mal estado, alejado de conceptos como la ventilación o la luminosidad, pero que por encima de todo, contrasta con su precio de 400 euros al mes que ha provocado la indignación del Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Madrid.

“Totalmente reformado por solo 400 euros al mes”, escriben con ironía desde la entidad en su cuenta de X. “Vamos a seguir organizándonos para acabar con los rentistas que viven de nuestros salarios mientras tratan de reírse de nosotras con este tipo de anuncios”, denuncian en el mismo post mientras muestran capturas del anuncio.

Las reacciones no han tardado en aparecer, con muchos usuarios escandalizados proponiendo que se multe a la inmobiliaria por anuncios como este, otros dudando de que un lugar así pueda tener cédula de habitabilidad. En cambio, otros han preferido optar por el humor y destacar la importancia del ascensor para el bajo, “por si te agobias en 12 metros cuadrados y quieres darte una vuelta rápida”.

Una impunidad total

Desde el Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Madrid también dejan caer la necesidad de sanciones para frenar este tipo de alquileres. Víctor Palomo, portavoz de la organización, señala que este tipo de anuncios son cada vez más frecuentes, sobre todo debido a que “hay una impunidad total en poder alquilar este tipo de cosas que no tienen cédula de habitabilidad, porque no va haber ninguna sanción”. Ni el ayuntamiento, ni la administración regional ni nacional castigan en modo alguno estas ofertas.

“De hecho”, añade el portavoz, “cada vez vemos como hay viviendas que antes eran una vivienda habitual y se modifican quitándoles el salón para convertirlas en una habitación más”. Estas reformas no buscan cumplir con los criterios de habitabilidad, y el resultado es el mismo que con el estudio que ahora el Sindicato ha denunciado: “En ninguno de los casos se puede considerar esto como una vivienda”.

El precio de las habitaciones en alquiler se dispara hasta los 645 euros de media tras subir un 30% en diez años.
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