Un hombre se enfrenta a 12 años de cárcel acusado de matar a la expareja de su novia cuando irrumpió en casa de ella dos días después de dejar la relación

Al haber admitido ser el autor del asesinato, ahora el jurado popular deberá decidir si tuvo intención de matar a la víctima o fue un homicidio imprudente

Ciudad de la Justicia de València (GVA/Europa Press)

El pasado jueves dio comienzo el juicio en el que un hombre se enfrenta a 12 años de prisión por matar a la expareja de su novia. El acusado ya había tenido una relación sentimental con la mujer y tenían dos hijas en común, pero tras separarse ella comenzó otra relación con el ahora fallecido. Dos días antes de lo ocurrido la mujer y la víctima lo habían dejado, según informa Europa Press.

Los hechos ocurrieron el 8 de abril de 2023. La víctima, de 33 años, había mantenido una fugaz relación de tres meses con la mujer y tras la ruptura decidió acudir al domicilio de ella para recoger unas herramientas que se había dejado tras ayudarle con la mudanza, según relata el escrito de acusación de la Fiscalía. Ella fue la que abrió la puerta, pero le dijo que bajara a la calle y que allí se las daría. Esto “extrañó” a la víctima.

Intentó abrir la puerta y este fue el momento en el que el acusado, de 26 años, entró en escena. Le dijo que lo mejor es que bajara a la calle. Al oír una voz de hombre, el fallecido trató de hacer fuerza para conseguir entrar mientras la mujer intentaba cerrar la puerta y que no accediera al domicilio.

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El hombre consiguió entrar, por lo que el encausado corrió a la cocina para coger un cuchillo de 20 centímetros, que, según el Ministerio Público, se lo clavó “de forma repentina” hasta tres veces. Una en el antebrazo izquierdo y otra en el hemitoráx izquierdo. La tercera se la asestó en el hemiabdomen derecho y le alcanzó la arteria aorta, lo que causó la muerte en el propio recibidor de la vivienda.

Un vecino llamó rápidamente a la Policía y los agentes que llegaron al lugar del suceso se encontraron al acusado junto a su novia intentado parar la hemorragia de la víctima, que ya había fallecido. El hombre admitió desde el primer momento haber cometido el crimen, por lo que ahora el jurado popular deberá decidir si el procesado tuvo intención de matarle o fue un homicidio imprudente.

Las dos versiones

Por una parte, la defensa ha admitido que el crimen es “reprobable”, pero “no para una condena por homicidio a sangre fría” porque su defendido actuó por “miedo y para defender a su familia” y a “las hijas, de 3 y 6 años, que en esos momentos se encontraban en la casa, ante un temor serio y racional de que pudiera atentar contra ellas”.

Así, ha alegado que la víctima, a la que su defendido no conocía, se personó en el domicilio por “sorpresa”, e “irrumpió” en la casa empujando de “forma brusca y violenta” la puerta y que llevaba “algo en las manos”, que resultaron ser unas llaves de coche pero que “en ese momento no se podía discernir si era un arma”.

Ha justificado que cogió el cuchillo “sin intención de matarlo”, sino solo “para amedrentar” a la víctima para que se fuera porque sus hijas “estaban atemorizadas llorando”. “¿Qué habrían hecho ustedes?”, ha cuestionado al jurado. Además, ha apuntado que fue el exnovio el que comenzó a agredirlo y que las acometidas se produjeron durante “el forcejeo”. “La víctima era mucho más corpulenta; a su lado mi defendido era un muñeco”, ha señalado.

Sin embargo, las acusaciones particulares tienen una versión diferente de lo ocurrido. Han relatado que no se puede considerar homicidio imprudente, ya que fue a la cocina a por un cuchillo y le asestó tres acometidas y “con fuerza” para causar una herida mortal. “Fue un homicidio doloso, quería matarlo”.

Además, han mantenido que no hubo proporcionalidad para reclamar legítima defensa porque la víctima iba desarmada y el acusado no tenía ninguna lesión. Tampoco se puede apreciar confesión, porque “la Policía se lo encontró encima del cuerpo” ni tampoco reparación del daño porque la cuchillada en el abdomen era mortal y “habría fallecido hiciera lo que hiciera”. Además, señalan que fue un vecino el que llamó a Emergencias en primer lugar y trataron de “esconder” el arma.

No es el caso de un hombre desconocido que irrumpe en la tranquilidad de un hogar para hacer el mal, sino que había un vínculo, él tuvo la esperanza de una relación y hasta de vivir en ese inmueble hasta dos día antes y fue a recoger sus herramientas”, han señalado. Ella le había dado las llaves.

Las peticiones de las partes

En el juicio que se está llevando a cabo, el fiscal solicita inicialmente 12 años de prisión por un delito de homicidio con la agravante de abuso de superioridad y atenuante de confesión de la infracción. Asimismo, deberá indemnizar con 100.000 euros al hijo de 5 años; con 45.000 euros a su madre y con 15.000 euros a su hermano, mientras que las tres acusaciones elevan la pena a entre 14 y 15 años de cárcel.

Por su parte, la defensa reclama tres meses de cárcel por un delito de homicidio imprudente al entender que concurre la atenuante incompleta de legítima defensa, confesión de los hechos, reparación del daño por haber tratado de parar la hemorragia y por haber actuado en situación de arrebato u obcecación mental para defender a las hijas.

(Con información de Europa Press)

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