“El peligro de Onlyfans es que las jóvenes crean que el único camino para tener ingresos es explotar su capital sexual”

En un reciente informe, la Federación de Mujeres Jóvenes reveló que España es el quinto país con más creadoras de contenido en esta plataforma y mostró que el 97% son mujeres, frente al 3% de hombres

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Imagen de ilustración del logo de OnlyFans. (Carlos Barría/Reuters)
Imagen de ilustración del logo de OnlyFans. (Carlos Barría/Reuters)

La pornografía y la prostitución se han adaptado al entorno digital y la plataforma Onlyfans se ha convertido en una extensión del negocio del sexo que tiene como víctimas a mujeres jóvenes. Esta es una de las principales conclusiones del reciente informe Onlyfans. Un espacio blanqueado del negocio del sexo, elaborado por la Federación de Mujeres Jóvenes, que revela que España es el quinto país con más creadoras de contenido en la plataforma y que constata que el 97% son mujeres, frente al 3% de hombres, mientras que el usuario mayoritario es un varón de entre 25 y 44 años.

En conversación con Infobae España, Mónica Saiz, una de las autoras del informe, asegura que se están trasladando las formas tradicionales de la prostitución a las plataformas digitales, de forma que “ahora se habla de creadoras de contenido en vez de mujeres prostituidas, de fans y suscriptores en vez de puteros, de agencias y managers en vez de proxenetas”. Desde la crisis sanitaria, añade el informe, los ingresos de Onlyfans, que gana millones de euros al año, “han crecido un 553%”, y de ello se beneficia principalmente la propia plataforma, añade Saiz, “ya que se lleva un 20% de lo que ganan las creadoras de contenido”. Es más, el dueño de OnlyFans, el empresario ucraniano-estadounidense Leonid Radvinsky, “es uno de los hombres más ricos del mundo, según la revista Forbes”. “Obviamente, también las mujeres ganan dinero, pero hay que poner en el foco en toda la estructura que conlleva este servicio, porque es proxenetismo digital”, sostiene.

El informe también destaca que la clase social “es clave en el incremento de esta nueva forma de explotación sexual”, como sucede con el sistema prostitucional en general, afectando de forma extraordinaria a mujeres jóvenes de clase obrera. En ese sentido, Saiz explica que la variable económica y social “siempre es determinante en cualquier forma de explotación sexual”, y en este caso, como muchas mujeres se encuentran en un contexto sociolaboral complicado, “optan por estas opciones para ganar dinero, y sacrificando en muchas ocasiones otras opciones que están más relacionadas con el desarrollo de la carrera profesional o una carrera universitaria”, ya que, tal y como apunta el estudio, son principalmente mujeres jóvenes quienes forman parte de esta plataforma.

La experta también advierte de que existe toda una serie de prácticas de marketing para captar a más mujeres jóvenes y que, en muchas ocasiones, “son las redes proxenetas las que les hacen ver que van a ganar mucho dinero, cuando la realidad es otra”, porque, entre otras cosas, requiere pasar muchas horas en la plataforma.

La citada federación también alerta en el informe del incremento de mujeres menores en protección residentes en centros de acogida que están haciendo uso de Onlyfans para vender contenido sexualmente explícito a cambio de dinero, por lo que las expertas destacan la importancia de “poner la mirada en este sector de la juventud que se encuentra en una situación de especial vulnerabilidad económica y social”.

El logotipo de OnlyFans en un móvil. (Andrew Kelly/Reuters)
El logotipo de OnlyFans en un móvil. (Andrew Kelly/Reuters)

Captación de menores de edad

Además, otra de las cuestiones más preocupantes de Onlyfans es la utilización de dicha red social “para la captación, prostitución y difusión de pornografía de menores de edad”. De hecho, una investigación de la BBC en 2021 mostró la permisividad de la plataforma con la pornografía de menores, de forma que se resistió a cerrar cuentas pese a haber sido advertida en varias ocasiones de que los contenidos de dichas cuentas involucraban a menores de edad.

Aunque, en teoría, los menores no pueden acceder a esta plataforma, lo cierto es que solo necesitan un nombre, un DNI y una fotografía, “lo cual puede ser fácilmente falseado abriendo una cuenta con los datos de otra persona mayor de edad”.

En España, según un informe de Save the Children, casi 7 de cada 10 menores de edad accede a estos contenidos sexuales de forma frecuente y la edad de inicio ha descendido hasta los 12 años. Por ello, el Gobierno ya ha anunciado que a finales de verano pondrá en marcha la primera versión de ‘Cartera Digital Beta’, una aplicación móvil que incorporará un sistema de verificación de edad con el que se podrá comprobar que se es mayor de edad a través de una credencial.

Con esta herramienta, el usuario se verifica de manera anónima a través de los sistemas de identificación estatales, como el DNI electrónico o el Certificado Digital y, una vez quede constatada la edad, este podrá solicitar credenciales a través de códigos QR que le permitan acceder a las webs de contenido pornográfico. De ese modo, aquellos usuarios menores de 18 años no podrán acceder a estas plataformas.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado que el Consejo de Ministros aprobará este martes la creación de un Comité de Expertos para la generación de un entorno digital seguro para la juventud y para la infancia, y así protegerles de los riesgos de contenidos inadecuados como el porno o la violencia (Europa Press)

El peligro de “normalizar la prostitución”

Por su parte, la socióloga Carmen Ruiz Repullo, que aclara que fue con la llegada de la pandemia cuando se dieron cuenta de la problemática de Onlyfans, porque se proponía como una nueva forma de tener trabajo e ingresos cuando no había otras posibilidades, advierte del riesgo que supone “normalizar la prostitución, que se maquille o se dulcifique la prostitución”. “No hablamos de vender una foto o un vídeo desnuda haciendo un striptease, porque quien te está pagando quiere más, y eso es lo que no se les dice a las mujeres” que forman parte de la plataforma.

Además, explica Ruiz Repullo, son muchas las mujeres que han relatado “lo difícil que resulta salir de este negocio por el miedo que tienen”, pues los usuarios han podido hacer capturas de pantalla de sus cuerpos o extraer información, “de ahí de los posibles chantajes que les llegan”. Aunque la experta asegura que el riesgo más grande es, sin duda, que “las jóvenes crean que el único camino que tienen para poder tener un capital económico es explotar su capital sexual”. “Ese es el peligro, porque esto tiene una mirada muy de clase. Aquí están entrando, sobre todo, chicas de clase obrera y migrantes en situación administrativa irregular”.

Registrarse es gratuito, tanto si queremos empezar a ser fans como si queremos crear contenido, pero para poder ver contenido hay que pagar una suscripción, una cantidad establecida por cada creador de contenido, que puede ir de los 4,59€ a los 46€ al mes, ya que los precios de la suscripción son establecidos por los creadores de contenido, quienes deciden cuánto quieren cobrar por ser vistos. De las ganancias de las creadoras, se paga el 20% a la plataforma.

En los últimos años, esta plataforma ha experimentado un incremento exponencial, especialmente a raíz de la pandemia, y a lo largo de 2023, el número de personas creadoras de contenido aumentó un 47% hasta 3,2 millones, mientras que el número de usuarios creció un 27%, hasta cerca de 239 millones. En agosto del año pasado, esta plataforma ganó 525 millones de dólares frente a 432 millones de 2022.

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