Miles de personas llenan este sábado el centro de Madrid para asistir a la manifestación estatal y posterior desfile del Orgullo, que ha arrancado a las 19.00 desde Atocha y terminará sobre las 2 de la mañana en la Plaza de Colón. Solo una manifestación como esta es capaz de unir protesta, música, alegría y fiesta, pero sin olvidar el verdadero motivo por el que se siguen reivindicando los derechos LGTBI, especialmente tras el notable auge de la ultraderecha en la UE, cuya fuerza se ha materializado en las elecciones al Parlamento Europeo. El pasado 9 de junio, la extrema derecha ganó en Francia, Italia, Austria y Bélgica, logrando 159 escaños, el 22% del Parlamento Europeo.
La marcha de este año la lidera una pancarta que tiene como lema “Educación, Derechos y Paz: Orgullo que transforma”, y así lo han hecho saber los manifestantes que, como Marquesa Manresa, vienen a manifestar sus derechos. Con un largo vestido de cola y flores con la bandera trans, ha aprovechado el día de hoy para reivindicar “ser una misma”. Como ha declarado a Infobae España mientras numerosos asistentes la paraban para sacarse fotos, el vestido es a su vez “un reflejo de sí misma para sacar lo que tengo dentro”, dice orgullosa. “Reivindico que todas somos mujeres. Que no hace falta tener una feminidad facial perfecta, que no hace falta tener un canon perfecto. Lo que hace falta es sacar lo que cada una tiene dentro del corazón, que es ser mujer y es lo que soy”.
En total, 92 pancartas y 51 carrozas desfilan desde esta hora para luego pasar por el Paseo del Prado, Cibeles, Paseo de Recoletos y finalizar en la plaza de Colón. Se prevé que la última carroza llegue a Colón sobre las 2:00 horas de la madrugada. A la ocasión tampoco ha faltado el Consulado de Colombia, ya que el país ha sido el primero invitado a Madrid Orgullo (MADO) este 2024. Esta semana ha recibido en la capital española el Premio MADO, que destaca su contribución a la visibilidad y los derechos del colectivo LGTBI.
En la cabecera de la manifestación, convocada por las diferentes asociaciones que forman Madrid Orgullo (MADO) como la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales, Intersexuales y Más (FELGTBI+) y COGAM, Colectivo LGTB+ de Madrid, han estado la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz; la ministra de Igualdad, Ana Redondo y el ministro de Cultura, Ernest Urtasun.
Al ritmo de las batucadas, en los asistentes que pasean por el centro de la capital no faltan ni el color de las banderas de las diferentes banderas del colectivo ni tampoco el sentido festivo. Tres jóvenes de entre 16 y 17 años van vestidos de dinosaurios, mientras una de ellas lleva un cartel reivindicativo.
“Queremos reivindicar que el orgullo se puede mostrar de cualquier manera, ya sea una forma cómica a una forma más dura y de todos por igual”, dice uno de ellos, mientras la más joven de las tres sujeta una pancarta que dice: “65 millones de años para salir del armario”, y tú, ¿crees que puedes detenernos?”.
Asimismo, hay quienes han aprovechado la ocasión para criticar el cartel del Orgullo que lanzó el Ayuntamiento de Madrid, en el que, como ya aseguró la organización FELGTBI+, “no” les representa, al utilizar los símbolos de tacones, condones y copas. “Estereotipan al colectivo”, dijo Uge Sangil, presidenta de la federación.
Por este mismo motivo, algunos de los carteles que también se han visto durante la manifestación han ido en contra del consistorio que dirige José Luis Martínez Almeida. “El cartel no nos representa para nada. Lo han hecho como una forma ‘obligada’ de tener que celebrar el Orgullo, pero con la intención de joder”. “Nos están buscando las cosquillas, pero no lo van a conseguir”, dice este joven. De hecho, a la llegada de la marcha en la Plaza de Cibeles, se han escuchado gritos de “no somos condones, ni copas ni tacones”, en alusión a esta campaña.
En total, según la organización, han asistido un millón de personas. Aunque el ambiente festivo ha predominado durante la jornada, el foco ha sido claro: reclamar una educación en diversidad como “herramienta fundamental” para combatir la LGTBIfobia, donde también se ha pedido el fin de la guerra en Palestina.