No está el horno para bollos... ¿o sí? Playz aparca los ‘bollodramas’ en un pódcast que celebra (y busca) los referentes lésbicos y bisexuales

Leticia Romero y Adriana Jiménez, sus directoras, hablan con ‘Infobae España’ sobre un programa que apuesta por rellenar el “hueco” de las letras del colectivo menos representadas en los productos audiovisuales coyunturales

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Paula Blas, Ares Teixidó, la cantante Vicco y la escritora Elvira Sastre, en el programa 'Especial Orgullo' del videopódcast 'Está el horno para bollos' (Playz)
Paula Blas, Ares Teixidó, la cantante Vicco y la escritora Elvira Sastre, en el programa 'Especial Orgullo' del videopódcast 'Está el horno para bollos' (Playz)

“Tiene que jubilarse mucha gente”, dicen Leticia Romero y Adriana Jiménez. Se refieren a los cambios que han de darse en la pirámide audiovisual (privada y pública) en España para que la diversidad se cuele en pantalla. Ambas dirigen Está el horno para bollos, el nuevo videopodcast de Playz que busca dar visibilidad a las lesbianas y bisexuales de nuestro país. Una confirmación rotunda del refrán histórico para dejar entrever que, sin duda, es el momento idóneo para hablar de las realidades de las otras minorías del colectivo LGTBIQA+.

Las directoras atienden a Infobae España en la Sala Vesta, espacio que alberga la fiesta Fulanita, una de las pocas de la capital centrada en la experiencia lésbica. En la tarde del miércoles, Está el horno para bollos se traslada al barrio de Chueca para hablar, en un episodio en directo, sobre las “bolleras provincianas”. El Orgullo se cuela, más si cabe, en el guion del show que conducen Ares Teixidó y Paula Blas. Las invitadas del programa son, en esta ocasión, la cantante Vicco y la escritora Elvira Sastre, pero a través de seis episodios, Leticia y Adriana buscaron apelar al amplio espectro de realidades lésbicas y bisexuales para conformar los referentes del ahora... y el mañana.

Paula Blas y Ares Teixidó en el episodio 'Especial Orgullo' del videopodcast 'Está el horno para bollos' (Playz)
Paula Blas y Ares Teixidó en el episodio 'Especial Orgullo' del videopodcast 'Está el horno para bollos' (Playz)

La idea era combinar las generaciones zeta y millennial para conocer las diferentes perspectivas en lo relativo a las relaciones, actitudes e incluso terminología que éstas emplean. “La idea nació de una falta de contenido, eran las cosas que menos se tocaban”, indican ambas a este medio. Por ejemplo, “las millennials están mucho más familiarizadas con decir lesbiana y las centennials prefieren ‘mi amiga la bollera’, porque para ellas esa palabra no es un insulto”, afirman. Esos matices se exprimen en un pódcast que busca “rostros conocidos que han dado un golpe sobre la mesa y han sido un altavoz” para paliar la “escasa visibilidad” y para inspirar a las generaciones futuras.

María Peláe, Carolina Yuste, Esty Quesada, Salma (una de las concursantes de la última edición de Operación Triunfo), Sara Socas o Júlia Salander son algunas de las invitadas de un programa que busca “tratar temas manidos o comentados en otros pódcast” con una perspectiva generacional que aporte algo más de contexto a las realidades sexuales con las que lidia. A las directoras les costó media vida dar con árbol genealógico de sus seis episodios, pues hay perfiles poco accesibles y tipos de diversidades que no están representadas en los nombres cercanos al papel cuché español.

“Nos hubiese gustado, en general, haber tenido más representación de gente racializada”, admiten Leticia y Adriana. “También nos faltan algunos perfiles de lesbianas, por ejemplo la butch”, apostillan. Otra de las complicaciones que tuvieron que abordar fue la búsqueda de mujeres bisexuales. “No sabíamos realmente quién lo es abiertamente y te da vergüenza preguntar ‘oye, perdona, ¿eres bisexual?’”, indican. Las directoras del videopódcast quieren que las niñas tengan referentes, pero también un producto audiovisual que trata sus realidades y rutina “sin que sea un drama o algo que tiene que ocultarse”.

“Nos hubiese gustado poder tener más representación de gente racializada y también nos faltaron algunos perfiles de lesbianas, por ejemplo la ‘butch’” | Leticia Romero y Adriana Jiménez, directoras de ‘Está el horno para bollos’
La cantante Vicco, en el videopodcast 'Está el horno para bollos' (Playz)
La cantante Vicco, en el videopodcast 'Está el horno para bollos' (Playz)

La televisión del futuro

La industria audiovisual española se sometió, por quinto año consecutivo, al examen enarbolado por el Observatorio de la Diversidad en los Medios Audiovisuales (ODA), que analizó un total de 101 películas y 70 series para introducir el discurso representativo en sus tramas y guiones. A través de 1.756 personajes, el organismo destacó el “leve crecimiento” en la apuesta por la diversidad en la industria audiovisual, pero criticó la falta de calidad en sus descripciones, tramas o desarrollo de personajes. Jóvenes y promiscuos, los personajes LGTBIQA+ de la ficción española siguen manteniendo su polarización y homogeneidad.

Alma Gormedino, una de las ponentes en la mesa redonda a la que pudo acudir Infobae España, considera que uno de los grandes pasos para la normalización sería que las series, películas y programas que ponen el foco en el colectivo se pudieran ver “en abierto”: “Seguimos teniendo que pagar una cuota mensual para ver contenido LGTBI”, indicó.

Leticia Romero y Adriana Jiménez están de acuerdo con ella, pero albergan cierta esperanza de cambio, por paulatino que sea. “Las lesbianas y bisexuales han salido más tarde a la luz, por así decirlo, así que será un arduo proceso que hará que se nos pueda visibilizar de la misma manera”, pues “hay más productos para consumir del colectivo gay que del lésbico”.

Paula Blas, Ares Teixidó, la cantante Vicco y la escritora Elvira Sastre, en el programa 'Especial Orgullo' del videopódcast 'Está el horno para bollos' (Playz)
Paula Blas, Ares Teixidó, la cantante Vicco y la escritora Elvira Sastre, en el programa 'Especial Orgullo' del videopódcast 'Está el horno para bollos' (Playz)

“Todo lo que han hecho Los Javis, darle cabida a Veneno, que es una historia increíble, a Paquita Salas, que también es un personaje con muchas aristas y muy LGTB, es genial, pero es verdad que todo es de pago. No sale en Antena 3″, admiten. Para el ente público “era súper importante” que existiera un contenido como Está el horno para bollos. “Cualquier cosa que ayude a la causa siempre es bienvenida, cuanto más diversa mejor, a veces se consigue y otras no, pero nosotras seguimos ahí”, indican sus directoras.

Leticia y Adriana se preguntan por qué las grandes cadenas no se suman a la ola. “No entiendo cómo no hacen un La isla de las tentaciones con todo tipo de sexualidades, saldrían ganando”, concluyen, con la esperanza de que, ya en una segunda temporada (si es posible), puedan seguir abordando temáticas que se esconden bajo una etiqueta relegada a un segundo plano social y vital.

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