El joven saharaui que pidió asilo en el aeropuerto de Bilbao, y que le fue denegado, no ha podido ser deportado este viernes a Marruecos al negarse el comandante del vuelo por considerarlo poco seguro.
Según han informado fuentes policiales, el joven subió al avión con destino a Tánger, de la compañía Air Arabia, acompañado por los agentes, pero el piloto se negó a su ingreso por considerar que el vuelo no sería seguro con su presencia. El activista de 23 años ha vuelto a las dependencias de inadmitidos del aeropuerto de Bilbao, donde permanecerá hasta este domingo, cuando será finalmente devuelto a Marruecos, según informa Europa Press.
El joven, que ha estado 12 días retenido en el aeropuerto, fue hospitalizado esta madrugada como consecuencia de una huelga de hambre que inició para denunciar el riesgo que corría de ser expulsado, si bien fue dado de alta unas horas después.
La Audiencia Nacional rechazó suspender la deportación
La Audiencia Nacional denegó este jueves la medida cautelar solicitada por la ONG Zehar Errefuxiatuek en un recurso con el que pretendía evitar la deportación a Marruecos del activista. Según ha explicado en declaraciones a Radio Euskadi el abogado y presidente de la organización, Javier Galparsoro, no están pidiendo un reconocimiento del estatuto de refugiado, sino que se le permita la entrada para “poder aportar el resto de las pruebas que puedan demostrar o no su verdadera condición de refugiado”.
Tras señalar que el auto de la Audiencia Nacional no se puede recurrir, Galparsoro ha criticado que se ha tomado la decisión “en un tiempo récord sin ninguna argumentación jurídica convincente”. Según ha explicado, los abogados y la ONG están valorando otras actuaciones para evitar su deportación “claramente injusta y que no se adecua a la ley de asilo ni a la convención de Ginebra”.
Medio siglo de resistencia a la ocupación marroquí
Cabe recordar que el Sáhara Occidental fue una colonia española desde mediados del siglo XIX y llegó a ser una provincia más, la número 53, entre 1958 y 1975, año en el que España se retiró del territorio sin haber convocado un referéndum de independencia. Desde entonces, y ya son casi 50 años, es objeto de disputa entre Marruecos, que lo ocupó, y el Frente Polisario, que reclama su independencia con el apoyo de Argelia.
Aunque durante muchos años España defendió las resoluciones de la ONU para la celebración de un referéndum de autodeterminación del Sáhara Occidental, en 2022 el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, envió una carta al rey Mohamed VI en la que apoyaba el proyecto marroquí de autonomía para este territorio, sumándose así al respaldo de Estados Unidos. Ese cambio de postura fue calificado por el Frente Polisario de “traición”.
El Sáhara Occidental, con 1.100 kilómetros de costa atlántica, es un territorio rico en recursos naturales y posee una de las minas de fosfatos más grandes del mundo, además de importantes bancos de pesca y yacimientos de petróleo. Es además el único territorio del continente africano cuyo estatuto post-colonial no ha sido solucionado.
(Con información de Europa Press y Efe)