Este lunes sobre las 04:30 la Policía Local de Calvià recibía un aviso por parte de un vigilante de seguridad de que había visto a un turista deambulando por la calle Martín Ros de Magaluf, muy cerca de Punta Ballena, y un poco más tarde se había desplomado. Tras intentar realizarle las maniobras de reanimación, solo pudieron confirmar su fallecimiento.
Aunque estaba solo y no llevaba ningún tipo de carnet de identidad, los agentes de la Guardia Civil encargados de la investigación no tardaron en identificarle por dos cosas: La pulsera del hotel donde se alojaba y los nombres que llevaba tatuados en su espalda, que se más tarde se descubrió que era de su esposa e hijos, según ha informado el periódico Última Hora.
La víctima era Michael Grant, de 45 años y de origen irlandés. Entrenador de fútbol de jóvenes, había viajado a España junto a su mujer, sus cuatro hijos y otros miembros de la familia. Pasó la tarde del domingo bebiendo en la piscina del hotel para más tarde salir de fiesta. Según lo que se sabe hasta ahora, al volver al hotel se separó del grupo y en algún momento, desorientado, tomó el camino equivocado.
Atropellado y heridas de mordeduras
En el poco tiempo que lleva la investigación ya ha dado un vuelco muy importante y es que ha pasado de ser una muerte natural a un posible homicidio. Esto se debe a los hallazgos que ha hecho la forense de guardia que acudió al lugar del suceso.
El hombre presenta varias heridas en una pierna que son compatibles con un atropello, que habría sufrido minutos antes de morir. Sin embargo, lo más extraño son las dos mordeduras que presenta en el hombro y en uno de los brazos, además de una herida incisa con un vidrio en su interior.
La principal hipótesis que se maneja por el momento es que la víctima se encontró con un motorista con el que, por alguna razón desconocida, comenzó un enfrentamiento. Eso justificaría las mordeduras y el vidrio. Una vez en el suelo, el presunto atacante habría escapado, pasándole por encima al turista y causándole así la muerte. Por el momento la Policía Judicial de la Guardia Civil va a revisar las cámaras de seguridad de los alrededores, para ver si pueden identificar al conductor que le habría atacado.
“Mentor y amigo”
La noticia ha llegado ya a su pueblo natal, donde el club donde trabajaba ha querido mostrar su apoyo a la familia con un comunicado recogido por el medio británico The Sun: “Como muchos de ustedes saben, Michael era más que un simple entrenador para nosotros: era un amigo querido y, como club y para su familia, necesitamos tiempo para procesar esta devastadora pérdida”.
“Michael era una parte integral de nuestra comunidad y su ausencia se sentirá profundamente. No fue sólo un entrenador, sino un mentor y un amigo para todos los niños y adultos miembros de St Joseph’s”, continúan y añaden que “más recientemente, su dedicación, pasión y amor por los niños eran evidentes en todo lo que hacía”.
Cierran el mensaje relatando que “él apreciaba a cada uno de ellos y estoy seguro de que todos estarán de acuerdo en que su impacto fue inconmensurable. Michael, que duermas bien, querido amigo. Te extrañaremos para siempre, pero tu legado y el amor que compartiste nunca serán olvidados y siempre vivirán en nuestro club”.