La invasión de Ucrania deja a España sin los helicópteros rusos Kamov para luchar contra los incendios y sustituirlos costará 92,3 millones de euros

La invasión rusa de Ucrania está dejando muchos efectos colaterales en el resto de Europa. Económicos sociales y políticos. En España se ha visto afectada incluso hasta la lucha contra los incendios forestales. El ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), que cuenta con medios aéreos para apoyar a las comunidades autónomas que así lo necesiten, no podrá contar este año con la flota de helicópteros bombarderos pesados Kamov Ka32-11BC, de fabricación rusa. Para sustituirlos, sacó en enero de este año una licitación para alquilar 26 helicópteros que estuvieran operativos durante este verano y los de 2025 y 2026, que costará a las arcas públicas 92,3 millones de euros. Una adjudicación que todavía no se ha resuelto. Y ya estamos en julio.

“La disponibilidad de helicópteros Kamov se ha visto afectada por la invasión de Rusia a Ucrania y las sanciones económicas impuestas por la Unión Europea. El problema radica en que no se pueden comprar repuestos ni realizar las labores de mantenimiento que, por contrato, debe realizar personal ruso. Debido a las actuales sanciones, no se pueden adquirir los repuestos necesarios para su mantenimiento ni desplazar a los mecánicos y técnicos rusos habilitados para realizar las revisiones necesarias”. Es la respuesta que el Gobierno ha facilitado al diputado de Sumar, Félix Alonso Cantorné, que se interesó por el tema. “Creemos que este es un asunto de seguridad nacional, la lucha contra los incendios merecen todos los medios disponibles, pero el Gobierno de España tira la pelota al tejado de Europa, esgrimiendo el argumento de que la sanciones de la UE impiden la compra de repuestos. ¿No se puede realizar una exención?”, señala Alonso a Infobae España.

“Respecto a otorgar una exención”, cabe señalar que esa decisión “no corresponde al Gobierno, sino a la Unión Europea”, responden desde Transición Ecológica, que destacan que la merma en la disponibilidad de estas aeronaves se viene produciendo desde 2022 (año del inicio del conflicto bélico en Ucrania) y que el Ejecutivo español está estudiando la disponibilidad de conseguir en el mercado internacional otros medios aéreos que pudieran sustituir a los Kamov. ¿Se han elegido ya a los posibles reemplazos? Desde el ministerio no responden. Lo único que sabe es que en enero de este año se licitó un contrato para alquilar nuevos medios aéreos, 26 helicópteros y 18 aviones, que puedan estar operativos en las campañas antiincendios de 2024, 2025 y 2026. Todo por un importe de 134 millones de euros. Seis meses después, la adjudicación sigue sin resolverse.

El Miteco dispone de una flota propia de 14 aviones anfibios (modelos CL-215T y CL-4153). En septiembre de 2023 eran 18, pero cuatro se tuvieron que subastar porque estaban muy obsoletos. Estas aeronaves son operadas y mantenidas por el 43 Grupo del Ejército del Aire. “Este número de aviones operativos ha sufrido una merma en comparación con la anterior década, como consecuencia del envejecimiento de la flota y el cierre de la línea de fabricación de estos aviones”, reconoce el propio ministerio. Por eso, el dispositivo contra los incendios forestales se ha venido completando con otros medios aéreos de diversa tipología, contratados a empresas privadas: “Un total de 43 para el periodo de máximo riesgo, campaña de verano, que se reparten por 28 bases aéreas distribuidas por todo el territorio nacional”.

Entre ellos, “han destacado por su eficacia los helicópteros bombarderos pesados modelo Kamov Ka32-11BC”. No están habilitados para el transporte de personal, pero pueden descargar 4.500 litros de agua sola o mezclada con aditivos y tienen una autonomía de vuelo de dos horas. Desde el ministerio destacan que “no existen en el mercado helicópteros con una relación coste-capacidad equivalente o similar a la del Kamov”. Hasta el año pasado, el Miteco tenía contratados ocho de estos helicópteros para la campaña de verano y cinco para la de invierno. En 2022 y 2023, algunos de estos helicópteros han podido operar gracias a las autorizaciones concedidas por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea. Sin embargo, para el año 2024 no hay previsión de disponibilidad de estos aparatos, por lo que resulta imprescindible salir al mercado a encontrar otras opciones.

“Para ello, se ha realizado un análisis del mercado, que en la actualidad se encuentra fuertemente tensionado como consecuencia de los graves episodios de incendios forestales experimentados por diversos países en los últimos años (Portugal, Francia, Grecia, Turquía, Chile), teniendo en cuenta los condicionantes normativos y operativos que tiene la operación de extinción de incendios en España”, matizan desde Miteco. El Ejecutivo ha iniciado incluso negociaciones con Airbus Helicopters, que gestiona los AS322 Super Puma. Aunque tienen una capacidad de transporte de agua de 3.500 litros (1.000 menos que los Kamov), su autonomía de vuelo es de una hora más y no tiene restricciones para transportar a brigadas forestales.

El objetivo es reforzar levemente los medios aéreos. Si otros veranos se alquilaban 43 aparatos, ahora el nuevo contrato prevé arrendar 26 helicópteros y 18 aviones, un total de 48, uno más, por un importe de 134 millones de euros para los próximos tres años. Solo los helicópteros supondrán un coste de 92,3 millones de euros. Hay que tener en cuenta que la hora de vuelo cuesta entre 1.916 y 2.740 euros. Desde Miteco insisten en que ahora mismo no hay en el mercado ninguno que sustituya “por capacidad de carga y maniobrabilidad” al Kamov.

El Gobierno decidó adelantar el inicio de la campaña estatal contra los incendios forestales por segundo año consecutivo y este 2024 comenzó el 1 de junio debido a la situación actual que combina temperaturas significativamente altas y una sequía prolongada. El año pasado se produjeron más de 7.700 incendios con una superficie total afectada de 89.068,33 hectáreas. El número total de siniestros fue un 22% inferior respecto al valor medio del último decenio y solo 19 fueron catalogados como grandes incendios (quemaron una superficie superior a las 500 hectáreas). España ocupa el tercer puesto en superficie forestal afectada, solo precedida por Grecia e Italia.