El fondo británico Zegona, que gestiona Vodafone en España desde este mes de junio, planteó a los sindicatos el pasado día 12 un expediente de regulación de empleo (ERE) para los trabajadores de la compañía con el objetivo de “garantizar la viabilidad y competitividad de la empresa a futuro”, según informó en un comunicado. En total, se espera que la medida afecte a 1.198 trabajadores -el 36,65% de la plantilla-.
La compañía argumentó que el ERE se debe a “razones económicas, productivas y organizativas” producidas por el “fuerte deterioro financiero y comercial”, ya que, según los datos ofrecidos por la empresa, la teleco ha disminuido sus ingresos totales en un 8% y ha perdido aproximadamente 400.000 clientes de contrato en los dos últimos años.
Propuesta de la empresa
En la primera reunión, la empresa propuso una indemnización de 24 días de salario por año trabajado con un tope de 14 mensualidades, pero los sindicatos rechazaron esta oferta y solicitaron que se estudiaran otras alternativas empresariales y planes de negocio para garantizar la viabilidad y compromiso de la empresa.
A pesar de varias reuniones posteriores, la última de ellas celebrada la semana pasada, la compañía ha mantenido su propuesta inicial, por lo que hasta el momento, no se han anunciado nuevas ofertas por parte de la empresa ni se ha llegado a un consenso que satisfaga a ambas partes.
Reacción de los sindicatos
Los sindicatos insisten en la necesidad de explorar diferentes opciones que permitan asegurar la sostenibilidad económica y social de la empresa.
“Entendemos injustificable que Vodafone-Lowi-Zegona incida en unas pérdidas económicas que eran conocidas y pudo constatar en la ‘due dilingence’ previa a la compra para destruir el futuro de 1.198 familias”, echó en cara UGT, el sindicato mayoritario en la empresa.
“Es difícil entender que una empresa enraizada en la historia de las telecomunicaciones en España no haya sido capaz de alcanzar una gestión eficiente, que permita evitar por enésima vez la salida de un personal lleno de incertidumbres, por la dinámica de los recurrentes expedientes”, afirmó CCOO, por su parte.
El sindicato de Trabajadores de la Comunicación (STC) aseguró que la compañía lleva once años “aplicando la misma medicina” aunque ahora con una “mayor dosis”, lo que produce en los empleados desconfianza con la nueva dirección. “No sabemos qué vamos a tener que dejar de hacer con una plantilla mermada un 40 %”, expresó contundente el sindicato, que teme que “los que se queden, vean triplicado su trabajo con una reducción de las condiciones laborales”.
Tras la presentación del ERE, el consejero de Vodafone España, José Miguel García, manifestó su confianza en conseguir acuerdos “satisfactorios” con los representantes de los empleados, ya que, según afirmó, la compañía mantiene una “actitud de diálogo”.
La empresa se volverá a reunir con los sindicatos este jueves y viernes (4 y 5 de julio) para negociar las condiciones de los despidos, aunque las asociaciones sindicales van a mantener las convocatorias de paros parciales y huelgas que convocaron tras la falta de acuerdo en las negociaciones previas, para los días 2,3 y 4 de julio.