Una argentina que vive en España explica la diferencia con la inflación en el súper: “No logro sacarme el chip de comprar en grandes cantidades para ahorrar…”

No solo la cultura marca las experiencias de las personas. El contexto político y económico de un país puede hacer que la población adquiera una serie de costumbres de las que luego sea complejo deshacerse. Así le ocurre a Lali (@lalitablog), una joven argentina que reside en Madrid.

La chica ha decidido compartir en TikTok sus experiencias en el extranjero. En uno de sus últimos vídeos, Lali explica todas aquellas cosas a las que, tras cuatro meses en España, no consigue acostumbrarse. Su testimonio acumula miles de visualizaciones y cientos de comentarios en los que intentan ayudar a la joven a adaptarse a su nueva vida.

Lo primero que destaca Lali es que España “es un país donde no hay inflación o que la inflación es muy mínima”. Esto es cierto, especialmente en comparación con Argentina, que volvió a volvió a quedar primera en el ranking regional y global de inflación el pasado mes de abril. El aumento de los precios al consumidor en el último año ha sido del 289,4% según los últimos datos, mientras que en España la inflación acumulada des del 2,6%.

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Lidiar con la inflación ha hecho que Lali haya adquirido algunas costumbres de las que ahora le cuesta desprenderse. “No logro sacarme ese chip de la cabeza de que yo tengo que ir al supermercado y comprar en cantidades grandes para ahorrar”, explica. “Ahora que vivo con roomies (compañeros de piso) y que tengo el espacio súper limitado, yo quiero comprar de a cinco leches, tres aceites... y es totalmente innecesario, porque al otro día vuelvo y el aceite sigue ahí y sigue teniendo el mismo precio”, comenta.

La inflación no es la única diferencia entre los dos países a la hora de comprar. Estas son algunos choques culturales que ha tenido Lali en las tiendas y restaurantes, así como en el resto de espacios.

• Pagar sin redondear y con billetes grandes: según explica Lali, en Argentina puede suceder que los precios se redondeen, pero esto no es nada común en España. “Acá existen las monedas, que se utilizan, y siempre hay que pagar el monto exacto”. Tampoco suele haber problemas para utilizar un “billete alto” para pagar cantidades bajas. “En Argentina medio te miran mal cuando pagas con un billete grande porque tenés que darle un montón de cambio”.
• Ni efectivo ni cuotas: ·en España ya “es común pagar montos super bajos, en centavos, con la tarjeta”, si bien hay muchos locales que exigen un mínimo todavía. Tampoco se suelen pagar las cosas a cuotas. “En muchos lugares están disponibles, pero no es lo más normal pagarlo financiado y muchos lugares encima no te financian si vos no tenés trabajo o no tenés mínimo tres nóminas o un año de antigüedad en tu trabajo. Eso me parece una locura”.
• Cruzar sin mirar: para diferenciar a un latino de un español, asegura Lali, hay que mirar cómo cruzan la calle. “El latino siempre frena en la senda peatonal y el español directamente cruza sin ver”, asegura. “Porque confían en que el auto o el bondi va a parar en la senda peatonal”, afirma, aunque recuerda que la ocasión en la que ella intentó imitar a los locales casi le atropellan. “No sé hasta qué punto es lo más seguro confiarse”.