La norma en la que se sustenta la petición de independencia de León: la Constitución permite crear una nueva comunidad autónoma

Cuando se habla de independentismo en España, lo que primero se viene a la cabeza sea el de Cataluña y el País Vasco, pero estos no son los únicos. Uno que es bastante reciente, pero que poco a poco está cogiendo peso es el debate sobre la autonomía leonesa, bajo el término ‘Lexit’, derivado del famoso ‘Brexit’.

Este tema ha retomado fuerza con la reciente aprobación de una moción por parte de la Diputación de León. Esta propuesta, impulsada por la Unión del Pueblo Leonés (UPL), aboga por la creación de una autonomía propia para la Región de León, que incluiría a las provincias de León, Zamora y Salamanca. La moción fue aprobada con los votos favorables de UPL y PSOE, mientras PP y Vox se opusieron.

La moción busca trasladar el debate a las Cortes de Castilla y León, así como al Congreso y al Senado, siguiendo el mismo objetivo que otras mociones ya aprobadas en más de 60 ayuntamientos de León. Estas iniciativas han contado con el apoyo del PSOE, el PP y, en algunos casos, de Vox. Este movimiento se enmarca en una larga historia de reivindicaciones que se remontan a 1984, cuando una manifestación masiva pidió la autonomía para León. Sin embargo, ¿Es posible crear una autonomía nueva bajo la ley española?

Las provincias españolas con características comunes tienen la posibilidad de constituirse en Comunidades Autónomas, siguiendo lo establecido en la Constitución. Este proceso permite a determinadas provincias, territorios insulares y regiones históricas acceder a su autogobierno, en concordancia con los estatutos correspondientes.

La iniciativa para formar una Comunidad Autónoma debe surgir de las Diputaciones interesadas o del órgano interinsular pertinente. Además, se requiere la aprobación de dos tercios de los municipios, siempre y cuando estos municipios representen la mayoría del censo electoral de cada provincia o isla involucrada. Este procedimiento debe completarse dentro de un período de seis meses a partir del primer acuerdo tomado por alguna de las Corporaciones locales involucradas.

Si la iniciativa autonómica no prospera, solo podrá presentarse nuevamente después de cinco años. Este sistema establece un marco temporal claro para la reorganización administrativa y de autogobierno de las regiones españolas que cumplan con los requisitos estipulados.

En un contexto de creciente envejecimiento poblacional y dificultades socioeconómicas, el portavoz de la Unión del Pueblo Leonés (UPL), Valentín Martínez, ha subrayado la necesidad de que la Región Leonesa se constituya como una autonomía propia. Martínez ha argumentado que esta es una “imperiosa necesidad” y ha señalado que la región ya fue reconocida oficialmente con la aprobación de la Constitución.

Según Martínez, la iniciativa se justifica en los “pésimos datos” demográficos de la Región Leonesa, con altas tasas de envejecimiento y bajos índices de juventud. Actualmente, las tres provincias de la Región Leonesa —León, Zamora y Salamanca— presentan las tasas de envejecimiento más elevadas de Castilla y León. En contraste, en 1983, ocupaban posiciones menos críticas en esta problemática.

El movimiento de autonomía ha estado presente en la conciencia colectiva de la región durante más de cuatro décadas, desde que se planteó su inclusión en la comunidad autónoma de Castilla y León en 1978. Estudios como el realizado por la Asociación Profesional de Sociología de Castilla y León, citado por La Opinión de Zamora en 2017, mostraron que solo un pequeño porcentaje de la población de Zamora y Salamanca estaba a favor de la independencia.

Esta propuesta de autonomía no es nueva y se suma a iniciativas anteriores similares que han sido respaldadas por muchos consistorios de la provincia de León. En 2019, se votó una moción similar en varios ayuntamientos, centrada en aspectos identitarios de la región leonesa.