Dani de la Orden estrena ‘Casa en llamas’, película sobre una familia ‘que se quieren mal’: “La comedia funciona mejor desde el drama”

El director reúne a un espectacular reparto coral capitaneado por Emma Vilarasau en el que las frustraciones de cada uno de los personajes saldrán a relucir durante un fin de semana en Cadaqués

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Trailer 'Casa en llamas'

Desde que debutó con el díptico Barcelona, nit d’estiu y Barcelona, nit d’hivern, el director catalán Dani de la Orden ha ido configurando una carrera de lo más ecléctica en la que ha habido espacio para los grandes éxitos de taquilla, como El mejor verano de mi vida, con Leo Harlem, o para películas más personales, como Litus, basada en la obra teatral de Marta Buchaca.

Ahora, regresa con la que podría ser su mejor película, Casa en llamas, y lo hace acompañado del que fuera el guionista con el que comenzó en la industria, Eduard Sola. En ella, se cuenta la historia de una familia de clase acomodada que pasará un fin de semana en la casa de Cadaqués que la matriarca pretende vender.

Ella es Montse (la gran Emma Vilarasau) y ha logrado reunir a sus dos hijos (María Rodríguez Soto y Enric Auquer), que vendrán acompañados de sus respectivas parejas (Macarena García). A ellos se unirá su exmarido (Alberto San Juan) y su actual novia (Clara Segura).

“Yo quería hacer una película sobre una familia que se quiere mal”, cuenta Dani de la Orden a Infobae España. “Una familia que, aparentemente, no tiene ningún problema, al menos económico, pero que ha perdido su capacidad para comunicarse y relacionarse entre sí”.

Amor familiar tóxico

Macarena García, José Pérez Ocaña, Clara Segura, Emma Vilarasau, María Rodríguez Soto, el director Dani de la Orden y Enric Auquer en 'Casa en llamas' (VerCine)
Macarena García, José Pérez Ocaña, Clara Segura, Emma Vilarasau, María Rodríguez Soto, el director Dani de la Orden y Enric Auquer en 'Casa en llamas' (VerCine)

En efecto, de alguna manera, todos los personajes de Casa en llamas se encuentran frustrados, ya sea en el ámbito profesional o personal. La matriarca ha dedicado toda su vida a sus hijos y ahora se siente sola, la hija se ha autoconvencido que es una mala madre, el hijo, que no tiene ningún talento musical, se empeña en ser cantautor. Y así sucesivamente.

“A no ser que hagas un anuncio de Ikea en el que todo el mundo es guapo y perfecto, no creo por lo general en la pureza de las familias”.

La venta de la casa de la playa será el detonante para que estallen los conflictos. “Las películas sobre herencias constituyen casi un género en sí mismo, pero yo de lo que quería tratar era sobre la desconexión y el querer desde lo tóxico. Por eso está ahí el niño mimado y narcisista que necesita todo el rato la confirmación de los demás para sentirse querido, o el pasotismo del padre, también el amor desde la rabia que provoca el desgaste de una madre de familia que se siente cansada e invisible”.

Emma Vilarasau, cansada de todo, en 'Casa en llamas', de Dani de la Orden (VerCine)
Emma Vilarasau, cansada de todo, en 'Casa en llamas', de Dani de la Orden (VerCine)

A Dani de la Orden siempre le han gustado las películas sobre conflictos familiares que transcurren en un solo espacio, como es el caso de la adaptación de la obra de teatro Agosto, o Pequeñas mentiras sin importancia, que cambia a la familia por un grupo de amigos.

Aquí, la habilidad principal, además de coreografiar escenas en corales en las que intervienen al mismo tiempo un buen puñado de actores, sería la forma en la que se crean situaciones cómicas a partir de las miserias de los personajes. “En realidad, la película estaba planteada como un drama, porque creo que la comedia funciona mejor desde el drama, me parece más cercana y, en este caso, no se trataba de hacer ‘gags’, sino que el humor surge de otro sitio. De esta forma, los chistes, aunque sean muy pequeños y sutiles, destacan más dentro de ese tono tan naturalista”.

Personajes femeninos cansados de su rol de cuidadoras

María Rodríguez Soto y Macarena García en 'Casa en llamas', de Dani de la Orden (VerCine)
María Rodríguez Soto y Macarena García en 'Casa en llamas', de Dani de la Orden (VerCine)

Dentro de ese magma de situaciones, destacan los personajes femeninos que, de alguna manera, se rebelan contra ese rol de cuidadoras que la sociedad patriarcal se ha encargado de adjudicarles y que, por desgracia, todavía sigue arraigada en el subconsciente colectivo.

“Al final, no dejan de ser roles de género donde la mujer es la mala porque es la que lleva la logística, la que se encarga de poner orden y es algo que debe resultar agotador. Por eso, en la película, las mujeres están cansadas, mientras que los hombres son más pasotas, porque es el papel que se supone que se les permite”.

El director cita la película de Señora Doubtfire para ejemplificar esta cuestión: En ella, Robin Williams era el padre divertido, cachondo, que dejaba hacer a los niños lo que les daba la gana. Y en el juicio por la custodia, la madre le decía que estaba harta de ser ella la que tuviera que poner algo de orden dentro de ese caos y, por lo tanto, ser la mala de la película. Y es un momento precioso, porque entonces entiendes la tesis de la película, y mira que eran los años noventa”.

Buena parte de la película está hablada en catalán. De hecho, su título original es Casa en flames. “A mí alternar dos idiomas diferentes me parece una riqueza y el cine es un elemento fantástico para normalizar todo esto. Me aburre cuando en las películas todos los acentos parecen sacados del mismo barrio”.

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