Quién se queda con la parte de la herencia a la que renunció otro heredero

Lo más usual es que la renuncia se haga en favor de otro heredero o de los restantes, pero también se puede repudiar sin designar un beneficiario

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Un juez golpeando su mazo para revocar una herencia (ShutterStock)
Un juez golpeando su mazo para revocar una herencia (ShutterStock)

En los últimos años, ha crecido notablemente el número de personas en España que renuncian a las herencias, debido, principalmente, a la carga fiscal (producida por el impuesto de sucesiones y donaciones) y las deudas asociadas a los bienes heredados. Cuando esto sucede, suele surgir la pregunta de qué ocurre con el dinero cuando un heredero renuncia a su parte de la herencia sin favorecer a nadie. Esta práctica es completamente legal y puede tener varias implicaciones para los herederos involucrados. Lo más usual es que la renuncia se haga en favor de otro heredero o de los restantes, pero también se puede repudiar sin designar un beneficiario. Sin embargo, la distribución puede variar dependiendo de si existe testamento o no.

En los casos en los que sí hay testamento

La gestión de herencias cuando existe un testamento varía según la redacción del documento y las previsiones dispuestas por el testador en caso de renuncia de algún heredero. En muchos casos, el testamento puede incluir términos que especifican la distribución de la herencia si un heredero decide renunciar, como se produce con la sustitución vulgar, un mecanismo que asegura que la parte del heredero que renuncia pase a sus descendientes.

Otra modalidad es incluir condiciones específicas para la sustitución. Esto puede ser más restrictivo y detallar circunstancias particulares bajo las cuales ocurriría la sustitución. Por ejemplo, concretar que una persona recibirá la herencia de otro, cuando este último haya fallecido antes o se encuentre en situación de incapacidad.

En los casos en los que no hay testamento

Cuando una persona fallece sin haber dejado un testamento, la distribución de la herencia es regulada por el derecho civil, y los procedimientos se desarrollan de acuerdo a las normas jurídicas correspondientes. En estos casos, los herederos son designados por la ley y la renuncia de uno de ellos genera efectos específicos.

El fenómeno conocido como “acrecimiento” o derecho a acrecer permite que la porción de la herencia del heredero que renuncia sea redistribuida automáticamente entre los demás herederos, sin necesidad de intervención judicial adicional. Este mecanismo facilita una redistribución más ágil y equitativa de los bienes del fallecido entre los herederos restantes.

Para que sea válido, deben cumplirse dos condiciones:

  • Más de una persona deben ser nombrados para una misma herencia, sin especificar las porciones correspondientes. Esto significa que el testador no distribuye una parte concreta a cada heredero.
  • Uno de esos herederos debe haber fallecido antes que el testador, haber rechazado la herencia o no estar en capacidad de recibirla.

Es importante destacar que este proceso puede variar significativamente dependiendo de la legislación local y de la existencia de cualquier testamento, por lo cual se recomienda buscar el asesoramiento de un abogado especializado en derecho sucesorio. Este profesional puede ofrecer una orientación acertada, garantizando que la distribución de la herencia se realice conforme a la ley y a la voluntad del fallecido, cuando esta exista.

Además de la normativa del acrecimiento, los aspectos específicos del derecho sucesorio pueden incluir normas sobre impuestos, derechos de los cónyuges e hijos, y otras consideraciones particulares que también hacen esencial la consulta profesional para asegurar un cumplimiento adecuado de todas las disposiciones legales.

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