Las señales de tráfico son fundamentales para garantizar la seguridad vial y facilitar la convivencia entre los diferentes usuarios de la vía pública. La mayoría de usuarios que cogen una bici saben hacerlo desde niños. Sin embargo, no es lo mismo utilizarla como un pasatiempo que hacer un uso de ellas a través de la carretera.
Por esto mismo, a diferencia de otros vehículos, los ciclistas no necesitan un carnet para circular, pero es imprescindible entender las señales de tráfico antes de salir a circular. Antes de aprender a montar en bicicleta, es casi obligatorio conocer las señalizaciones básicas de tránsito.
Cuáles son las señales
Así como un ciclista debe estar al tanto de las señales específicas para ciclistas, también es necesario conocer las señales de tráfico generales que afectan a las bicicletas. La Dirección General de Tráfico (DGT) ha desarrollado una serie de señales específicas para ciclistas que buscan proporcionar un entorno más seguro y ordenado para este grupo cada vez más numeroso de usuarios. Estas son algunas de ellas.
Una de las señales más importantes es la señal de ciclo carril (R-407), que indica una vía o carril reservado exclusivamente para bicicletas. Esta señal se representa con una imagen de una bicicleta blanca sobre fondo azul. Su objetivo es ofrecer un espacio de circulación exclusivo para ciclistas, apartándolos del tráfico motorizado y reduciendo así el riesgo de accidentes.
Otra señal relevante es la señal de fin de vía ciclista (R-507), que indica el final del carril bici. Esta señal presenta una bicicleta negra dentro de un círculo rojo tachado por una línea diagonal roja. Es crucial que los ciclistas sean conscientes de esta señal para saber cuándo deben reincorporarse a la calzada general y compartir el espacio con otros vehículos.
La señal de paso para ciclistas (S-3) es otra de las indicaciones fundamentales. Esta señal informa a todos los usuarios de la vía de un cruce o paso prioritario para ciclistas, mostrándose con una imagen de una bicicleta sobre un paso de cebra. Es esencial para alertar a los conductores de la presencia de ciclistas y garantizar su derecho de paso, minimizando así posibles conflictos.
Una de las más importantes es la entrada prohibida a ciclomotores (R-105), que prohíbe el acceso a ciclomotores de dos y tres ruedas, a cuadriciclos ligeros y vehículos para personas de movilidad reducida.
En áreas donde ciclistas y peatones comparten el mismo espacio, existen las señales de vía ciclista y peatonal segregada (S-5a y S-5b) y la señal de vía compartida (S-5c). Las primeras indican una vía compartida pero segregada por tipos, es decir, con espacio especificado para peatones y ciclistas, representadas por símbolos de peatón y bicicleta separados por una línea. La segunda señala una vía compartida sin separación, con símbolos de peatón y de bicicleta juntos en el mismo espacio. Estas señales son vitales en los parques y zonas urbanas de alta densidad, orientando tanto a ciclistas como a peatones sobre cómo deben transitar para evitar accidentes y conflictos.
Finalmente, la señal de precaución ciclistas (P-22) advierte a los conductores de la posible presencia de ciclistas en la carretera. Esta señal, representada por un triángulo rojo que contiene el símbolo de una bicicleta, es esencial en áreas rurales o urbanas donde los ciclistas no tienen carriles exclusivos y deben compartir la calzada con vehículos motorizados.
A lo largo de los años, el uso de la bicicleta se ha incrementado notablemente en España, no solo como medio de transporte alternativo y sostenible, sino también como herramienta para mejorar la salud y el bienestar. En consecuencia, la DGT ha reconocido la necesidad de adaptar y desarrollar la infraestructura vial para asegurar la integración de los ciclistas en el flujo de tráfico de manera segura y eficiente. Las señales específicas para ciclistas son parte de esta estrategia, orientada a proteger a estos usuarios vulnerables y a fomentar el uso de la bicicleta.