La inflación y el aumento de rentas han impulsado el gasto de los hogares en 2023, que ha ido especialmente destinado a las necesidades básicas, vivienda y alimentación, como detalla el INE en la Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF) publicada este jueves. En términos medios anuales, las familias gastaron 32.617 euros en 2023, de los cuales el 31,8% se destinaron a pagar la vivienda y sus suministros básicos asociados y el 16,4% se desembolsaron en alimentos y bebidas no alcohólicas. En total suman casi la mitad del presupuesto (el 48,2%).
No obstante, hay notables diferencias según el tipo de hogares que se consulte. El 20% de los que menos gasta (quintil 1) dedicaron el 63,5% de su presupuesto a vivienda y alimentos, mientras que el 20% de hogares más pudientes (quintil 5) destinaron menos de la mitad de su presupuesto (39,4%) a este tipo de gastos. En contraste, estas familias desembolsaron casi la misma cantidad, el 34,7%, en transporte, restaurantes y hoteles y ocio y cultura. Conforme aumenta el nivel de gasto de los hogares, se dedica un menor porcentaje a los grupos básicos (vivienda y alimentos) y mayor a todos los que tienen que ver con los servicios, el turismo y el ocio en general.
Aunque se trata de una distribución muy similar a la de los últimos años en términos porcentuales, prácticamente todos los bienes y servicios son más caros, por lo que en términos medios los hogares han gastado 285 euros más en alimentos al año si se compara con 2022 (un 5,6% más) y 157 euros adicionales en vivienda (1,5% más), lo que suma un total de 442 euros.
Más allá de estos dos grupos principales, destacan en la distribución el transporte (que supone el 11,6% del presupuesto familiar) y los restaurantes y hoteles, a los que los hogares ya destinan el 10,2% de su gasto. De hecho, este último es el que más ha crecido tanto en términos porcentuales (13,2%) como absolutos (386 euros) respecto a 2022. Es una muestra más del creciente cambio en los hábitos de consumo de la población, que se enfocan más hacia servicios y ocio que hacia bienes materiales.
El INE señala un aumento del gasto medio de los hogares en términos corrientes (sin descontar la inflación) del 3,8% respecto a 2022, sin embargo, el aumento es solo del 0,9% a precios constantes (descontando la evolución de los precios). Esto evidencia el efecto de la inflación, responsable de la mayor parte del crecimiento del gasto.
La ruptura de la serie impide comparaciones históricas
Sería relevante comparar el gasto constante de 2023 con el de 2019, el año anterior a la pandemia y a la crisis de precios, pero no es posible debido a una ruptura de la serie histórica. Según explica el instituto estadístico, esto se debe a la elaboración de la EPF de 2023 a partir de las cifras de población actualizadas con el censo de 2021, lo que “impide establecer comparaciones homogéneas”.
Por el momento el INE solo ha recalculado los datos de 2022 para obtener las tasas de variación respecto al año anterior, pero los datos completos revisados se publicarán posteriormente. Debido a esto, no se puede saber por la EPF si el gasto medio de los hogares ha superado ya o no los niveles prepandemia, aunque según la Contabilidad Nacional el gasto en consumo final de los hogares rebasó ese nivel a finales de 2023.