La muerte de un familiar es un evento amargo para cualquier persona. Sin embargo, dependiendo del grado de consaguinidad con la persona fallecida se establecen determinados días libres según el fallecimiento, independientemente de la afinidad existente con ella. El proceso de duelo suele ser extenso y por ello, existe un reglamento a fin de que las personas puedan ausentarse y estar con sus allegados para pasar el proceso de duele durante los primeros días.
Es el Estatuto de los Trabajadores el encargado de regir el número de días que tiene un trabajador en caso de que fallezca un familiar. Según el artículo 37 del Estatuto de los Trabajadores, los empleados tienen derecho a dos días de permiso retribuido por el fallecimiento de un familiar hasta el segundo grado de consanguinidad o afinidad. Esto incluye padres, hijos, hermanos, abuelos y nietos, tanto del trabajador como de su cónyuge o pareja de hecho. Estos dos días son ampliables a un total de cuatro si el trabajador necesita desplazarse a otra localidad, es decir, si el lugar de residencia habitual y el lugar donde se llevará a cabo el sepelio están en provincias diferentes.
Los días libres por fallecimiento familiar comienzan a contarse el mismo día en que ocurre la muerte, siempre que sea un día hábil. Si el fallecimiento ocurre en un día no laborable, el permiso empezará el primer día hábil siguiente. En caso de que ocurra tras finalizar la jornada laboral, los días de permiso se contarán a partir del siguiente día hábil.
Es importante tener en cuenta que estos días son hábiles y remunerados, lo cual significa que el trabajador no verá reducida su nómina por hacer uso de este derecho. No obstante, este período puede no ser suficiente para muchas personas, por lo que es común que los empleados negocien con sus empleadores días adicionales o hagan uso de otros tipos de permisos, como vacaciones o días de asuntos propios, si el convenio colectivo de la empresa lo permite.
La aplicación de diferentes convenios también influye
Los convenios colectivos pueden jugar un papel relevante en este contexto, ya que pueden estipular condiciones más favorables que las establecidas por el Estatuto de los Trabajadores. Dependiendo del sector y del acuerdo específico, es posible que los empleados tengan derecho a más días de licencia o a cubrir a más tipos de familiares. Por ejemplo, en algunos convenios de la administración pública, se permite hasta cinco días de permiso por el fallecimiento de familiares de primer grado, como padres e hijos.
La política interna de la empresa también puede influir. Hay compañías que, sensibilizadas con la situación emocional de sus empleados, deciden ofrecer facilidades adicionales. Esto puede incluir más días de permiso, posibilidad de teletrabajar por un tiempo o incluso apoyo psicológico para sobrellevar el duelo.
En términos prácticos, es fundamental que el trabajador informe a su empleador del suceso lo antes posible y aporte la documentación pertinente, como el certificado de defunción, para poder hacer uso del permiso. La gestión adecuada de este trámite ayudará a evitar malentendidos y garantizará que el empleado pueda centrarse en su duelo sin preocuparse por cuestiones laborales.