Crimen de Francisco de Pablo: su asesino lo mató por una plantación de marihuana y lo enterró en la finca de sus padres

El autor del crimen contó con la ayuda de otro hombre para ocultar el cadáver en una fosa séptica escondida bajo el suelo de una cocina

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A la izquierda, el presunto asesino y a la derecha, Francisco de Pablo. (Cedidas)
A la izquierda, el presunto asesino y a la derecha, Francisco de Pablo. (Cedidas)

La operación Aldea lleva el nombre del municipio madrileño donde los agentes de la Policía Nacional acabaron encontrando los restos óseos de Francisco de Pablo Páez, desaparecido en la capital desde febrero de 2022. Una “ardua” investigación -así la califican los funcionarios- que les llevó a dar numerosos palos de ciego. El primer juzgado que llevó la causa llegó a archivarla, pero la familia de Francis consiguió que los investigadores llegaran hasta ese final.

Y ese final pasaba por Israel C.R, de 31 años. Los agentes de la comisaría del distrito de Hortaleza sabían que era la última persona que había visto al desaparecido con vida. La tarde del 21 de marzo de 2022, Francisco dejó de jugar a la Playstation, salió de su casa y se subió a un coche con Israel rumbo a una finca situada en Torrejón de Ardoz, donde ambos tenían planeado construir una plantación de marihuana para dar un impulso a sus negocios con las drogas, según ha podido saber Infobae España de fuentes próximas a la investigación.

El móvil del crimen, a tenor de las revelaciones de un testigo clave a la Policía, parece resuelto: Francis había prestado una importante cantidad de dinero (varios miles de euros) a su asesino para financiar el montaje de ese cultivo de cannabis e Israel se lo había gastado en “malos vicios”. Francisco de Pablo llevaba un tiempo hostigándole por este motivo y, al parecer, ambos acudieron a la finca de Torrejón de Ardoz para resolver sus diferencias.

El lugar que iban a utilizar para hacer negocio acabó convirtiéndose en la escena de un crimen. Según relató el propio Israel este miércoles ante el juez, discutió con Francis, con quien también tenía una deuda de 300 euros por droga, y acabó golpeándole mortalmente en la cabeza con una barra de acero. En ese momento empezaba una cuenta atrás por deshacerse del cadáver. La víctima medía casi 1,95 metros y pesaba casi 90 kilos, por lo que Israel no dudó en buscar ayuda para la causa.

La segunda figura clave en el caso es Fernando R.P. Según la versión de Israel, fue quien ideó el plan para esconder el cuerpo de Francisco de Pablo en una fosa séptica oculta bajo el suelo de la cocina de la finca propiedad de los padres del asesino en Aldea del Fresno. Sin embargo, el presunto encubridor sostuvo ante el juez que fue Israel quien le obligó a transportar y esconder el cadáver “bajo amenaza”.

Transportaron el cadáver en un coche

El presunto asesino dejó el cuerpo en la finca de Torrejón hasta el día siguiente, cuando volvió con Fernando y transportaron los restos en los asientos traseros de un coche del que, posteriormente, se deshicieron en un desguace para ocultar pruebas.

Lo que sí tiene claro el instructor es que ambos son los principales implicados en la muerte y la desaparición de Francis durante casi dos años y medio. Tras la vista de este miércoles, el juez ha ratificado la medida de prisión provisional para Israel, como solicitó la Fiscalía y el abogado de la familia de la víctima, Juan Manuel Medina, quien también logró la primera reapertura de la causa. Por su parte, Fernando ha quedado en libertad provisional con medidas cautelares.

La Policía Nacional detuvo a otras cuatro personas por su presunta implicación en los hechos, entre ellas el padre de Israel. Sin embargo, de la investigación se desprende que no sabía que bajo las losas del suelo de su cocina se encontraban unos restos humanos depositados por su propio hijo.

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