Qué hay que hacer para ser matrona en España: carrera, cursos y especialidad

La enfermería Obstétrico-Ginecológica es una de las siete especialidades sanitarias disponibles para estas profesionales

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Imagen de archivo de una
Imagen de archivo de una enfermera atendiendo a su paciente (JUNTA DE ANDALUCÍA/Europa Press)

Las enfermeras no están contentas después de escuchar las palabras de Cristina Pedroche. La presentadora de televisión ha asegurado ser “prácticamente matrona” en una entrevista con el diario El Periódico, un comentario que no ha gustado nada a las sanitarias. Lo cierto es que ser matrona no es tan sencillo y hacen falta años de formación hasta conseguir esa posición en la salud pública o privada.

Las matronas son enfermeras especialistas Obstétrico-Ginecológicas. Se trata de una de las siete especialidades de Enfermería contempladas en la legislación española. Es, de hecho, la categoría más extendida dentro del territorio español: todos los servicios sanitarios de las comunidades autónomas cuentan con matronas, algo que no es común para otras ramas de la Enfermería.

Las matronas son las profesionales de Enfermería encargadas de la salud sexual y reproductiva de las mujeres. Asisten a sus pacientes antes, durante y después del embarazo, además del puerperio. Igualmente, se encargan del cuidado de los neonatos. Las enfermeras especialistas en Obstétrico-Ginecología tienen también un papel importante en el asesoramiento y la educación para la salud en el seno de las familias y la propia comunidad. Su trabajo incluye la educación prenatal y preparación para la maternidad y puede extenderse a la salud de mujeres, la salud sexual o reproductiva, y el cuidado de los niños.

Los pasos para ser matrona en España

Para ejercer como matrona en España, lo primero que se necesita es el Grado de Enfermería. Esta carrera universitaria tiene una duración de cuatro años y se compone de 240 créditos académicos (ECTS), al igual que otras carreras de las Ciencias de la Salud.

Los estudios de Enfermería se componen de asignaturas obligatorias y optativas. Entre las asignaturas troncales destacan Farmacología, Anatomía y Cuidados Enfermeros. Adicionalmente, algunas universidades ofrecen menciones específicas en áreas como Salud Mental, Envejecimiento y Salud, o Cuidados Pediátricos, adaptadas a través de itinerarios formativos particulares. A partir del segundo curso, los estudiantes deben completar 80 ECTS de prácticas, lo que les permite aplicar sus conocimientos teóricos en contextos reales dentro de centros de salud y hospitales. El proceso formativo culmina con la entrega de un Trabajo de Fin de Grado en el último año.

Después de estos cuatro años de duro esfuerzo, aquellos estudiantes que lo deseen deberán pasar por la Formación Sanitaria Especializada (FSE). Este es el único modo de convertirse en matrona. Al igual que los médicos, las enfermeras pasan por una prueba de acceso y posteriormente seleccionan sus plazas para su residencia en Enfermería, conocida como EIR (Enfermero Interno Residente), que tiene una duración de dos años.

Para aquellos que optan por trabajar en el sector sanitario privado, es aconsejable especializarse mediante un curso de posgrado homologado, específicamente en la especialidad de enfermería obstétrico-ginecológica. Estos cursos de posgrado, generalmente de 60 ECTS, están disponibles en varias universidades y proporcionan una formación específica en la especialidad elegida. Estos no son necesarios para trabajar en la sanidad pública, si bien los profesionales recomiendan una formación continuada a través de cursos, talleres o congresos.

Falta de reconocimiento de las especialistas

El desarrollo de las especialidades de Enfermería es una de las reclamaciones principales de organizaciones y sindicatos del sector. Actualmente, existen siete contempladas en la legislación española: Enfermería Obstétrico-Ginecológica (matrona), Enfermería de Salud Mental, Enfermería del Trabajo, Enfermería Geriátrica, Enfermería Familiar y Comunitaria, Enfermería Médico-quirúrgica y Enfermería Pediátrica. Sin embargo, solo seis están desarrolladas para la formación EIR (la Enfermería Médico-quirúrgica se queda descolgada) y la única plenamente reconocida es la figura de la matrona.

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