Madrid reúne a exlíderes latinoamericanos para advertir sobre el auge de los populismos: “Todo queda reducido a lo sentimental”

La Fundación Internacional para la Libertad celebra su decimoquinta edición, en un espacio en el que se ha abordado el auge de los populismos en Europa y las próximas elecciones en Venezuela

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La 17ª edición del Foro
La 17ª edición del Foro Atlántico de Madrid, en la Casa de América, a 26 de junio de 2024, en Madrid. (Diego Radamés/Europa Press)

La Fundación Internacional para la Libertad ha inaugurado este miércoles el Foro Atlántico, un espacio de diálogo que ha aglutinado en la Casa de América de Madrid a importantes políticos latinoamericanos, pensadores liberales e importantes personalidades del Partido Popular con el objetivo de plantear los retos y oportunidades que afronta el liberalismo en el siglo XXI. Contando con la de este año, la fundación que puso en marcha el Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, hace 20 años y que ahora toma el testigo su hijo, ya celebra su decimoséptima edición.

Sobre la mesa se han abordado grandes temas de actualidad: las próximas elecciones presidenciales en Venezuela, los populismos perennes en Cuba o Nicaragua, o el ascenso del extremismo ultraconservador en el Viejo Continente. Sobre todo, los participantes concuerdan en que el liberalismo se ha visto sobrepasado “por la izquierda y la derecha”. “Cuando ganan los brutos, perdemos todos la libertad”, ha señalado el diputado sueco del Partido Liberal Mauricio Rojas durante su intervención.

Lo cierto es que los partidos que se identifican con la defensa de la democracia liberal y la economía de mercado promulgada por el economista Adam Smith han sufrido grandes derrotas en los últimos años, aunque también reivindican antiguos triunfos en Ecuador, en Bolivia o en Colombia.

Pero ahora estos partidos han sufrido importantes retrocesos electorales, algo especialmente impactante en Europa. Las últimas elecciones al Parlamento Europeo han hecho realidad lo que ya predicaban numerosas encuestas. Allí, el éxito de los extremismos ha llegado a los principales motores de la Unión Europea como es Francia, donde el partido de Le Pen arrasó en las urnas europeas; o en Alemania, donde ha surgido como segunda fuerza el partido ultra Alternativa para Alemania. En general, todos coinciden en que los populismos ganan terreno y amenazan con contagiar su discurso, incluso a aquellos que se muestran como los defensores de la libertad.

“Ya no hay base social”

“Es increíble como el siglo pasado se asemeja al de hoy”, afirmó en su intervención el historiador italiano Loris Zanatta, que añadió que “la política se ha vuelto religión y la religión política”. Zanatta se ha referido al relato populista que invade los países a ambos lados del Atlántico, donde “todo queda reducido a lo sentimental” y se recurre a un discurso “casi mesiánico”.

“Antes, en el siglo XIX, la gente confiaba en la ciencia, pero de pronto comenzaron los fascismos, salazarismos, peronismos [...] Ahora en Rusia tenemos el nacional-cristianismo; en India, el nacional-hinduismo... Esto es el gran peligro del liberalismo”.

El historiador, que ha dedicado treinta años al estudio de estos movimientos, ha explicado que se trata, en realidad, de una reivindicación ante la pérdida de la estabilidad social en la clase obrera. “Lo que la gente ha perdido lo busca ahora en figuras mesiáticas”, sentencia Zapatta. Tanto Zapatta como Rojas han querido aludir a la pérdida de “una base social” en Europa. “En América Latina nunca existió esa base. Nunca hubo una clase obrera que se sindicalizase”.

Realizando un repaso de los últimos procesos electorales, los ponientes han coincidido en que el mundo vive un proceso de polarización, donde política de enfrentamiento triunfa sobre el pragmatismo. “Hace falta más propuestas y programas que no traten a la gente como a niños pequeños”, ha señalado Rojas.

Uno de los momentos más aplaudidos ha sido la emisión de una entrevista realizada por Álvaro Vargas Llosa a la líder opositora en Venezuela, María Corina Machado, que junto al exembajador de Venezuela en Argentina, Edmundo González, afrontan el reto imposible de ganar a Maduro en las urnas. Ambos han comentado cómo están viviendo esta campaña electoral, donde han querido hacer un guiño al optimismo en un país que, de puertas adentro, lleva inmerso en una dictadura desde hace décadas. “Por primera vez la oposición está unida”, ha celebrado.

Calderón, Laso y Duque

El plato fuerte de la mañana ha llegado en el último panel, que ha acogido a los exlíderes latinoamericanos Felipe Calderón (México), Iván Duque (Colombia), Guillermo Laso (Ecuador) y al exministro de economía brasileño Paulo Guedes.

Calderón ha analizado la victoria de la candidata morenista Claudia Sheinbaum, según él una victoria justa, pero que conducirá a que la democracia mexicana “caiga”. El mexicano ha diagnosticado que el problema de México ha sido la ausencia de participación ciudadana en la política.

El dirigente del Partido Centro Democrático en Colombia ha alertado de que los populismos siempre “ganan sobre las reglas de la democracia para luego desmantelarla desde dentro”. Duque ha criticado que este tipo de partidos buscan crear el caos en las instituciones por la vía de la polarización, con el último objetivo de perpetuarse en el poder. Por su parte, Laso ha querido relacionar el problema de la deriva democrática en Latinoamérica con la violencia del narco y su penetración en las instituciones gubernamentales. “La violencia es la consecuencia de que ahora se consuma droga en el Ecuador”.

El evento ha sido clausurado por el presidente del Partido Popular Alberto Núñez Feijóo, que ha manifestado que no se puede “vacilar a la hora de criticar las dictaduras y las derivas democráticas. El popular ha querido referirse a los países latinoamericanos como “naciones hermanas”, en consonancia con los pronunciados por el rey. El líder de la oposición en España ha criticado el Ejecutivo Central por su “inacción” contra el régimen de Maduro. Por último, Feijóo ha invitado a tomar nota de lo sucedido en otras latitudes y unirse en una lucha común en defensa de los valores democráticos, la institucionalidad, del Estado de derecho, el pluralismo y los derechos humanos.

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