El 50% de las personas que acudió a Cáritas en 2023 tenía trabajo: “El paro ha bajado, pero no mejora la calidad del empleo”

Una de cada tres personas atendidas por la organización eran migrantes en situación administrativa irregular, según consta en la Memoria anual presentada este miércoles

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El 'almacén solidario' que Cáritas abrió en el barrio de San Roque, en Badajoz. (Europa Press)
El 'almacén solidario' que Cáritas abrió en el barrio de San Roque, en Badajoz. (Europa Press)

No son datos precisamente positivos los que muestra la Memoria de Cáritas de 2023 presentada este miércoles. Según señala la organización, a lo largo del año pasado una de cada tres personas atendidas se encontraba en situación administrativa irregular, mientras que el 50% eran trabajadores pobres o tenían serias dificultades en el acceso o mantenimiento de su vivienda. Asimismo, el 80% de las ayudas que solicitaron las familias en los programas de acogida y asistencia estaban relacionadas con los pagos de necesidades básicas como son los suministros o el alquiler.

“La mejora de la tasa de actividad y la disminución del paro en 2023 no se ha traducido en un aumento de la calidad del empleo, sobre todo para las personas en situación de exclusión social”, ha señalado en una rueda de prensa la secretaria general de Cáritas, Natalia Peiro. La organización recuerda que España, con una tasa del 11,9%, sigue siendo uno de los países de la UE “con mayor índice de pobreza laboral debido a la parcialidad, los bajos salarios y la temporalidad”. “La realidad de exclusión y pobreza que viven las personas que acuden a Cáritas no es coyuntural, sino estructural y generada por desarrollos sociales y económicos, así como por políticas durante décadas”, ha añadido.

Debido a esta situación, Cáritas asegura que las personas a las que atiende requieren periodos de acompañamiento más prolongados y, en el caso de los migrantes en situación administrativa irregular, este proceso “puede durar de media entre uno y dos años”.

Agotamiento por la búsqueda de soluciones

Durante 2023, Cáritas invirtió un total de 486,5 millones de euros en sus diferentes proyectos tanto dentro de España como en acciones de cooperación internacional en terceros países, lo que supone un 6,4% más que el año anterior y una cifra récord.

A través de esos recursos, la organización ha logrado dar apoyo a más de 2,5 millones de personas. De ellas, más de 1,3 millones dentro de España y 1,2 millones en cooperación internacional. Estos datos evidencia que el número de personas atendidas en el país volvió a situarse en niveles similares a los de 2019, el año anterior a la pandemia (1.403.299). “Hemos constatado que las personas que acuden a nosotros tienen cada vez mayores dificultades de acceso a derechos. Son personas con un cúmulo de necesidades, con una sensación de agotamiento y desgaste por el esfuerzo continuo en la búsqueda de cómo resolver esas necesidades básicas”, ha indicado Peiro.

Temporeros trabajando en la vendimia. (EFE/ David Aguilar/Archivo)
Temporeros trabajando en la vendimia. (EFE/ David Aguilar/Archivo)

Respecto a la acción humanitaria en el exterior destaca, principalmente, el trabajo que la organización ha realizado en Marruecos, Turquía y Siria a raíz de la emergencia producida por los terremotos que afectaron a los tres países, así como el apoyo en Israel y Palestina y la continuidad de las labores desarrolladas en Ucrania.

Más fondos para el empleo

Como el empleo es uno de los principales factores de integración, en 2023 Cáritas aumentó los fondos invertidos en programas de economía solidaria con una dotación total de 136,8 millones de euros, 21 millones más que el año pasado, recursos que han permitido atender a casi un 5% más de personas en busca de empleo.

“En nuestro día a día nos topamos con muchas personas haciendo grandes esfuerzos por superarse, por aprender, por adquirir nuevas competencias, por superar la brecha digital y por enfrentarse a sus miedos y a la multitud de obstáculos que encuentran en su camino. Sin embargo, en muchas ocasiones, esto no es suficiente para alcanzar un empleo digno, pues nuestro sistema socioeconómico, basado en la rentabilidad económica, la acumulación, el individualismo, la competencia y el consumo desmedido, nos sigue conduciendo a unos índices de desigualdad creciente, una precariedad laboral en aumento y un avance en la degradación del medio ambiente, incompatibles con la justicia social y la igualdad en el acceso a derechos”, ha concluido Peiro.

Tal y como refleja la Memoria de la organización, los otros programas que más recursos utilizaron en 2023 fueron los de personas mayores (42,9 millones), personas en situación de sin hogar (41,3 millones), y los de familia, infancia y juventud (28,5 millones).

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