Si uno viaja a La Habana, capital de Cuba, lo más lógico es que vea alguna de las señas de identidad de la capital del país, como la Plaza de la Revolución, la Habana Vieja o el Capitolio, entre otros. Sin embargo, también es muy probable que te encuentres el autobús de la Empresa Municipal de Transportes de Valencia (EMT) en dirección al Hospital Universitario y Politécnico La Fe, ubicado en la capital.
Un video de TikTok ha capturado la atención de las redes sociales durante las últimas semanas. En la grabación, un usuario llamado VerdadDeLaBuena hace un comentario irónico sobre el transporte en La Habana. “Vas andando tranquilamente por La Habana y de repente dices, hostia, pues nada, voy a pillar el 8, que me lleva ahí a la Fe”, resalta con ironía la sorpresa de encontrarse con autobuses de la empresa valenciana de transportes en la capital cubana.
Una segunda vida para los autobuses
La Empresa Municipal de Transportes (EMT) de Valencia lleva implementando durante años una iniciativa que busca apoyar a países con infraestructuras de transporte limitadas, especialmente en África y Latinoamérica. Desde hace años, la EMT dona autobuses retirados de su flota a países en vías de desarrollo como parte de su programa de solidaridad internacional.
En 2007, el Consejo de Administración de la EMT acordó exportar seis autobuses retirados a La Habana y un número similar a Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, según informó Levante-EMV. Este proyecto ha permitido dotar a estas ciudades de vehículos que aún pueden ser utilizados para cubrir necesidades básicas de transporte público. Desde 1993, Valencia ha donado un total de 114 autobuses a distintos países, incluyendo Guinea Ecuatorial, Nicaragua, México, Senegal y Palestina. Estas donaciones han sido claves para mejorar la movilidad y el acceso en áreas que carecen de servicios de transporte público adecuados.
En 2019, el ayuntamiento anunció que en los últimos años la EMT de Valencia había donado una veinte a de autobuses a causas benéficas en el Sáhara, Mali o Cuba. Entre 2015 y 2019 se pusieron en funcionamiento más de 175 autobuses nuevos, posibilitando la retirada de los vehículos más antiguos para ser sustituidos por otros. Pero para evitar que fueran al desguace se llevó a cabo esta iniciativa. “La opción más rápida y sencilla sería enviarlos a la chatarra, pero desde la actual dirección-gerencia de la EMT se piensa que así se pierde una oportunidad de darles una segunda vida útil a muchos de estos vehículos cuando todavía podrían rodar muchos kilómetros más”, explicó para entonces el concejal de Movilidad Sostenible, Giuseppe Grezzi, en septiembre de ese año.
Para dar esa segunda oportunidad, “se eligen los autobuses que están en mejores condiciones y se valoran y atienden las peticiones que llegan hasta la empresa pública, que no se hace cargo de los gastos derivados de la donación. El resto de vehículos se descartan y siguen su proceso de desguace”.
De este modo, la empresa municipal muestra su solidaridad en países con menos recursos al dar un segundo uso a vehículos que aún están en buen estado. En este caso sigue operando con los mismos colores y el itinerario de ruta original.