El Gobierno ha movido ficha rápido. Después de que la OTAN diera a conocer que España será el aliado que menos porcentaje de su PIB destine a la inversión en defensa este 2024, el Consejo de Ministros ha aprobado hoy el desembolso de 3.412 millones de euros para la adquisición de armamento, otros equipos militares y cuestiones logísticas del Ministerio de Defensa. Entre ellos, destaca la obtención y modernización de los sistemas antiaéreos Patriot, por valor de 2.383 millones de euros.
De esta manera, Pedro Sánchez no llegará con las manos vacías a la próxima cumbre de la OTAN, que tendrá lugar en Washington del 9 al 11 de julio, donde podrá señalar que este desembolso es una muestra del compromiso del Gobierno español de alcanzar el 2% del PIB en gasto militar hacia finales de esta década, en 2029. Y es que, a pesar de que la ministra de Defensa, Margarita Robles, apuntó a los buenos datos de la Economía y al propio incremento del PIB para justificar que España esté a la cola en inversión militar entre los países de la Alianza Atlántica, los datos difundidos por el organismo no dejan en una buena posición al país.
En este sentido, la compra de nuevas baterías Patriot va en la línea de las cifras que sí puede utilizar el Gobierno para defender que cumple con las exigencias que impone la OTAN a sus miembros. La cartera que lidera Robles se escuda en que 27,4% de los más de 15.000 millones de euros que componen el presupuesto de Defensa para este año está destinado a la inversión en equipos y material tecnológico, muy por encima del 20% que demanda como mínimo la Alianza. De igual manera, el Ministerio de Defensa siempre ha defendido que España es de los aliados que más efectivos aportan a las misiones de la organización y, este 2024, es el que mayor porcentaje de su presupuesto dedica a las operaciones de mantenimiento de la paz.
Sistemas Patriot
A principios del pasado octubre, el Departamento de Defensa de Estados Unidos dio luz verde a la venta de cuatro baterías Patriot a España, por un valor de 2.655 millones de euros, pese a que los planes iniciales de Defensa era adquirir, por 1.400 millones de euros, tan sólo una batería Patriot nueva y actualizar las tres que posee a la configuración PAC-3, más moderna y poderosa. Dado que la inversión reflejada este martes en el Consejo de Ministros es muy similar a la señalada por las autoridades estadounidenses, es de suponer que la transacción implique todos los componentes y cantidades aprobadas anteriormente por Washington.
En concreto, EEUU aprobó proporcionar al Ejército de Tierra español 51 misiles PAC-3, 24 estaciones de lanzamiento Patriot M903, cuatro radares AN/MPQ-65, cuatro estaciones de control de combate AN/MSQ-132, dos centrales de coordinación de la información (ICC), ocho grupos de mástiles de antena, cuatro centrales eléctricas y cuatro unidades de potencia energética. De esta manera, las Fuerzas Armadas españolas contarán pronto con más del doble de unidades de este sistema antiaéreo de las que dispone en la actualidad.
¿Una batería para Ucrania?
La certeza de tener, en un futuro no muy lejano, nuevos sistemas Patriot podría abrir la puerta a que el Gobierno accediera, finalmente, a ceder una de las tres baterías de las que dispone a día de hoy a Ucrania, tal como el propio Zelenski le solicitó a su homólogo español durante el encuentro que ambos mandatarios mantuvieron en Madrid, a finales de mayo. En aquella ocasión el Gobierno no sólo rubricó un acuerdo de cooperación con Kiev sino que también se comprometió a entregar un paquete de ayuda militar por 1.000 millones de euros, decisión que le significó encontronazos con Sumar.
De las tres baterías con las que cuenta actualmente España, dos se encuentran adscritas al Regimiento de Artillería Antiaérea nº 73 con base en Marines (Valencia) donde, justamente, efectivos del Ejército de Tierra están adiestrando en su uso a soldados ucranianos. La restante se halla desplegada en la ciudad turca de Adana, en el marco de una misión de la OTAN.
Siempre se ha apuntado, precisamente, que esta última unidad sería la más fácil de trasladar hasta Járkov, ciudad que Ucrania ansía proteger, pero La Moncloa lo ha descartado en más de una ocasión. La última vez fue el propio Pedro Sánchez quien cerró la posibilidad al subrayar que la presencia del sistema Patriot en Turquía responde a un compromiso asumido por España.
Como consecuencia de esta negativa, hasta el momento España sólo ha suministrado al país invadido con misiles Patriot, pero no con la tecnología necesaria para lanzarlos. El Ministerio de Defensa ha enviado dos lotes de estas armas a Ucrania, que recibió la última remesa el pasado viernes. Tal es la necesidad de Kiev de estos sistemas antiaéreos que, recientemente, EEUU ha suspendido la entrega de misiles Patriot a sus aliados con pedidos pendientes para priorizar el envío de los mismos al campo de batalla ucraniano.