Estamos en pleno 2024, pero aun hay mucha gente que no sabe separar el actor del personaje. Tal y como ha sucedido en muchos casos en los últimos años, un intérprete ha sufrido acoso en redes sociales debido a su personaje. Fabien Frankel, el actor británico conocido por su papel como Ser Criston Cole en la serie La casa del dragón, ha decidido limitar los comentarios en sus publicaciones de Instagram debido a una cantidad significativa de mensajes de odio por parte de los fanáticos de la serie.
Esta decisión del actor se debe en gran medida al creciente rechazo que ha generado su personaje, especialmente en la segunda temporada. Ser Criston Cole, inicialmente un joven caballero leal, se transforma en una figura vengativa y rencorosa después de una relación fallida con la princesa Rhaenyra. Las acciones de su personaje, impulsadas por la ira y la envidia, han intensificado el odio de los fanáticos, especialmente palpable en esta segunda temporada, en la que ha alentado al rey Aegon II a tomar decisiones muy graves.
El episodio dos de la segunda temporada fue particularmente polémico. En él, Ser Criston Cole culpa a Arryk de la muerte del príncipe Jaehaerys y lo coacciona para intentar asesinar a Rhaenyra. Este intento termina trágicamente, con la muerte de dos personajes queridos por el público, lo que originó una ola de críticas y ataques directos hacia Frankel en las redes sociales.
Este fenómeno no es único para Fabien Frankel. El actor Ewan Mitchell, quien interpreta a Aemond Targaryen, también ha sido objeto de comentarios negativos después de una escena en particular de la serie. Esta situación refleja un problema más amplio sobre la delgada línea entre la ficción y la realidad, donde los fanáticos pueden confundirse y actuar de manera inapropiada hacia los actores que solo están desempeñando sus roles. En casos similares dentro del universo de Juego de Tronos, Jack Gleeson, quien interpretó a Joffrey Baratheon, también enfrentó un nivel elevado de hostilidad que le llevó a alejarse temporalmente de la actuación.
Irá a peor
La segunda temporada de La casa del dragón ha continuado con la tradición de su predecesora, presentando giros dramáticos y decisiones argumentales que han alimentado intensos debates entre los seguidores. Aunque estos eventos son un reflejo del éxito de la serie al generar una respuesta emocional fuerte, también plantean preguntas sobre los límites de la interacción entre los artistas y sus audiencias.
No es solo la actuación lo que se ve afectado por estos odios en línea; los escritores y showrunners también sienten la presión. La constante evaluación y respuesta pública pueden influir en futuras narrativas, tal vez suavizando los personajes y tramas para evitar reacciones vehementes. Sin embargo, crear historias auténticas y provocativas requiere valentía para desafiar las expectativas del público a pesar de las posibles reacciones adversas.
El caso de Fabien Frankel y su medida de limitar los comentarios en Instagram es un recordatorio del poder y la responsabilidad que conlleva la comunicación en redes sociales. La línea entre la crítica constructiva y el acoso debe ser respetada para preservar un ambiente saludable y productivo tanto para los actores como para los fanáticos. La serie continuará con su narrativa, pero es esencial que la comunidad digital aprenda a distinguir entre el arte y la realidad, y reaccione en consecuencia.