La mesa de diálogo social entre el Ministerio de Trabajo y los agentes sociales para abordar la reducción de la jornada laboral legal se ha vuelto a reunir este lunes tras el envío por parte de la cartera de Yolanda Díaz de un primer borrador legislativo. Según ha señalado a los medios el secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, tras concluir el encuentro, la opinión de los sindicatos respecto al texto “ha sido muy positiva”, mientras que la patronal “ha mostrado un mayor escepticismo”. “Un escepticismo que realmente no está seguido de propuestas”, ha asegurado.
Según el secretario de Estado, CEOE y Cepyme no han hecho “ninguna propuesta alternativa al texto que el Gobierno ha distribuido” y ha defendido que Trabajo está dispuesto a valorar sus planteamientos, pero que no los tiene “por escrito”. En esta línea, Pérez Rey ha incidido en que el Gobierno no puede tolerar una estrategia de dejar pasar el tiempo: “No caben ya más dilaciones. Si hay voluntad de llegar a un acuerdo que se nos diga por donde pasan esos extremos”.
La mesa tripartita se volverá a reunir el próximo lunes, por lo que el ministerio da de plazo esta semana para recibir una propuesta de las patronales: “Si nosotros llegáramos al lunes próximo sin una propuesta alternativa de la patronal, tendremos que tomar alguna decisión”, ha reconocido. Pérez Rey ha criticado también a la CEOE por “fiarlo todo a un cambio de Gobierno”, haciendo referencia a las declaraciones de Garamendi de la semana pasada y ha defendido que “el resultado electoral del pasado 23 de julio estuvo claramente marcado por este objetivo de reducir la jornada” que afectará, según ha referido, a 12 millones de trabajadores cuando se llegue a las 37,5 horas.
“Cualquier estrategia es válida, pero prácticamente seis meses después de que la mesa haya llevado a cabo sus trabajos, que no haya ni una sola propuesta por escrito no supone un panorama para estar orgullosos”, ha señalado el secretario de Estado criticando que CEOE “todavía no se ha pronunciado más allá de lanzar mensajes apocalípticos”. En contraste, Mari Cruz Vicente, secretaria de Acción Sindical de CCOO, ha calificado de “positivo” el documento enviado el pasado viernes y Fernando Luján, vicesecretario de Política Sindical de UGT, ha asegurado que el texto recoge sus objetivos, aunque propondrán alguna “mejora técnica”: “No tenemos ninguna pega en cuanto al fondo”, ha añadido.
En relación con este tema, el portavoz y vicesecretario de Cultura del PP, Borja Sémper, ha señalado en una rueda de prensa este lunes que si el Gobierno busca “imponer” la reducción de la jornada laboral sin el acuerdo de los empresarios “será una filfa” y llevará a la “frustración” de quienes lo defienden con “tanto ardor”. Ha añadido al respecto que “el diálogo social no es tal si no existe diálogo”, subrayando que los empresarios forman parte los agentes sociales. A su entender, el Gobierno “ni hace diálogo ni es social, lo que pretende es imponer” sus medidas.
Endurecimiento del control horario y adaptación de la parcialidad
El borrador contempla la modificación del artículo 34 del Estatuto de los Trabajadores, fijando la jornada máxima legal en 38,5 horas en 2024 y en 37,5 horas en 2025. Además, endurece el registro de la jornada laboral, obligatorio para todas las empresas desde 2019, haciéndolo digital y facilitando el acceso a la Inspección de Trabajo y Seguridad Social. También se fijan multas más altas por trabajador en vez de por empresa, que podrán llegar hasta los 10.000 euros.
Como ya adelantó el Ministerio de Trabajo, la reducción se hará sin que aumenten las horas extras máximas anuales, un total de 80. Por otra parte, los trabajadores a tiempo parcial tendrán derecho a seguir haciendo la misma jornada que hasta la reducción, pero la empresa deberá incrementar sus salarios de manera proporcional. En caso de que un trabajador parcial siga queriendo mantener el mismo porcentaje de parcialidad o de reducción de la jornada, tendrá derecho a solicitarlo, reduciendo así el tiempo trabajado sin reducción de salario. Además, el documento detalla que los contratos a tiempo parcial que igualen o superen a la jornada máxima semanal prevista “se convertirán automáticamente en contratos de trabajo a tiempo completo”.