El aumento del 21% de los aranceles a los vehículos eléctricos chinos acordado por la Comisión Europea puede tener un damnificado colateral: el sector del porcino español, que corre el riesgo de que sus exportaciones a China se reduzcan tras la decisión del gigante asiático de iniciar una investigación por competencia desleal -’antidumping’- contra las importaciones de carne de cerdo y sus derivados procedentes de la Unión Europea.
Y es que, a pesar de que la investigación afecta a todos los países de la unión, el más perjudicado por esta represalia es España debido a que es el principal exportador de cerdo a China, tanto a nivel comunitario como mundial.
El pasado año, las exportaciones españolas de porcino a China superaron las 560.000 toneladas, por un valor de 1.223 millones, lo que convirtió al país asiático en el destino del 20,33% de las ventas españolas exteriores de porcino. También la venta de cerdo supone la mayor partida dentro de las exportaciones agroalimentarias españolas a China, con un 61% del total, según datos de la Interprofesional del Porcino de Capa Blanca (Interporc), la patronal del sector.
Subida de aranceles y caída de las ventas
La petición para investigar las importaciones de cerdo europeo la presentó, el pasado día 6 de junio, la Asociación China de Ganadería y está enfocada en los productos importados en 2023 y en los “‘daños”' que estas compras provocaron al sector chino entre 2020 y 2023. Entre los productos que se analizarán, se encuentran la carne de cerdo y casquería, la grasa y los derivados de ella y de vísceras.
El resultado de estas pesquisas podría originar una subida de los aranceles de los productos del cerdo, que ahora oscilan entre el 12% y el 20%. Este incremento provocaría un aumento del precio de estos productos y una posible bajada de las ventas, señalan fuentes del sector.
No obstante, tienen la esperanza de que la investigación se quede en nada. “China es un país muy grande que necesita mucha alimentación”, señala Pedro Barato, presidente de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja), por lo que espera que las consecuencias de la subida de los aranceles a los coches eléctricos “las paguen otros, no el sector de la alimentación”.
También con el objetivo de que la investigación abierta no termine penalizando al cerdo español, desde Interporc abogan por “el entendimiento en las relaciones comerciales entre la Unión Europea y China”, ya que “las guerras comerciales no son buenas para nadie”, y dicen que colaborarán “aportando toda la información que soliciten las autoridades chinas”.
Que el Gobierno “actúe”
Por su parte, la Interprofesional del Cerdo Ibérico (Asici) ha lamentado que China abriera la investigación y ha pedido al Gobierno español que actúe para “intentar aliviar” esa posible carga arancelaria. Y es que los productos del cerdo ibérico comparten partida arancelaria con los del cerdo blanco, por lo que también están afectados, a pesar de que no sean una competencia directa de los productores de porcino de capa blanca chinos. Inciden en que la investigación llega en un “momento en el que el ibérico estaba apostando mucho por China” como “destino prioritario”, después de que en los últimos cinco años haya incrementado un 104% las ventas de jamón serrano e ibérico al gigante asiático.
También desde la asociación empresarial cárnica Anafric piden al Gobierno español que fuerce a la Comisión Europea “a un contexto de negociación con las autoridades chinas, dado el enorme perjuicio económico que esta investigación supone para nuestras exportaciones”. Para ello, el presidente de la asociación, José Friguls, se ha puesto en contacto con el Gobierno español y la patronal europea UECBV, con el objetivo de “tratar de poner remedio a este tira y afloja entre potencias, que afecta a España como primer exportador”.
El sector agroalimentario, una ‘víctima colateral’
Una petición de la que el Ejecutivo español se ha hecho eco. Luis Planas, ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, se ha quejado de que el sector agroalimentario se utilice en ocasiones como “instrumento” en problemas que le son ajenos y cree que eso “no es bueno”, por lo que “hay que buscar vías de solución”. Espera que “se pueda llegar a un acuerdo sin la necesidad de la imposición de ningún tipo de arancel”.
También el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, se ha pronunciado sobre la investigación y considera que hay que “evitar una escalada de medidas de represalias en el ámbito comercial”.
Por el momento, el sector del porcino español espera con calma el resultado de la investigación que se abrió el 17 de junio y que, según el Ministerio de Comercio de China, puede prolongarse un año e incluso ampliarse otros seis meses adicionales bajo circunstancias especiales.