Insecto originado en el sudeste asiático, el mosquito tigre (Aedes albopictus) es ya una realidad en España. En las últimas décadas ha invadido muchos países y hoy puede encontrarse en prácticamente todo el mundo, en parte a causa de la globalización, que ha permitido su expansión. Desde que se detectase por primera vez en el año 2004, en la provincia de Barcelona, el mosquito tigre se extiende por toda la costa mediterránea y se adentra poco a poco hacia el interior.
Los expertos lo han localizado en más de 40 provincias españolas y en 2023, gracias a la colaboración ciudadana, se detectó por primera en Galicia y en 96 municipios de diferentes puntos de la geografía nacional.
Las picaduras del mosquito tigre
El mosquito tigre es negro y pequeño, de entre 6 y 9 milímetros de longitud. Lo más característico de este animal tal vez sea la línea blanca que recorre la parte posterior de su cabeza y tórax. Sus patas son negras con manchas blancas, lo que le da un aspecto de cebra. A diferencia de otros mosquitos, el tigre es diurno y su pico de actividad lo realiza tanto a primera hora de la mañana como durante la tarde, hasta la puesta de sol. La época de actividad del mosquito tigre comienza a finales de abril y puede alargarse hasta principios de noviembre. Las lluvias, que les proporcionan lugares donde criar, y las altas temperaturas favorecen el crecimiento de sus poblaciones. Por ello, el máximo de abundancia se detecta a finales de agosto y septiembre.
Son las hembras las responsables de las picaduras, pues necesitan las proteínas de la sangre para desarrollar sus huevos. Este mosquito puede picar varias veces para única comida y puede provocar unas cuantas ronchas. Dado que vuelan a baja altura, las picaduras suelen producirse en las piernas y de hecho pueden llegara atravesar los calcetines para alcanzar los tobillos.
El dengue o la fiebre amarilla: las enfermedades transmitidas por el mosquito tigre
El mosquito tigre se considera un problema de salud pública por su capacidad de transmisión de enfermedades. En la práctica, las principales que puede contagiar en España son el dengue, el Zika, chikungunya y fiebre amarilla.
El dengue es una enfermedad que causa millones de infecciones en el mundo cada año. Sus síntomas leves son similares a los de la gripe, mientras que en los casos más severos puede ocasionar un sangrado intenso y descenso repentino de la presión arterial. La enfermedad del Zika, por su parte, es asintomática en el 80% de los casos y en los que sí se presentan, suelen ser leves, con fiebres y erupciones cutáneas que suelen durar de 2 a 7 días.
La enfermedad por el virus de Chikungunya provoca por su parte fiebre alta, dolor de cabeza, dolores en las articulaciones y dolor muscular que puede ir seguido de una erupción cutánea. La mayoría de los pacientes tienden a sentirse mejor entre 7 y 15 días después del inicio de síntomas. La fiebre amarilla es la más grave de las enfermedades trasmitidas por el Aedes. Comienza de forma brusca, con mucha fiebre, escalofríos y dolor de cabeza, pero también puede provocar dolores musculares, náuseas y vómitos. La principal forma de prevenirla es a través de una vacuna.
En España, el dengue y chikungunya son enfermedades de declaración obligatoria a la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (RENAVE) desde el año 2015 y en 2016 se aprobó la vigilancia de Zika en la RENAVE. Desde 2016 a 2023 se han notificado un total de 3.828 casos de enfermedades transmitidas por Aedes, siendo más del 99% casos importados. El mosquito tigre sí ha producido brotes de Chikungunya en Italia y Francia. Francia, Croacia y España también han tenido casos autóctonos de dengue transmitidos por el Aedes. En 2019 se constataron en Francia los primeros casos de Zika autóctonos en Europa, con el mosquito tigre implicado en ellos.
El riesgo de que a partir de un caso importado se produzcan casos autóctonos de estas enfermedades en periodos de actividad vectorial alta (de mayo a noviembre) se considera desde el Ministerio de Sanidad moderado para dengue y chikungunya, y muy bajo para Zika. Respecto al desarrollo e impacto de las enfermedades provocadas por los mosquitos autóctonos en el país, el riesgo se considera bajo dado que la mayoría de los casos desarrollarían enfermedad leve. Además, “el Sistema Nacional de Salud es capaz de detectar y manejar de forma correcta los casos”.
El mosquito también puede transmitir la dirofilariasis canina, también denominada como el “gusano del corazón”, una enfermedad provocada por nematodos parásitos. El parásito afecta principalmente a perros y otros cánidos, como lobos, zorros y coyotes.