Dicen que muchos artistas no encuentran el verdadero reconocimiento en vida, sino después. Es triste pensar que en muchos casos un repentino fallecimiento supone una mayor gloria y leyenda a un artista musical cuya obra debería de valer por sí misma, pero la lista de casos da buena prueba de ello. Ahí está el famoso Club de los 27 que integran leyendas de los 70 como Jimi Hendrix, Janis Joplin o Jim Morrison y otros más contemporáneos como Kurt Cobain o Amy Winehouse. Esta última precisamente ha tenido hace nada su propia película, Back to black, en uno de los muchos intentos de la industria por mantener vivo el icono y de paso lucrarse de esa figura maldita.
También británica y coetánea de Winehouse era y sigue siendo Aimee Anne Duffy, quien como la cantante de Rehab llegó a ser toda una celebridad a finales de los 2000 por su poderosa voz y por su capacidad para llevarse el pop a otros terrenos, en su caso el soul y en gran medida el R&B, gracias a canciones como Mercy, el gran hit con el que se daría a conocer y por el que se la recuerda hoy día. Porque no, Duffy no murió al llegar a los 27, pero sí vivió una experiencia tan traumática que la alejó del mundo de la música desde esa edad y que provocó que cayese en el completo olvido.
Ahora que cumple 40 años, es momento de repasar la carrera de esta gran cantante galesa cuya figura aún no ha obtenido el reconocimiento que merece, pero que en su día llegó a ser una de las artistas pop más importantes del mundo. Duffy, cuyo nombre completo es Aimee Anne Duffy, nació el 23 de junio de 1984 en Bangor, una pequeña ciudad galesa. Desde muy joven, mostró un interés notable por la música, influenciada por los discos de música soul que sus padres solían escuchar. A los 10 años, ya soñaba con convertirse en cantante profesional, y no pasó mucho tiempo antes de que comenzara a dar pasos concretos en busca de su sueño.
Después de una adolescencia pasada en su país natal, Duffy se mudó a Londres en busca de mayores oportunidades para desarrollar su carrera musical. Fue en la capital británica donde conoció a Bernard Butler, ex guitarrista de la banda Suede, con quien colaboró para dar forma al que sería su primer gran éxito.
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El éxito de “Rockferry”
En 2008, Duffy lanzó su primer álbum de estudio, Rockferry. Impulsado por el sencillo Mercy, el álbum fue un rotundo éxito internacional. La canción Mercy se convirtió en un himno y alcanzó el primer puesto en las listas de éxitos en varios países. Con su voz distintiva y su estilo influenciado por el soul de los años 60, Duffy capturó la atención del público y la crítica. Rockferry no solo le valió el reconocimiento mundial, sino también varios premios importantes. En los Brit Awards de 2009, Duffy ganó tres categorías, incluyendo Mejor Álbum Británico. Además, en 2009, se llevó a casa un premio Grammy en la categoría de Mejor Álbum Vocal Pop.
En 2010, Duffy lanzó su segundo álbum, Endlessly. A pesar de que contenía éxitos potenciales como Well, Well, Well, y de que recibió críticas generalmente positivas, no alcanzó el mismo nivel de éxito que su predecesor. Tras la promoción de Endlessly, Duffy comenzó a alejarse gradualmente del ojo público y de la industria musical. Los años siguientes fueron de silencio casi absoluto. Sin lanzamientos musicales y con pocas apariciones públicas, los seguidores de Duffy comenzaron a preguntarse qué había motivado su retiro tan repentino. Fue solo en 2020 cuando ella misma reveló la verdadera razón detrás de su desaparición.
“Era mi cumpleaños, me drogaron en un restaurante, me drogaron después durante cuatro semanas y viajé a un país extranjero. No recuerdo haber subido al avión y llegué en la parte trasera de un vehículo. Me metieron en una habitación de hotel y el agresor volvió y me violó. Recuerdo el dolor y el intento de mantenerme consciente en la habitación después de que ocurriera. Estuve un día más con él, no me miraba, tenía que caminar detrás de él, estaba algo consciente y retraída. Podría haberse desecho de mí. Me planteé huir a la ciudad o pueblo vecino, mientras él dormía, pero no tenía dinero y temía que me denunciara a la policía por haberme escapado y tal vez me localizaran como persona desaparecida. No sé cómo tuve fuerzas para aguantar aquellos días, pero sentí la presencia de algo que me ayudó a seguir viva. Volé de vuelta con él, mantuve la calma y la mayor normalidad posible en una situación así, y cuando llegué a casa, estaba sentada, aturdida, como un zombi. Sabía que mi vida corría un peligro inminente, me confesó veladamente que quería matarme. Con las pocas fuerzas que tenía, mi instinto fue entonces correr, huir y encontrar un lugar donde vivir que él no pudiera encontrar”, relató la cantante.
“Después de que ocurriera, un conocido vino a mi casa y me vio en el balcón mirando al vacío, envuelta en una manta. No recuerdo haber llegado a casa. La persona dijo que yo era de color amarillo y que parecía una persona muerta. Evidentemente estaban asustados, pero no querían intervenir, nunca habían visto nada igual. Comparto esto porque vivimos en un mundo herido y ya no me avergüenzo de que algo me haya herido profundamente. Creo que si hablas desde tu corazón, el corazón de los demás te responderá. Por muy oscura que sea mi historia, hablo desde mi corazón, por mi vida y por la vida de los demás, que han sufrido lo mismo”, añadía Duffy.
Tal experiencia traumática la llevó a retirarse de la vida pública y centrarse en su recuperación personal y salud mental. La revelación fue impactante y conmovedora. Duffy explicó que había necesitado tiempo para sanar y que, aunque se había mantenido alejada de los reflectores, había seguido cerca de la música en su propio espacio.
El regreso: ‘Something Beautiful’
A pesar del doloroso pasado, 2020 vio el regreso de Duffy a la escena musical. En marzo de ese año, sorprendió a sus seguidores al lanzar una nueva canción titulada Something Beautiful. La canción fue compartida inicialmente con el presentador de BBC Radio 2, Jo Whiley, y se lanzó como un regalo para levantar los ánimos durante la pandemia de COVID-19.
Más tarde, en el mismo año Duffy lanzó otra canción, River in the Sky, que publicó en su perfil de Instagram. Acompañada de un mensaje escrito a mano, Duffy expresó su deseo de compartir algo positivo con sus oyentes. La canción trata sobre encontrar esperanza y consuelo después de momentos duros, un reflejo claro de su propia experiencia personal. Aunque no se ha detallado en profundidad el proceso detrás de la composición, los oyentes pueden interpretar la melodía suave y las letras emotivas como un intento de Duffy de transmitir un sentimiento de paz y belleza en tiempos difíciles.
Un futuro incierto
Desde su reaparición en 2020, Duffy ha seguido manteniendo un perfil bajo, sin grandes anuncios sobre nuevos álbumes o giras en redes sociales. Se ha concentrado en su bienestar personal, manteniendo contacto con sus seguidores a través de las redes sociales de manera esporádica. Aunque no ha indicado planes específicos de lanzar un nuevo álbum, su regreso con Something Beautiful y River in the Sky mostró que su talento y pasión por la música siguen intactos. El retorno de Duffy a la música fue recibido con calidez y apoyo tanto por parte de sus seguidores como de la industria musical, que valoraron no solo su valentía para compartir su historia, sino también su capacidad para seguir adelante y crear arte a partir de su experiencia personal.