El testamento que determina que los herederos recibirán un piso en nuda propiedad en la herencia: no podrán usarlos durante años

Una de las principales preocupaciones de las personas que redactan sus voluntades es el destino de su cónyuge sobreviviente

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Hombre firmando un testamento (Freepik)
Hombre firmando un testamento (Freepik)

Hacer un testamento tiene numerosas ventajas, tanto para el causante -que se asegura de que se cumplen sus últimas voluntades-, como para los herederos -que pueden ahorrarse bastante tiempo y dinero en el proceso-. Al elaborarlo, es común que surjan interrogantes sobre cómo repartir la herencia entre los beneficiarios y manejarla de manera efectiva para el bienestar de todos. Una de las principales preocupaciones de las personas que redactan sus voluntades es el destino de su cónyuge sobreviviente.

Uno de los métodos que existen para cuidar el futuro del cónyuge sobreviviente es el testamento denominado “del uno para el otro”, mediante el que los cónyuges se legan los bienes entre sí para disfrutar de ellos tras el fallecimiento de uno de ellos. Este testamento otorga al cónyuge sobreviviente el usufructo universal y vitalicio de los bienes, permitiéndole su uso y disfrute mientras, pero no la nuda propiedad, que normalmente pasa a ser de los hijos.

Esto quiere decir que el cónyuge viudo podrá utilizar los bienes desde el momento del fallecimiento de su pareja y hasta que se muera, sin embargo, no estará autorizado para venderlos, ya que este derecho pertenece a los propietarios, que suelen ser los herederos forzosos y prioritariamente los hijos. De este modo, por ejemplo, si el cónyuge hereda una casa, podrá alquilarla o vivir en ella, pero no venderla.

Una posibilidad dentro de esta modalidad de testamento es que el usufructuario (el cónyuge viudo) y los propietarios (hijos) lleguen a un acuerdo para cuantificar y pagar el valor del usufructo, ya sea en efectivo o con bienes en propiedad. Además, el testamento “del uno para el otro” contempla que el viudo elija entre el usufructo vitalicio de toda la herencia o el pleno dominio de una tercera parte de la misma. Además, es importante recordar que el cónyuge tiene la opción de repudiar la herencia en su totalidad o de renunciar a favor de otro heredero o de una tercera persona, lo cual añade flexibilidad a este tipo de disposición testamentaria.

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Cautela Socini

Además, los testamentos “del uno para el otro” suelen incorporar la cláusula de cautela socini. Se trata de una disposición testamentaria que permite al testador asignar una parte significativa de su herencia a ciertos familiares con la condición de que estos cedan determinados bienes al cónyuge sobreviviente. Este mecanismo busca principalmente garantizar la protección del cónyuge viudo y reducir fricciones entre los herederos.

Al incluir esta disposición en un testamento, se consigue que, aunque la ley prioriza a los hijos en la distribución de la herencia, estos deban cumplir ciertas condiciones para asegurar el bienestar del cónyuge viudo. Según expertos legales, esta cláusula tiene dos funciones principales: en primer lugar, resguardar los derechos del cónyuge mediante la asignación directa de bienes, y, en segundo lugar, prevenir disputas legales prolongadas entre los herederos al promover una repartición ordenada y pacífica de los activos.

La Cláusula Socini es un recurso valioso para que el testador mantenga un mayor control sobre la distribución de su patrimonio. Además, contribuye a que el cónyuge sobreviviente reciba el apoyo necesario después del fallecimiento del testador, minimizando la posibilidad de prolongados conflictos familiares que puedan surgir por la herencia.

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