Apenas diez minutos duró ayer la declaración de Brian Raimundo C. el joven acusado de la violación a una menor la noche de Halloween de 2021 en Igualada, en Barcelona. El hombre, de 24 años, solo respondió a las preguntas de su abogado, en las que negó haber cometido la brutal agresión, y aseguró que “no se reconoce” en las cámaras de seguridad que se encontraban cerca del polígono industrial donde fue violada.
Previamente, el perito de los Mossos d’Esquadra que realizó el informe sobre el perfil criminológico, caracterizó al acusado como un “delincuente sexual homicida” que “buscaba causar el máximo daño” a su víctima, alargando el “sufrimiento”. Raimundo se enfrenta a 45 años de cárcel por los delitos de asesinato en grado de tentativa y agresión sexual. La joven tuvo que estar hospitalizada durante casi un año en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y sufrió un traumatismo craneoencefálico y una ruptura craneal y otras lesiones por todo el cuerpo, además de que según la Fiscalía, la joven arrastra “estrés postraumático grave y desestabilización personal”.
Asi mismo, el perito ha explicado ante el tribunal que la “finalidad” de su agresión, más allá de satisfacer sus deseos sexuales, era buscar y causar el “máximo dolor y daño” a la víctima: “Le alargó el sufrimiento” y “la dejo en un estado de absoluta fragilidad”, ha asegurado. Por este motivo le ha calificado de “delincuente sexual homicida”.
Ha resaltado, su “falta de empatía” hacia la menor, a la que dejó “abandonada, desnuda, en una zona oscura y apartada -del polígono industrial en el que se cometió la brutal violación- y con lesiones muy graves”, que incluso, según ha asegurado, podría haberle conducido a la muerte. La joven fue encontrada por un camionero que se encontraba trabajando, que encontró en un callejón el cuerpo de la víctima ensangrentada, semidesnuda y “temblando” de frío”.
El experto asegura que no tuvo remordimientos
El perito ha constado que la agresión sexual fue “muy violenta”, según los expertos, “excesiva”, ya que “superó la barrera” de la violencia “justa y necesaria” que suelen emplear los agresores sexuales. Por ello, el perito ha afirmado que el violador “no tuvo ningún tipo remordimiento” tras la brutal violación de la que para entonces era menor.
Según este perito, en agresiones sexuales tan violentas a víctimas “desconocidas”, como en este caso, el violador tiene un porcentaje de reincidencia del 70%, porque son personas que “no han resuelto sus conflictos” internos. Los informes sobre el perfil criminal y psicológico elaborado por los Mossos d’Esquadra durante la fase de instrucción de la causa, y que figuran en el sumario, lo definen como una persona con comportamientos “vejatorios y humillantes” con las mujeres para “dañarlas” física y moralmente. Asimismo, a nivel psicológico, los informes describen al violador de Igualada como una persona “impulsiva, incapaz de gestionar escenarios de frustración delante de escenarios de enfrentamiento, conflicto o rechazo, con la capacidad de ser violento si la situación lo requiere, con una sexualidad no normalizada.
Los peritos que evaluaron a la víctima han relatado ante el tribunal que la joven sufre secuelas como estrés postraumático y ansiedad depresiva que, con una probabilidad “muy alta”, son “irreversibles” y pueden afectar a su vida laboral y a futuras relaciones sentimentales o sexo-afectivas. Entre otros síntomas, la joven tiene pensamientos suicidas, una “visión pesimista” de la vida, está en “alerta constante”, tiene miedo y sufre alteraciones del sueño.
* Con información de la Agencia EFE