El Ministerio de Cultura ha anunciado este jueves que el Gobierno ya ha comenzado a tramitar la extinción de la Fundación Francisco Franco. En palabras del titular de la cartera, Ernest Urtasun, ha recordado que la Ley de Memoria Democrática la considera contraria al interés general “la apología del franquismo que ensalce el golpe de Estado y la dictadura”. El procedimiento se desarrollará en tres fases, aunque no ha detallado los tiempos ni los plazos. La Fundación, que fue presidida por la hija del dictador, Carmen Franco y Polo, desde sus inicios hasta su muerte en 2017, y actualmente por su bisnieto Luis Alfonso de Borbón y Martínez-Bordiú, se creó para “difundir y promover el estudio y conocimiento sobre la vida, el pensamiento, el legado y la obra” de Franco.
Este “legado” no es lo único que dejó el dictador que rigió España entre el 1938 y 1973. Tras su fallecimiento el 20 de noviembre de ese mismo año, Franco dejó la herencia en un testamento que dejó hecho casi ocho años antes de su muerte. A él tuvo acceso el diario El Mundo en 2018, donde este le entregaba 28,5 millones de pesetas (177.410,07 euros al cambio con la inflación a mayo de 2024), a su mujer, Carmen Polo, y su hija, también llamada Carmen. Así mismo, Franco también les dejó valores en sociedades y cuentas, mansiones, otras fincas e inmuebles. La más conocida es el Pazo de Meirás, que fue propiedad de la escritora Emilia Pardo Bazán hasta que fue expropiada por el dictador, que en 2020 fue recuperada como patrimonio público.
Según informó el diario, Carmen Polo se quedó con la mitad de su participación en los bienes gananciales (14.250.157,69 pesetas) y con el tercio de libre disposición (4.750.052,56 pesetas), tras la renuncia de la viuda de Franco a su cuota legal usufructuaria. Carmen Franco, por su parte, recibió 9.500.105,13 pesetas. En diversas cuentas, tres en Oviedo y una en Madrid, Franco y su esposa tenían un saldo total de 1.004.890,38 pesetas y acciones en diferentes compañías valoradas en 1.457.425 pesetas.
Sus propiedades: de palacios a fincas
Hasta su fallecimiento, el 6 de febrero de 1988, Carmen Polo recibió una pensión anual de 12.529.440 pesetas (181.104 euros ajustados a 2019). Su pensión superaba en cuatro millones de pesetas, lo que ganaba al año el presidente del Gobierno, Felipe González. A pesar de que se aseguraba que “Franco es austero”, argumentaba un libro para los escolares españoles en 1953″ según Vanity Fair, en 1975, se especulaba que la fortuna de Franco oscilaba entre 1.000 y 100.000 millones de pesetas, pero debido a que muchas propiedades estaban a nombre de testaferros y se vendieron posteriormente, no era posible determinarlo. Sin embargo, al morir Franco, se contabilizaron 22 propiedades inmobiliarias en Madrid, Córdoba, A Coruña, Guadalajara y Málaga. Además, se desconocían los bienes en Filipinas, Miami o Suiza.
En noviembre de 1937, en plena Guerra Civil, José María de Palacio y Abarzuza, conde de las Almenas, dejó en su testamento a Franco la finca el Canto del Pico, de 820.000 metros cuadrados, con la Casa del Viento, un palacio declarado monumento nacional. Este legado, vendido en 1988 por 320 millones de pesetas a un empresario hotelero, hizo millonarios a los nietos de Franco. La Casa del Viento, a pesar de su valor catastral, era un lugar de gran valor sentimental para Franco, donde tomaba decisiones importantes. Este lugar, aunque menos conocido que el Pazo de Meirás y la finca de Valdefuentes, donde hoy se encuentra el centro comercial Xanadú, tres polígonos y 3.000 viviendas, era el refugio favorito de Franco, adonde se retiraba para tomar las decisiones importantes.
Ya en julio de 2018, en la notaría de Luis Pérez-Escolar, los siete nietos del director, Carmen, Mariola, Francis, Arancha, Merry, Cristóbal y Jaime, se reunieron para conocer las últimas voluntades de su madre, Carmen Franco, donde Todos menos Arancha han tenido descendencia, 13 bisnietos del dictador que conforman su gran familia, como explicó Vanitatis. Los nietos de Franco poseen actualmente hasta 27 fincas en Sada relacionadas con este palacete gallego.