La pensión de jubilación es una prestación contributiva que se obtiene tras haber cotizado a la Seguridad Social durante un mínimo de 15 años, incluyendo al menos dos años consecutivos justo antes de solicitarla. En España, la edad para pedirla es de 66 años y 6 meses, aunque se reduce a 65 años para quienes han cotizado por un periodo de 38 años y 6 meses.
Sin embargo, para las personas que no han podido cotizar el tiempo mínimo necesario, que se encuentran en situación de vulnerabilidad social y carezcan de recursos suficientes para su subsistencia en los términos legalmente establecidos, existe la pensión no contributiva de jubilación.
Para el año 2024, el requisito principal para acceder a este tipo de pensiones es disponer de unos ingresos anuales inferiores a los 7.250,60 euros. Además, es necesario haber cumplido 65 años y haber residido legalmente en el país durante 10 años, de los cuales dos deben ser consecutivos y anteriores a la solicitud de la pensión.
La gestión de este tipo de pensiones es competencia de las Comunidades Autónomas y las Direcciones provinciales del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO), asegurando así una atención cercana y directa a los beneficiarios. La cuantía individual de la pensión se determina según el número de beneficiarios que forman parte de la misma unidad económica de convivencia y los ingresos tanto personales como de las personas que la componen. Esta cantidad no puede ser inferior a 1.812,65 € anuales, lo que representa el 25% del importe total para el año 2024.
Compatibilidad de la pensión no contributiva de jubilación
El sistema establece algunas condiciones de compatibilidad e incompatibilidad de pensiones para garantizar la justicia y equidad del sistema. Como asegura el IMSERSO en su página web, la pensión no contributiva de jubilación es incompatible con la pensión no contributiva de invalidez, con las pensiones asistenciales, así como con la condición de causante de la asignación familiar por hijo a cargo mayor de 18 años y con discapacidad igual o superior al 65%. Es decir, que generalmente no se permite la acumulación de dos o más pensiones dentro del mismo régimen, con la excepción de la pensión de viudedad.
Revalorización de la pensión en 2024
El Consejo de Ministros aprobó a finales del año pasado una importante actualización en la estructura de las pensiones, implementando un incremento general del 3,8% para las pensiones contributivas y un aumento del 6,9% en las pensiones no contributivas. Esta decisión histórica ha permitido ajustar al alza 11,8 millones de pensiones y prestaciones a partir de 2024, demostrando el compromiso del gobierno con el bienestar de jubilados y personas con discapacidad.
Las pensiones no contributivas, tanto de jubilación como de invalidez, han aumentado hasta los 7.250,60 euros anuales, lo que corresponde a 517,90 euros mensuales distribuidos en 14 pagos. Este ajuste ha sido significativo al asegurar un mayor incremento en las pensiones más bajas, impactando directamente en la reducción de la brecha de género y subrayando uno de los pilares fundamentales de la política social del gobierno.