El acusado de la violación a la menor en Igualada niega los hechos y asegura que “no se reconoce” en las cámaras de seguridad

Brian Raimundo C. está siendo juzgado esta semana ante el tribunal de la Audiencia de Barcelona por la violación a la menor en Igualada, Barcelona, en la noche de Halloween de 2021, y por el que se enfrenta a 45 años de cárcel. Durante la madrugada del 1 de noviembre de ese año, la víctima, una joven de 16 años en aquel momento, fue brutalmente violada. A raíz de lo ocurrido, la joven ha estado casi un año ingresada en la UCI. Las pruebas, entre las que se encuentran 155 cámaras de seguridad o el ADN de la víctima en la chaqueta del acusado, son las que señalan a Raimundo como el violador de la que para entonces era menor. Sin embargo, el supuesto autor de los hechos lo ha vuelto a negar, tras ya haberlo hecho previamente en fase de instrucción.

En el juicio, que este jueves ha comenzado a las 14.00 horas, ha asegurado que no se reconoce en las cámaras de seguridad que los Mossos d’Esquadra han estudiado para identificar al violador, y que se encontraban en todo el polígono industrial donde está situada la discoteca Epic a la que la víctima acudió previamente a que sucedieran los hechos. Así lo ha explicado el acusado durante la cuarta sesión del juicio, que comenzó el lunes 17 de junio. “La noticia fue muy grande”, ha asegurado cuando se enteró de la acusación.

Al ser preguntado por si en algún momento de la noche cometió los hechos, lo ha negado rotundamente: “No”. De la misma manera, también ha justificado por qué el ADN de la víctima se encontraba en su chaqueta. “El día que salí de fiesta me la encontré porque la mía la perdí”. Raimundo ha añadido que “estaba bastante mal, no podía ni caminar” y que más tarde se quedó dormido en un banco. Asegura que al despertar buscó la dirección de su casa en Google Maps porque no sabía dónde se encontraba. El acusado ha manifestado que tenía “varios problemas con amigos y familiares”, motivo por el que empezó a beber sin control y a consumir drogas, aunque nunca se ha sometido a ningún tratamiento para remediarlo.

Esa madrugada de Halloween, la chica, de tan solo 16 años, había pasado la noche con un chico al que conocía de antes. Los dos se fueron a un lugar apartado, dentro del polígono donde se encuentra la discoteca. Allí mantuvieron relaciones sexuales, pero a eso de las 6:00 de la mañana, se despidieron y él se fue a casa en el coche del padre de un amigo que fue a buscarlos. Lo último que le dijo la chica es que iba a ir con unos amigos, por lo que no se iba a volver sola.

Según la Fiscalía, la joven estuvo con un conocido antes de separarse alrededor de las seis de la mañana, momento en que una cámara de seguridad la captó caminando hacia la estación de tren para encontrarse con una amiga. Detrás de ella aparece una persona que, según declaró en el juicio la sargento de los Mossos que llevó el caso, “poco a poco” se va acercando a la menor.

A las 6:14 otra cámara captó al mismo hombre corriendo para alcanzar a la joven, y ambos entraron en una calle perpendicular. En uno de los callejones que sale de esta vía, entre dos naves industriales y en una zona poco transitada, el agresor violó a su víctima. Las imágenes, obtenidas tras un minucioso visionado de 155 cámaras de seguridad de diferentes empresas del polígono industrial, muestran que nadie más entra ni se acerca a ese callejón.

La Fiscalía mantiene en su escrito de acusación, que a lo largo de 20 minutos el procesado golpeó a la chica en varias partes de su cuerpo, mientras la sujetaba con fuerza, y la penetró “de manera brutal”, incluso con objetos, demostrando así su “absoluto desprecio a su condición como mujer”. Tras la violación le propinó un “fuerte golpe en la cabeza con un objeto contundente” y la dejó abandonada en el suelo. A las 6:42, las imágenes de una tercera cámara muestran al sospechoso escapando del lugar del crimen. La joven fue encontrada en el amanecer por un camionero que vio el cuerpo de la víctima ensangrentada, semidesnuda y “temblando” de frío”, según ha declarado como testigo.

Tras la agresión tuvo que estar hospitalizada durante casi un año en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y sufrió un traumatismo craneoencefálico y una ruptura craneal y otras lesiones por todo el cuerpo, además de que según la Fiscalía, la joven arrastra “estrés postraumático grave y desestabilización personal”. Brian Raimundo, de 24 años, se enfrentaa 45 años de prisión por los delitos de asesinato en grado de tentativa y agresión sexual, según el informe de acusación de la Fiscalía. En caso de ser condenado, el acusado asegura que “preferiría cumplir la pena en España”.

* Con información de Europa Press