Una jubilada británica que se mudó a un pueblo de España explica cuánto ahorra en nuestro país: “La vida es muy relajada”

Cada vez más personas optan por pasar su jubilación en países diferentes al de su residencia habitual. Una de las principales referencias en este sentido es el Índice Global de Jubilación (Global Retirement Index), elaborado anualmente por la revista International Living. Según el último informe, España ocupa la quinta posición en este ranking, detrás de Costa Rica, Portugal, México y Panamá.

El estudio considera factores como el clima, la seguridad y la calidad de vida. En el caso de nuestro país destaca su clima variado y la diversidad geográfica, con opciones que abarcan desde playas hasta montañas. Valencia y Andalucía son citadas como zonas particularmente atractivas, aunque el verano intenso en algunas regiones puede ser un punto negativo menor.

El sistema sanitario español, situado en el séptimo puesto global según la OMS, es otro de los puntos fuertes. La esperanza de vida en España es de aproximadamente 82 años, cifra superior a la de países como Estados Unidos. La alimentación mediterránea, la infraestructura para el ejercicio y la menor dependencia de vehículos privados contribuyen positivamente a estos números.

Otro factor relevante es el coste de vida. Se estima que una pareja jubilada puede llevar un estilo de vida cómodo con un presupuesto mensual de entre 2.000 y 3.000 euros. En este aspecto, ciudades como Madrid y Barcelona son más costosas, mientras que regiones como Valencia y Andalucía ofrecen opciones más económicas.

Por todos estos motivos, España es un país muy atractivo para jubilados extranjeros como Lynne Eyre-Bower, la británica protagonista de esta historia.

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Lynne decidió mudarse de Cornualles (Inglaterra) a un pequeño pueblo de Valencia. En concreto, eligió el municipio de Catral (Alicante), un enclave tranquilo rodeado de naturaleza donde destaca el Parque Natural del Hondo, un humedal que alberga numerosas especies de aves y ofrece rutas marcadas para caminantes y ciclistas. Este parque es conocido por ser un punto destacado para la observación de aves, por lo que llevar prismáticos es una recomendación frecuente.

Lleva dos años viviendo en esta localidad de poco más de 9.000 habitantes, ya habla un castellano fluido, tiene vecinos españoles y está asentada en su nueva vida con 65 años, tal y como señala un reportaje del diario Daily Mail.

Lynne compró su casa de tres habitaciones en el pueblo por un precio de 75.000 euros (el precio medio de la vivienda en Cornualles es de 350.000 euros), pero el coste de la vida no es el único factor que impulsó su mudanza a nuestro país. Los 300 días de sol al año y la popularidad de Alicante entre los británicos también son importantes: “Es genial poder tomar algo en una terraza o en jardines de amigos. La vida es más relajada aquí y puedo vivir con mis medios”, indica.

El precio de la electricidad, el agua y el aire acondicionado es un 40% menor en España que en Reino Unido. La factura de electricidad mensual es de 64-65 euros, paga 289 euros al año por el seguro de la casa y un total de 408 euros entre los impuestos del coche y su correspondiente seguro. Asimismo, tiene un perro y dos gatos, cuyos gastos de veterinario y otras necesidades también son menores que en Reino Unido.

Por otro lado, cuando cumpla 66 años recibirá la pensión de Reino Unido, aunque después de haber trabajado 23 años no ingresará el máximo posible, sino una cuantía que rondará los 165 euros semanales.