Los hospitales españoles cierran más de 10.400 camas este verano

El sindicato SATSE alerta de que se trata una tendencia al alza desde la pandemia

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Imagen de archivo de un
Imagen de archivo de un hospital en España (EUROPA PRESS)

Los hospitales españoles planean cerrar al menos 10.463 camas este verano debido a la falta de profesionales, según han comunicado las consejerías de Sanidad al Sindicato de Enfermería (SATSE). A falta de recabar datos de la Comunidad de Madrid, la cifra supera las 9.809 camas cerradas en 2023 y supone alrededor de 2.000 camas menos que las abiertas durante el periodo estival en 2022, cuando se cerraron 8.594 camas en el conjunto del Estado.

El sindicato de Enfermería confirma así una tendencia ascendente que se produce “una vez superada la pandemia del covid-19″. “Se trata de una cifra global ‘a la baja’, ya que distintos centros y servicios no han querido facilitar los datos, argumentando que dependerán de la evolución futura de la situación”, aclara SATSE en una nota de prensa.

Por comunidades autónomas, es Andalucía la que más camas de hospital cerrará en los meses más calurosos, un total de 2.500 camas de su servicio de salud. Por detrás le sigue Cataluña (2.079) y Comunidad Valenciana (1.002). Por contra, en Canarias serán 70 camas menos de la cifra regular este verano, mientras que La Rioja cerrará 54 y Cantabria, 52.

Falta de personal sanitario

La organización sindical de enfermeros critica que “un año más, las administraciones públicas no han cubierto el total de las vacantes por periodo vacacional, bajas por enfermedad y otro tipo de situaciones”, lo que supondrá “un aumento de la sobrecarga laboral” para los sanitarios y en especial las enfermeras. “El porcentaje de personal que no se sustituye llegará hasta el 40-50 por ciento en el caso de algunas comunidades autónomas”, alerta SATSE, aunque estos podrían ser mayores pues los datos “se ven maquillados precisamente por ese cierre de camas y servicios, que en realidad tiene como objetivo ahorrarse sustituciones moviendo al personal de un servicio a otro”.

La falta de profesionales sanitarios es un problema que enfrentan todas las comunidades autónomas de cara al verano. La situación se ha visto este año acusada por el descuadre en la formación de los médicos MIR que, debido a la pandemia, comenzaron meses tarde sus residencias y no contarán con su especialización hasta el final del verano, lo que impide que sean contratados como facultativos.

Tras las quejas presentadas por parte de las regiones gobernadas por el Partido Popular, el pasado 5 de junio se celebró con Consejo Interterritorial para tratar la planificación de cara al verano. Algunas consejerías de Sanidad han planteado la contratación de los residentes de último año para afrontar estos meses. El Ministerio ha recordado la necesidad de contar con un supervisor al que acudir “en caso de duda o ante situaciones complejas”, si bien estos MIR deben ser capaces de “hacerse cargo de forma autónoma y completa de una consulta”.

Otras, como País Vasco, han optado por reducir los horarios de apertura ante la bajada de demanda de atención sanitaria. Mientras, comunidades como Andalucía anunciaron la contratación de 10.000 profesionales de media entre julio y septiembre. El caso más polémico se ha encontrado en Extremadura, donde se ha planteado la contratación de médicos extracomunitarios que no cuentan con la especialización, un requisito indispensable para ejercer la medicina en España.

SATSE ha lamentado que pese a sus denuncias, las consejerías y el Ministerio de Sanidad “no llegasen, tampoco este año, a un acuerdo en el seno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud para acabar con los problemas de la sanidad en los meses de verano”. El sindicato ha reprochado a Sanidad y a las comunidades que se hayan enzarzado en lanzarse críticas unos a otros, en función de su línea política, sin buscar sinergias ni puntos en común

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