La Justicia archiva la denuncia contra un extrabajador de la CNMC por acceder a los servidores con las claves de un compañero

El investigado se enfrentaba a penas de hasta tres años de prisión por el acceso prohibido a ficheros que supuestamente manipuló

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Sede de la CNMC en Madrid. (Europa Press)
Sede de la CNMC en Madrid. (Europa Press)

Un juzgado de Getafe ha archivado la denuncia contra un extrabajador de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) tras cuatro años de batalla judicial, según ha podido saber Infobae España. Un compañero lo denunció por acceder, supuestamente, con sus claves a los servidores del organismo público y a ficheros reservados que presuntamente manipuló.

El denunciante comenzó a detectar “cosas extrañas” en los accesos al sistema en julio de 2020. Antes de interponer la denuncia, acusó internamente a su compañero de haberle sustraído las credenciales para alterar ficheros de la CNMC. A raíz de estas afirmaciones, el organismo público despidió al trabajador y el otro empleado interpuso una denuncia por la comisión de un presunto delito de daños informáticos, castigado con penas de prisión de seis meses a tres años.

El Juzgado de Instrucción número 7 de Getafe abrió una investigación y ordenó practicar las primeras diligencias, entre ellas las declaraciones ante el juez del denunciante y el investigado, además de varios testigos. El primero aportó a la causa una serie de gráficos que supuestamente probaban el acceso irregular a los servidores de la CNMC y la manipulación de varios ficheros.

Por su parte, el investigado aseguró no haber sustraído las claves de su compañero, motivo que acabó ocasionando su despido. También explicó que ambos competían por el mismo puesto de trabajo, lo que, a su juicio, habría motivado la denuncia. Su defensa, ejercida por el abogado Juan Gonzalo Ospina, de Ospina Abogados, entregó al juzgado una sentencia fechada en 2021 y en la que se declaraba que el despido de su cliente de la CNMC había sido declarado improcedente y el organismo público había sido condenado a abonarle una indemnización de 6.000 euros.

Tras practicarse las diligencias de investigación, el abogado del investigado presentó un escrito en el que defendía la “inexistencia de indicios de criminalidad” en la actuación de su cliente. El letrado tachaba de “sumamente extraño” que la denuncia partiera de otro trabajador de la CNMC y no del propio organismo público. Además, ponía de relieve la “mala relación entre las partes y la manifiesta enemistad por parte del denunciante frente al investigado, ya que competían por el mismo puesto de trabajo”.

Denunciante e investigado competían por un puesto de trabajo

A juicio de la defensa, existía un “ánimo espurio” en la interposición de la denuncia, que estaba basada en “meras especulaciones y manifestaciones del denunciante” que no iban acompañadas de informes técnicos que sostuvieran su versión. “La realidad es que el denunciante y mi representado competían por el mismo puesto de trabajo, consiguiendo con su actitud el primero que echasen a mi representado y quedarse con el puesto”, concluía el escrito.

Por todas estas razones, el abogado solicitó el archivo y sobreseimiento de la causa, a lo que se adhirió la Fiscalía. Finalmente, el Juzgado de Instrucción número 7 de Getafe decretó el archivo del procedimiento. Así acababan casi cuatro años de batalla judicial para el investigado, cuyo despido también fue declarado improcedente.

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