Supervivientes 2024 finalizó ayer con la victoria de Pedro García Aguado. Tras 104 días en los Cayos Cochinos hondureños, el exjugador de waterpolo lograba ganar después de un reñido duelo con Rubén Torres. Si escuchamos el nombre del campeón puede que nos suene de algo, pero quizás no le consigamos poner cara. Si mencionamos que formó parte de la selección española de waterpolo, quizás nos vaya sonando. Pero, todas esas dudas se disipan si recordamos que fue el presentador de Hermano Mayor.
Desde un primer momento, Aguado partió como uno de los favoritos del reality show. Su historia de superación personal, tras enfrentar una crisis relacionada con las drogas mientras estaba en la élite deportiva, le llevó a desarrollar ese instinto de supervivencia con el que ha alcanzado el oro en el concurso.
El trayecto deportivo de Pedro García Aguado
Pedro García Aguado (55 años) nació en Madrid en diciembre de 1968. Su vida “cambió por completo” tras un divorcio y un cambio de colegio que le llevó a tener que adaptarse a una situación desconocida para él. A una edad muy temprana comenzó a destacar en el waterpolo, pero tal y como él mismo lo reconoce en su página web: “No fue suerte, sino muchas horas de esfuerzo y de entrenamiento”. “Recuerdo despertar a las 05:00 para ir a entrenar y después pasar todo el día fuera de casa porque también tenía que ir al colegio”, explica. Casi a diario acudía a diario a la escuela de Mariano García.
A los 17 años se mudó a Barcelona para desarrollar allí su carrera profesional como jugador de waterpolo en la Residencia de Deportistas Joaquín Blume. Fue internacional absoluto con la selección nacional de este deporte hasta en 565 ocasiones, llegando a obtener los títulos de campeón olímpico en 1996 y campeón mundial en 1998. Asimismo, en 2001 fue elegido como mejor jugador de la liga española de waterpolo y nombrado miembro de La Real Orden al Mérito Deportivo en la categoría de Oro.
De su éxito en el deporte a su adicción a las drogas: “Toqué fondo”
Como deportista de élite a una edad tan temprana, Aguado podía presumir de tenerlo todo, pero no supo gestionarlo, tal y como él mismo reconoce. “Yo llego a Barcelona con 18 años ya siendo adicto. Con 14 años empecé a consumir, la típica broma de los porros y el alcohol, pero llegó un momento en el que ya no me afectaba: había desarrollado tolerancia”, comentó en una entrevista en Vozpópuli. “Toqué fondo y no me había dado cuenta”, admitió.
Fue en 2003, cuando se dio cuenta de que su rumbo debía de cambiar y decidió ingresar en un centro de rehabilitación. “En el tratamiento que hice me dijeron que no estaba enganchado a una sustancia, sino que era enfermo de adicción”, explicó a este mismo medio. “Cuando caes en la cuenta de que lo tuyo no era un vicio, sino una enfermedad, hay algo que te impulsa a decir sin tapujos lo que te pasaba”, reconoció.
Su paso por ‘Hermano Mayor’
Su historia le llevó a querer a ayudar a otras personas que sufren los mismos problemas que él. Para ello, se formó en Experto en Violencia Filio Parental por la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, Técnico en Prevención del consumo de drogas y Tic’s dentro del ámbito del hogar. Entre 2009 y 2015 fue presentador de Hermano Mayor, programa en el que se encargaba de ayudar a reconducir la conducta de varios jóvenes problemáticos a través de varias terapias y desde su propia experiencia. El madrileño ejercía como hermano mayor, su coach, e intentaba ayudarles a cambiar sus vidas.
En 2021, estalló contra el programa de Cuatro, destapando algunas de las mentiras que se producían contra las que él mostró su disconformidad, acabó propiciando que dejara esta faceta televisiva. Aguado desveló que en muchas ocasiones “se ponía al límite a los adolescentes para conseguir mayor contenido televisivo”.