Un farmacéutico avisa de lo que pasa si bebes a morro de una botella y otra persona bebe después

A través de redes sociales circula una ingente cantidad de contenido que es capaz, a una velocidad vertiginosa, de llegar a miles y millones de personas de diferentes partes del mundo. Debido a esta cantidad de tráfico de noticias, consejos, ideas y otro tipo de creaciones de los usuarios, mucha gente habla de ‘saturación’ o de ‘infoxicación’, algo que incluso puede hacerse a propósito para generar más confusión.

Pero pese al ruido, también hay muchas personas que utilizan esta herramienta tecnológica para difundir sus conocimientos y ayudar a las personas. Un ejemplo muy habitual es el de los sanitarios, que desde sus distintas ramas de especialización aprovechan la veloz y amplia difusión de las redes para dar algunas recomendaciones que pueden ser muy útiles.

En este último grupo se encontraría Álvaro Fernández, un farmacéutico “de día y a veces de noche”, como explica en su perfil de YouTube, que aprovecha sus conocimientos para aconsejar a sus seguidores con breves vídeos en TikTok, donde ya acumula más de 3,3 millones de seguidores. Su especialidad: convertir los temas más ‘cotidianos’ -comer piña, tener la regla, ganar dinero- en espacios donde la salud también está más presente que nunca.

En esta ocasión, el nuevo vídeo del tiktoker farmacéutico que ha causado sensación ha girado en torno a beber pegando la boca a la botella. En un vídeo breve, de menos de 20 segundos, se puede ver al dueño de la cuenta bebiendo del morro de este recipiente, mientras una voz le dice “Álvaro, por favor, no bebas a morro que es una cochinada”. Una petición a la que él que él reacciona con pasotismo: “¿Qué dices? No seas exagerada que no pasa nada”.

Sin embargo, acto seguido hay un cambio en la imagen y se muestra esa misma botella con líquido en su interior donde pueden verse señales de bacterias, mientras vuelve a sonar la voz del sanitario, esta vez quitándose la razón a sí mismo. “Sí pasa: si le metes el boquino a una botella y lo dejas un tiempo en la encimera, como podemos ver, la vida se traspasa y si estabas resfriado o tenías algo malo, al que viene a beber detrás, se lo pasas”.

No le falta razón, y es que al pegar la boca cuando bebemos, quedan restos de saliva en el recipiente, la cual contiene microorganismos que se pueden transmitir. Además, nuestros restos sirven como nutriente para que, a su vez, los diferentes organismos se puedan reproducir. Pero yendo más allá, las bacterias presentes no solo provienen de la boca, sino que también se han pasado muchas veces desde las manos con las que cogemos el recipiente.

En 2002, se hizo un estudio por parte de varios investigadores canadienses que analizaron los restos de microorganismos de las botellas de agua de varios niños. El resultado fue un excesivo contenido de bacterias coliformes fecales, abundantes en el intestino y por lo tanto en las heces, cuya presencia se interpretó como fruto de que los niños no se lavaran las manos después de ir al baño. De este modo, el no pegar la botella debería ser como lavarse las manos después de hacer las necesidades, más que una cuestión de educación, un asunto relacionado con la salud colectiva.