Los barones del PSOE advierten a Sánchez sobre la financiación “singular” de Cataluña y exigen que se discuta de manera multilateral

La mayoría de las federaciones socialistas piden a Ferraz que también atienda las singularidades de sus territorios a la hora de abordar, de manera “común”, un nuevo sistema de financiación

El portavoz del PSOE en el Senado y líder del partido en Andalucía, Juan Espadas, durante una sesión de control al Gobierno. (Fernando Sánchez/Europa Press)

El melón de la reforma del sistema de financiación se ha vuelto a abrir. En el marco de las negociaciones para la investidura del líder del PSC, Salvador Illa, en Cataluña, y después de los guiños de Pedro Sánchez a ERC en su reclamación por una “financiación singular”, la mayoría de las federaciones territoriales del PSOE se han pronunciado al respecto. Más allá de las críticas expresadas desde Castilla-La Mancha o Extremadura, otras baronías socialistas han reclamado al secretario general del PSOE que un eventual modelo de financiación catalán se discuta de manera multilateral, y no de manera bilateral, como reclaman los republicanos. Y, por supuesto, que también se tengan en cuenta las singularidades de cada territorio a la hora de cambiar el sistema.

La reforma del sistema de financiación, pendiente desde 2013, es una patata caliente que el PSOE quiere afrontar en esta legislatura, aunque para ello siempre ha reclamado un pacto con el PP. Los populares lideran 11 de las 15 comunidades que forman parte del régimen común (todas excepto el País Vasco y Navarra, que cuentan con un sistema de financiación diferente). Precisamente, el planteamiento esbozado por ERC, que ha puesto encima de la mesa de cara a las conversaciones para hacer a Illa presidente de la Generalitat, pasa por una financiación similar al Concierto del País Vasco y al Convenio de Navarra.

En pocas palabras, para corregir el déficit fiscal de esta comunidad, los republicanos exigen un nuevo modelo singular en el que Cataluña pueda gestionar el 100% de los impuestos, aportar una parte al Estado como contraprestación por los servicios estatales prestados y, a diferencia de los casos vasco y navarro, crear un “fondo de reequilibrio territorial” a fin de “contribuir a la equidad entre territorios”. Si bien, más allá de que el propio Pedro Sánchez hable de “financiación singular”, los socialistas se circunscriben al acuerdo firmado con ERC en el marco de la investidura de Sánchez.

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El PSOE, que trata de desvincular el debate en torno a la financiación autonómica a las conversaciones en Cataluña para investir a Illa (el ganador de las elecciones el pasado 12 de mayo), se escuda en el pacto con ERC, en el que se acepta debatir sobre la “gestión singular” de algunos servicios propios de este territorio: la existencia de una policía autonómica (Mossos d´Esquadra), los nuevos órganos judiciales, la financiación de servicios penitenciarios, la investigación y el desarrollo, y las becas y ayudas al estudio. En ningún caso, los socialistas quieren implementar un concierto catalán, según afirman en Ferraz, y apuestan por una financiación también singular en otras autonomías.

La mayoría de líderes territoriales opta por no rebelarse ante Ferraz

Aunque no hay una propuesta concreta del PSOE sobre Cataluña y Ferraz sigue tendiendo la mano al PP para abordar esta cuestión de manera “global”, la mayoría de las federaciones socialistas cogen con pinzas la posibilidad de una financiación singular para Cataluña, advirtiendo de que esa negociación ha de producirse en la misma mesa que el resto de comunidades autónomas. Las direcciones de la Comunidad Valenciana, Murcia y Andalucía, los territorios más infrafinanciados junto a Castilla-La Mancha (reciben una financiación efectiva por habitante por debajo del promedio), hicieron valer su posición.

Su postura, menos beligerante con respecto a la expresada por el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, o el PSOE extremeño, no impide que persistan en enseñarle el camino a Pedro Sánchez en forma de advertencia velada. El portavoz del PSOE en el Senado y secretario general de los socialistas andaluz, Juan Espadas, abogó por “hacer compatible la singularidad de Cataluña con la de cada territorio” en la reforma de financiación, una actualización del modelo que debe ser “común” y no diferenciada, como exige ERC.

El síndic de los socialistas valencianos en Les Corts, José Muñoz, defendió que la negociación del nuevo sistema de financiación autonómica tiene que estar basada en la “multilateralidad”, lo que supone que Cataluña se tiene que sentar en la misma mesa que la del “resto de comunidades autónomas”. Asimismo, el secretario general del PSOE en la Región de Murcia, José Vélez, incidió en la idea de que hay que “impulsar una reforma del sistema para todas las comunidades autónomas del régimen común”.

En Asturias, el presidente del Principado, Adrián Barbón, apostó por un modelo que sea “mejor para todas” las comunidades frente al actual, “totalmente obsoleto”. Ante la posibilidad que denuncia la derecha de que el Ejecutivo anteponga las singularidades de Cataluña a la de otras autonomías, el líder de los socialistas asturianos instó al Gobierno a trabajar para buscar un acuerdo “multilateral, contando con todas las comunidades autónomas”.

Fuentes del PSOE madrileño, liderado por Juan Lobato, también inciden en la idea de que el nuevo modelo de financiación se tiene que negociar de manera multilateral. Asimismo, para que sea compatible el encaje de una financiación singular catalana con la reforma del sistema de financiación, estas voces apuntan que la reforma del sistema ha de negociarse de manera “común”, teniendo en cuenta “lo singular de cada sitio”, no solo la catalana.

Page y Extremadura se rebelan contra Sánchez

Más allá de estas advertencias, las federaciones castellanomanchega y extremeña se han rebelado contra Sánchez. Emiliano García-Page consideró que la financiación singular para Cataluña sería “un precio demasiado caro por mantener un puesto”. “Solo faltaría que encima toda la fiesta independentista la terminemos pagando entre todos”, apostilló. Asimismo, el vicepresidente segundo del Gobierno de Castilla-La Mancha, José Manuel Caballero, reclamó una financiación autonómica “justa” que tenga en cuenta “el coste real de la prestación de los servicios y la idiosincrasia del territorio”.

Imagen de archivo de Emiliano García-Page. (Piedad López/Europa Press)

Por su parte, el secretario de Política Educativa y Formación Profesional del PSOE de Extremadura, Francisco Javier Amaya, reiteró este lunes que su federación no está dispuesta a tolerar “chantajes” por parte de “ninguna otra comunidad autónoma” en el proceso de negociación del nuevo modelo de financiación autonómica. Para el líder de los socialistas extremeños, los hechos o cuestiones “singulares” no pueden “bajo ningún concepto suponer diferencias entre españoles”.

La posibilidad de que haya una financiación singular para Cataluña, como era de esperar, también ha encontrado el rechazo frontal por parte de los principales líderes de las comunidades autónomas presididas por el PP, pero también por parte de Carles Puigdemont, que la tildó de “chantaje”. El expresident de la Generalitat y candidato de Junts afeó que el Ejecutivo se abra a ello en función “de si el candidato de su partido es investido presidente”. “¿No cree que con su chantaje está dando argumentos a los españoles que piensan que los catalanes reclamamos un trato que no nos merecemos?”, se preguntó Puigdemont.

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