Las primeras elecciones después de Franco: colas kilométricas para votar, un sinfín de candidaturas y la promesa de una Constitución

El pasado 15 de junio de 1977, más de 18 millones de españoles acudieron a sus primeras elecciones libres tras el fin de la dictadura

Felipe González con las juventudes socialistas, en 1977. (RTVE)

16 elecciones generales, 12 elecciones municipales y múltiples convocatorias autonómicas y europeas. Los comicios que inauguraron el periodo democrático actual cumplen este sábado 47 años. Desde entonces se han sucedido 14 legislaturas además de la Constituyente, por la que se formaron las Cortes como las conocemos hoy en día.

Fue un miércoles, el pasado 15 de junio de 1977, cuando más de 18 millones de españoles acudieron a sus primeras elecciones libres tras el fin de la dictadura. La expectación era inédita fuera y dentro de España, las colas kilométricas y las listas contaban con una amplísima variedad de candidaturas: nada más y nada menos que el 78% de los españoles acudieron a la fiesta de la democracia en unas generales que alcanzaron la segunda cifra más alta de la historia de nuestro país.

Muchas personas, nacidas durante la dictadura, acudieron a votar por primera vez en su vida. “Yo lo viví con ilusión, recuerda Mónica -nombre ficticio- en una conversación con Infobae España. Para ella, dejar atrás el franquismo significó que la mujer alcanzase una libertad que antes no tenía frente al trabajo, las finanzas y, en general, “para lograr un poco de independencia”.

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El reto de volver a la democracia

El camino no fue fácil. Desde la muerte del generalísimo, debían sucederse una serie de importantes cambios para allanar el camino hacia las urnas. El principal de ellos fue la aprobación de la Ley de Reforma Política en noviembre de 1976, el mayor logro de Adolfo Suárez, en el Gobierno por designación del Rey tras la dimisión de Carlos Arias Navarro. Apoyada masivamente en referéndum, con más del 87% de los votos, la norma con carácter de ley fundamental supuso el final de las Cortes franquistas.

En ese tiempo también se llevó a cabo la legalización de los partidos adscritos a la oposición al régimen de Franco, entre los que se incluyen la Unión de Centro Democrático de Suárez; Alianza Popular, liderada por Manuel Fraga o el Partido Socialista Obrero Español de Felipe González, entre muchos otros.

Mitin del partido socialista popular, en 1977, en la plaza de toros de Valencia. (RTVE)

En aquella primera campaña, Suárez entonó el famoso “puedo prometer y prometo” en su discurso electoral emitido en Televisión Española: Si ustedes nos dan su voto, puedo prometer y prometo que nuestros actos de gobierno constituirán un conjunto escalonado de medidas racionales y objetivas para la progresiva solución de nuestros problemas. Puedo prometer y prometo intentar elaborar una Constitución en colaboración con todos los grupos representados en las Cortes, cualquiera que sea su número de escaños...

La Carta Magna que culminó el proceso

Y cumplió su promesa. La UCD salió como clara vencedora en un escrutinio que tardó días en finalizar. Con un resultado que rozó la mayoría absoluta en el Congreso, 162 diputados, Adolfo Suárez fue investido como presidente de la primera legislatura elegida democráticamente.

La misión del nuevo líder del Ejecutivo no era fácil, pues debía reconducir la democracia en España, interrumpida durante cuatro décadas. Un año después de comenzar su segundo mandato, el proceso democrático culminó con la aprobación de la Constitución de 1978, vigente desde entonces.

La formación de Felipe González irrumpió en aquellas elecciones como segunda fuerza -lograría ser presidente cuatro años después-, obteniendo su formación 103 escaños, lo que confirmó un sorprendente sorpasso al Partido Comunista de España (12 diputados), una formación que cobró especial importancia por su protagonismo en la oposición al régimen franquista. El podio lo cerró Alianza Popular con 16 asientos, seguido de cerca por el PSC con 15.

El 29 de diciembre de 1978, con la publicación en el Boletín Oficial del Estado, entró en vigor la Constitución. Ese mismo día el presidente del Gobierno anunció la disolución de las Cortes y la convocatoria de elecciones generales y municipales, que se celebraron el 1 de marzo de 1979. Los españoles volvían a las urnas para seguir decidiendo libremente sobre su destino, ya como un país democrático a ojos de la comunidad internacional.

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