Hambre de ladrillo: el precio de la vivienda subirá este año hasta rondar el 3% tras la bajada de los tipos de interés

El encarecimiento de los pisos estará impulsado por el incremento de la demanda, la escasez de oferta, un mercado laboral fuerte y la subida de los alquileres

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Un hombre mira casas en
Un hombre mira casas en venta en el escaparate de una inmobiliaria. (Phil Noble/Reuters)

El cambio de rumbo de la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) al bajar los tipos de interés por primera vez en ocho años no provocará una caída del precio de la vivienda en 2024. Al contrario, seguirá subiendo y, según los analistas, la remontada puede alcanzar hasta un 3%.

Estos vaticinios ya se han cumplido en el primer trimestre del año, en que la vivienda subió un 6,3% interanual, marcando 40 meses de remontadas consecutivas, según datos del Índice de Precios de Vivienda del Instituto Nacional de Estadística. El precio se disparó tanto en las casas de obra nueva, un 10,1%, como en las de segunda mano, con un 5,7%.

Su encarecimiento continuará a lo largo de 2024 y de 2025, indican los analistas de Bankinter, y lo cifran en un 3% para este año y un 2% para el próximo. Argumentan que la subida estará soportada por “un mercado laboral fuerte, la escasez de oferta en las principales ciudades, la subida del precio de los alquileres y el proceso de rebajas de tipos de interés por parte del BCE”.

Hasta un 35% más de compradores

Otro de los catalizadores que impulsará los precios es el incremento de la demanda por parte de los ciudadanos que paralizaron el proceso de compra tras verse afectados por la subida de los tipos de interés y que “probablemente volverán ahora al mercado en busca de una oportunidad más atractiva”, indica María Matos, directora de Estudios de Fotocasa. Calcula que en los próximos meses “podremos encontrarnos en torno a un 30% o un 35% más de compradores intentando operar”.

También las ayudas del Gobierno destinadas a jóvenes y a familias con hijos menores para comprar una vivienda, entre ellas los avales ICO, tendrán el efecto indeseado de subir los precios. “Fomentará una sobredimensión de la demanda de compra, que pondrá más presión sobre la oferta, por lo que la tendencia del precio de la vivienda seguirá al alza”, indica la directora de Estudios de Fotocasa.

Los precios en máximos históricos no frenan el apetito de los compradores por el ladrillo, y entre enero y marzo las compraventas de viviendas aumentaron un 1,8% respecto al mismo periodo del año pasado, hasta alcanzar las 160.884 operaciones, según la estadística sobre transacciones inmobiliarias elaborada por el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana.

Tras esta remontada interanual del primer trimestre, las compraventas cerraron mayo con un descenso del 6,4% respecto al mismo mes del año pasado, con un total de 56.137 operaciones. En concreto, las de viviendas usadas bajaron un 8,6%, hasta sumar 45.479 operaciones, mientras que en el caso de pisos nuevos, aumentaron un 4,1%, hasta las 10.658.

El apetito de los extranjeros por la vivienda española dispara los precios en las ciudades donde se concentra su demanda.

El metro cuadrado bate récords

Una de las causas que lastraron las compraventas en mayo fue el precio de los inmuebles, que batió un nuevo récord al alcanzar los 2.294 euros el metro cuadrado de media. Subieron un 7,7% en mayo respecto al mismo mes del año pasado y un 1,1% en relación a abril.

Estos precios se quedan ‘cortos’ si se comparan con los de capitales como San Sebastián, con el precio del metro cuadrado a 6.278 euros; Madrid, donde se paga a 5.222 euros; o Barcelona, con 4.604 euros.

Ante estas cifras, Matos reconoce que “el encarecimiento de la vivienda en los últimos ejercicios es mayúsculo”. Califica de “preocupantes” los datos que se presentaron en mayo en las comunidades más tensionadas, “que muestran aumentos de doble dígito y muy intensos”.

Por su parte, Ferran Font, director de Estudios de pisos.com, reconoce que el mercado de la vivienda sigue marcando precios presionados al alza, dado que “las zonas donde hay mayor concentración de demanda se van quedando sin oferta disponible”. Reconoce que estos repuntes ya no se circunscriben únicamente “a los núcleos urbanos céntricos, donde siempre ha ganado el mejor postor, sino que en áreas más alejadas donde era posible convertirse en propietario con un sueldo medio y cierto ahorro, los precios han dejado de ser accesibles para muchos compradores”.

En este escenario, Font señala que “el giro en la política monetaria europea, con sus llamativas subidas de tipos, no ha conseguido frenar un encarecimiento que, ahora, con la bajada de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo, será todavía más complicado que se produzca”.

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