Kate Middleton ha sido la gran protagonista del Trooping the Colour de este sábado 15 de junio. Pese a tratarse de un acto que conmemora el cumpleaños oficial del monarca británico desde hace más de 250 años, en esta ocasión todas las miradas estaban puestas en la esperada reaparición de la princesa de Gales, que a última hora de este viernes anunciaba que finalmente sí asistiría al desfile, participando en su primer acto público desde que se retirase de la vida pública a causa de un cáncer, hace ya cinco meses.
Desde primera hora de la mañana de este sábado, los curiosos se han agolpado a lo largo de The Mall, la avenida por donde ha desfilado la familia real británica. Los miembros de la Corona primero han llegado en coche a Buckingham, desde donde se han trasladado en carrozas hasta Horse Guards Parade en St James´s Park. Allí ha tenido lugar el desfile militar, tras el cual los Windsor han vuelto a desplazarse hasta Buckingham bajo una intensa lluvia.
Entre el público asistente, el apoyo a Kate ha sido masivo. Camisetas, banderas y hasta imágenes de la princesa en tamaño real se han podido ver a lo largo de todo el trayecto en el que la ciudad de Londres se ha volcado con la princesa de Gales, esperando con ansia volver a verla cinco meses después y mostrarle su cariño. Ella, desde la carroza y junto a sus tres hijos, George, Charlotte y Louis, ha ofrecido una radiante sonrisa a unos ciudadanos que han gritado con fervor a su paso.
Tampoco han faltado en este acontecimiento las protestas antimonárquicas. En una parte del recorrido se ha podido ver a un grupo de personas portando pancartas con el lema ‘down with the crown’ (abajo con la corona).
Ya en Horse Guards, Kate ha protagonizado una tierna estampa observando el desfile militar desde una de las ventanas junto a sus tres hijos, de quienes ha estado muy pendiente, dedicándoles constantes muestras de cariño. Tras cerca de 40 minutos de pie, la princesa ha tenido que sentarse y se le ha podido ver solicitando al servicio cerrar la ventana, aunque a través del cristal ha seguido muy pendiente del acto.
Una vez más, el pequeño Louis ha acaparado el protagonismo con sus muecas y divertidos gestos. El hijo de los príncipes de Gales ha bostezado desde la ventana y no ha dudado en bailar al ritmo de la música que las bandas militares estaban tocando en directo, una escena ante la que Kate no ha podido contener la risa.