La pandemia trajo consigo una serie de cambios, entre ellos el Ingreso Mínimo Vital (IMV), que ha aumentado con el inicio del 2024. Hace tres años, el Gobierno de coalición creó este subsidio con el objetivo de prevenir el riesgo de pobreza y exclusión social tanto de personas que viven solas como de aquellas con responsabilidades familiares. Este año, un beneficiario individual recibirá 604,38 euros mensuales, con una cuantía que aumenta un 30% por cada miembro adicional a partir del segundo, hasta un incremento máximo del 220%. Además, la Seguridad Social ha implementado un complemento destinado a que las personas más vulnerables puedan llegar a fin de mes sin dificultades.
Usualmente, esta ayuda es concedida a familias, pero también está dispuesta para personas que vivan solas o para familias monoparentales. El Ingreso Mínimo Vital forma parte de la acción protectora de la Seguridad Social y pretende cubrir las necesidades básicas de las familias vulnerables. Los beneficiarios tienen que tener entre 25 y 65 años, aunque la Seguridad Social contempla alguna que otra excepción. Los demandantes tampoco pueden recibir pensiones contributivas de jubilación o incapacidad permanente y tienen que haber agotado todas las prestaciones ordinarias disponibles. Las cuantías pueden cambiar en función del número de miembros de la unidad familiar y del grado de discapacidad de los beneficiarios, si es que existe alguno.
Requisitos
El Ingreso Mínimo Vital (IMV) es una prestación de carácter no contributivo que beneficia a alrededor de dos millones de personas en todo el país. Este subsidio se creó para prevenir el riesgo de pobreza y exclusión social de los beneficiarios. Las familias deben cumplir con los siguientes requisitos para tener derecho a recibir la asignación:
- Los demandantes deben tener, al menos, 23 años. Sin embargo, la Seguridad Social contempla la posibilidad de conceder el subsidio a personas mayores de 18 años con menores a cargo. Las víctimas de violencia machista y trata están exentas de esta obligación.
- Los demandantes deben acreditar residencia legal y efectiva en España de forma continuada durante, al menos, un año antes de presentar la solicitud.
- No se pueden recibir al mismo tiempo pensiones contributivas por jubilación o incapacidad permanente, ni pensiones no contributivas por invalidez o jubilación. Además, los solicitantes deben haber agotado previamente todos los subsidios posibles.
- Los demandantes deben encontrarse en situación de vulnerabilidad económica. Los ingresos mensuales máximos deben estar por debajo de 491,63 euros en el caso de una persona adulta que viva sola, incrementándose en 147,49 euros por cada persona adicional que viva en la misma unidad de convivencia.
¿Cuál será la cuantía en 2024?
La cuantía del Ingreso Mínimo Vital para un beneficiario individual o una unidad de convivencia sale de la diferencia entre la renta garantizada, fijada por el Ejecutivo, y el conjunto de ingresos de los demandantes. En 2023, la renta garantizada para un beneficiario individual se quedó en los 565,37 euros mensuales, pero las cosas cambiarán con la revalorización del 6,9% que se contempla para este 2024.
La subida prevista deja la asignación para un adulto sin responsabilidades familiares en los 604,38 euros mensuales, es decir, 40 euros más de lo que vienen recibiendo los beneficiarios. Un adulto con un menor a cargo pasará a cobrar 785,7 euros mensuales, mientras que una persona con dos menores recibirá 967,01 euros al mes. Una familia con dos adultos y un menor pasará a cobrar 967,01 euros mensuales, mientras que una unidad de convivencia con dos menores recibirá 1.148,33 euros al mes. La cuantía más elevada es la que pueden reclamar las familias de cuatro adultos y un menor, puesto que asciende hasta los 1.329,65 euros mensuales.