El Parlamento Europeo negocia la nueva Comisión Europea y su Presidencia: allí también estaba la ultraderecha en 2019

La candidata Ursula von der Leyen comienza la campaña para repetir en el cargo y busca ahora el apoyo de los Verdes, pero sigue sin descartar un acuerdo con la ultraderechista italiana Giorgia Meloni

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La presidenta de la Comisión Europea y candidata del Partido Popular Europeo a repetir en el cargo, Ursula von der Leyen (i), junto al presidente de Partido Popular Europeo, Manfred Weber en Bruselas. (EFE/Laura P. Gutiérrez)
La presidenta de la Comisión Europea y candidata del Partido Popular Europeo a repetir en el cargo, Ursula von der Leyen (i), junto al presidente de Partido Popular Europeo, Manfred Weber en Bruselas. (EFE/Laura P. Gutiérrez)

Europa ha decido mirar a la derecha más escorada en unas elecciones que reflejaron lo que ya vaticinaron los sondeos: el auge del extremismo antieuropeísta -e incluso eurófobo- en los principales motores de la Unión como Francia, Italia o Alemania.

Visto el escrutinio, ahora dará comienzo la verdadera campaña electoral para la candidata de los Populares Europeos, Ursula von der Leyen, que buscará apoyos para asegurar un segundo mandato al frente del Ejecutivo europeo. La alemana tiene primero que sortear varios obstáculos que no le han dejado en buena posición política y mediática.

El más difícil de ellos es su coqueteo con la ultraderecha en su “cordón sanitario flexible”, especialmente con la formación que encabeza la primera ministra italiana Giorgia Meloni, Hermanos de Italia. Los socialistas han advertido por activa y por pasiva que un acuerdo con ellos significaría traspasar una línea roja que dinamitaría la alianza entre democristianos, socialdemócratas y liberales.

“La mayoría no debería extenderse a los partidos de extrema derecha”, alertó el expresidente popular de la Comisión Jean-Claude Juncker en una entrevista para el diario italiano La Stampa. El exjefe indicó que, de conseguir finalmente un acuerdo, la distancia de seguridad frente a la suma de Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) e Identidad y Democracia (ID) seguiría siendo de 40 asientos -. “Con este resultado no necesita el apoyo de Hermanos de Italia para ser elegida en el Consejo, ni siquiera de Meloni”, defendió.

El presidente del Consejo Europeo, Charles Michael, será el encargado de proponer al Parlamento Europeo, por mayoría cualificada, un candidato al cargo de Presidente de la Comisión, el órgano Ejecutivo de la UE. Las relaciones entre la presidenta en funciones y la máxima autoridad del Consejo no son buenas, entre ellos hay una disputa por postularse como el máximo responsable de la UE, y por eso Michael no esconde su preferencia por designar a otro candidato.

Imágenes de los líderes del PP celebrando el recuento de las elecciones europeas de este domingo, escrutado ya el 99,59% de los votos, que mantiene en cabeza al PP con una ventaja de cuatro puntos gracias al respaldo del 34,18% y 22 escaños, frente al 30,19% y los 20 diputados del PSOE. (Fuente: PP)

En 2019, Von der Leyen no acudió como candidata principal (spitzenkadidaten) del grupo popular, y esto generó recelos dentro del Parlamento Europeo, aunque eso no impidió que su investidura saliese adelante con nueve votos de diferencia y gracias a la abstención de los Verdes.

Por eso, la alemana optará primero por buscar el apoyo de los ecologistas en el caso de que fuese necesario. Que la extrema derecha haya multiplicado su resultado es una obviedad, pero por ahora las fuerzas tradicionales salvan los muebles y no estaría comprometido el peso de una alianza tradicional.

La extrema derecha entró en la Comisión Von der Leyen

“En principio su investidura no debería ser mucho más complicada que hace cinco años”, asegura en una conversación con Infobae Óliver Soto Sainz, profesor de Ciencia Política de la Universidad Complutense de Madrid. “Si bien no hay una disciplina de voto férrea en el Parlamento Europeo, los grupos suelen mantenerse compactos en este tipo de votación. Además, es probable que a esta mayoría se sumen algunos miembros de ECR que estén en partidos gubernamentales”, explica Soto.

No habrá manera de comprobar qué formaciones apoyarán la presidencia de la alemana más allá de las declaraciones anteriores a la votación, pero el politólogo recuerda que los apoyos de las formaciones de ultraderecha a Von der Leyen no son nuevos en la Eurocámara. Sin ir más lejos, la anterior Comisión ya contó con un miembro de ECR, el comisario de Agricultura Janusz Wojciechowski, del partido ultranacionalista polaco Ley y Justicia.

En el escenario más pesimista para los populares, si el candidato no obtiene la mayoría necesaria, el Consejo Europeo propondrá en el plazo de un mes, por mayoría cualificada, un nuevo candidato, que será elegido por el Parlamento Europeo por el mismo procedimiento.

Las negociaciones para el nuevo Ejecutivo

Si resulta elegida, la presidenta del Parlamento Roberta Metsola informará de ello al Consejo, invitándole a proponer de común acuerdo los candidatos para los distintos cargos de miembros de la Comisión -comisarios- y aquí entrarán en juego las negociaciones. A diferencia de la elección de la Presidencia, la votación de cada diputado queda registrada. En la pasada legislatura, puede comprobarse que fue aprobada por miembros de ECR, La Izquierda, Socialdemócratas, PPE, Renueva Europa, Verdes, y diputados no inscritos.

Ahora, las negociaciones estarán encabezadas por el polaco Donald Tusk y el griego Kyriakos Mitsotakis en el lado de los populares europeos; mientras que el presidente del Gobierno Pedro Sánchez y el canciller alemán Olaf Scholz negociarán por el lado de los socialdemócratas.

Dentro del reparto de altos cargos en la Unión, Portugal ha postulado al ex primer ministro socialista António Costa como candidato a presidir el Consejo Europeo. Costa dimitió en noviembre como primer ministro luso, pero su nombre ha ganado fuerza tras quedar apartado de cualquier posible investigación por corrupción.

Coto afirma que aún es pronto para especular sobre cuál sería el efecto de una alianza con Meloni. “Suele gustar presentar las cuestiones como únicas, novedosas e irrepetibles, pero lo cierto es que este mismo dilema ya se ha vivido”.

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