Las empresas han trasladado al Banco de España unas perspectivas sobre su actividad en el segundo y en el tercer trimestre de 2024 que están entre las mejores de la serie histórica de la encuesta EBAE, iniciada a finales de 2020. Las expectativas de aumento de la facturación para el trimestre en curso y para el tercer trimestre del año, correspondiente con los meses de verano, son las mayores para un trimestre desde el cuarto y el segundo de 2021, respectivamente. En cuanto al empleo, las perspectivas de aumento durante el verano son las mayores de la serie.
“Los resultados de la encuesta sugieren que, en el segundo trimestre de 2024, la facturación habría aumentado de forma notable”, según señala el Banco de España, después de tres trimestres consecutivos de “retrocesos”. El 32,3% de las empresas encuestadas (6.500) creen que aumentarán su facturación ya en el segundo trimestre leve (28,3%) o significativamente (4%), 10 puntos más que en el trimestre anterior, y las expectativas son mejores para el verano. Aunque las opiniones del tejido productivo son heterogéneas por sectores, en términos generales coinciden con el clima de revisiones al alza del crecimiento del PIB por parte de todos los organismos y con las estimaciones de un nuevo verano con récord en turistas y gasto.
La semana pasada, el FMI elevó hasta el 2,4% su perspectiva de crecimiento para España en 2024, por encima de la cifra del Gobierno (2%), y el consenso de los analistas es también ya ligeramente superior. Además, los datos de afiliación de los meses de abril y de mayo reflejan un crecimiento de los puestos de trabajo algo mayor al de 2023 en comparación mensual.
A esta situación han contribuido diversos factores, como una menor incidencia negativa de “factores limitantes”, en especial la reducción de las presiones inflacionistas respecto a años anteriores. Sin embargo, esto contrasta con la preocupación por los problemas de disponibilidad de mano de obra y por la “incertidumbre sobre las políticas económicas”. Este último es el principal factor limitante señalado por las empresas para su actividad por tercer trimestre consecutivo.
Pese a descender respecto a trimestres anteriores, el porcentaje de compañías que afirman estar afectadas negativamente por la incertidumbre política asciende hasta el 49%. La incidencia es bastante generalizada por ramas de actividad, y son las ramas de agricultura, industria y comercio las que señalan una mayor afectación (62%, 58% y 54%, respectivamente), en contraste con el menor porcentaje de compañías afectadas en los servicios de información y comunicación (36%).
Esta cifra del 49% no recoge todavía la opinión de las empresas tras las elecciones europeas, ya que la encuesta del Banco de España se realizó entre el 13 y el 27 de mayo, pero todo apunta a que la preocupación se mantendrá elevada ante un panorama político poco estable y de falta de consensos. Aunque esta situación política no esté lastrando el crecimiento del PIB, sí afecta directamente a algunos ámbitos de la economía, como el ritmo de recepción de fondos europeos, necesarios para que repunte la rezagada inversión empresarial.
Los sectores con mejores perspectivas prevén subir los precios
Entre los sectores que perciben mayores aumentos de las ventas en este trimestre destacan la hostelería, que también es el sector que mejores expectativas tiene para el verano, y las actividades administrativas. Por el contrario, la agricultura y el comercio encadenan nueve y diez trimestres consecutivos con perspectivas negativas y continúan exhibiendo un comportamiento desfavorable. Las actividades más optimistas respecto a su facturación son también las que más prevén subir los precios. Casi un 45% de las empresas de la hostelería esperan encarecer sus precios de venta en el próximo trimestre, mientras que este porcentaje se reduce al 17% en los servicios inmobiliarios.
Por otra parte, el porcentaje de empresas que perciben problemas de disponibilidad de mano de obra alcanza el 41,1% en el segundo trimestre, apenas dos puntos menos que en el trimestre anterior, proporción que supera, por primera vez en la serie, al impacto del incremento de los costes energéticos. Por sectores de actividad, los problemas continúan siendo especialmente marcados en la hostelería, la agricultura y la construcción, donde más del 50% de las empresas declaran que se están viendo afectadas.
Esta heterogeneidad sectorial es “importante”, según señala el informe, para comprender las diferencias en las expectativas de costes laborales a medio plazo, ya que las ramas en las que se observa una mayor incidencia de los problemas de mano de obra tienden a coincidir con las que anticipan mayores incrementos de sus costes laborales. En general, el 68% de las empresas prevén que se producirán crecimientos de los costes laborales en los próximos trimestres.