La tranquilidad parece ser el gran objetivo de Julián Contreras en esta etapa de su vida que, cabe recordar, está siendo un poco complicada. Todo comenzó, al menos de manera pública, a comienzos de año, cuando se conoció que tanto él como su padre, Julián Contreras, habían sido desahuciados de la vivienda en la que vivían en la localidad madrileña de Móstoles por el impago de unos dos años de alquiler a la propietaria. Dejando atrás una deuda que alcanzaría los 30.000 euros, padre e hijo decidieron trasladarse primero a un pueblo de Cuenca para después recalar en la provincia de Córdoba.
Allí están afincados en la actualidad, disfrutando de una época en la que su máxima es lograr el máximo sosiego. De hecho, solo se sabe del hijo de Carmina Ordóñez por lo que él publica tanto en sus redes sociales como en su perfil de Twitch, donde cuenta con algo más de 2.500 seguidores que siguen de manera fiel sus directos.
Con ellos ha compartido una noticia de sumo interés: este martes 11 de junio debe compadecer en el juzgado. Así lo ha relatado en su canal de YouTube, donde ha explicado también los motivos que le llevan a abandonar esa deseada tranquilidad para enfrentarse a un tema legal. “El martes 11 de junio tengo un juicio. No sé si podré hacer un directo en la tarde, no creo que llegue a tiempo. Al de la noche seguro que no. Porque tengo el juicio”, ha explicado a sus más de 16.000 suscriptores.
Los hechos
Con “el juicio” se refiere al que le hará verse las caras con la mujer que el pasado mes de marzo afirmó en el programa Así es la vida, de Telecinco, que Contreras supuestamente intentó “seducir” a su madre para lograr un piso de alquiler. “Mi madre prácticamente le alquilaba la casa porque utilizaba una voz muy seductora, un chico que te convence con argumentos y tan serio”, afirmó esta persona en el programa de televisión.
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Sobre el modus operandi que habría seguido Contreras, siempre según la arrendadora, habría sido este: “Nos contactó una señora que decía que él era su cliente, era como un agente. Yo le pregunté si lo era y me decía que no. Luego Julián dijo que era como su representante o editora o algo así. Querían unos planos de la vivienda porque hay una de las personas que tiene limitaciones visuales. Resulta que era el padre”.
La negociación terminó cuando llegaron al tema económico, pues le resultó sospechoso. “No tenía unos ingresos demostrables porque, obviamente, le pedimos tema de ingresos. Nos dijo que ella podía hacer de avalista o podía hacer un seguro de alquiler del que se harían cargos ellos mismos. Nos pareció muy raro y, entonces, no le seguimos enviando información”. Al final, para que la negociación avanzara, el joven tuvo que decir quién era. “Mi madre le dijo: ‘¿Con qué nombre te guardo?’. Y ya dijo: ‘Julián, Julián Contreras’. Le di un codazo a mi madre y le dije: ‘Mamá, el de Carmina Ordóñez’”.
Fue entonces cuando las dueñas del piso recordaron las noticias de días antes que aseguraban ha sido desahuciado en dos ocasiones por impago, por lo que cancelaron cualquier tipo de trato. “Mi madre, que es bastante dura, se dejó prácticamente seducir. Lo que nos da verdaderamente rabia es que vaya a engañar a otra persona. Le pedíamos 1.150 euros. No ponía ningún problema con el precio porque como no iba a pagar... Le parecía perfecto”.
La respuesta de Julián
Al escuchar estas afirmaciones, la respuesta de Julián Contreras fue contundente y, a través de su equipo legal, mandó un burofax a esta persona. Según contó uno de sus abogados en Así es la vida, el mensaje decía: “Usted ha difundido a algunos medios de comunicación (prensa y televisión) las comunicaciones privadas que mantuve con usted, sin mi previo ni expreso consentimiento, lo cual es muy grave. (...) Vengo a requerirle que en un plazo no superior a 72 horas me indemnice con una cuantía total de 12.000 euros”.
A unas horas de este encuentro ante el juez, el que fuera concursante de Gran Hermano VIP ha añadido en su perfil de YouTube que “tenemos el acta de conciliación con esta buena mujer que le dio por decir que yo quise seducir a su madre o que seduje a su madre. Toda esa historia tan apasionante y maravillosa es el próximo martes. El martes 11 estaré en el juzgado por la mañana. Voy y vengo en el día, pero no sé si llego a tiempo. No sé qué pasará y en qué quedará todo eso”.