Josep Santacana, expareja de Arantxa Sánchez Vicario, volverá a ser padre, según asegura Vanitatis. Una buena nueva que llega en mitad de sus batallas legales con la extenista por su divorcio y que, ahora, parece dejar a un lado para disfrutar de su dulce espera junto a su novia con quien tendrá su primer hijo en común.
El bebé se convertirá en el hermano pequeño de Arantxa, de 15 años, y Leo, de 12, los dos hijos nacidos frutos de su matrimonio con la exdeportista. El empresario vivirá una emotiva etapa después de que, el pasado mes de enero, haya recibido una pena de tres años y tres meses de prisión y una sanción económica por un presunto delito de alzamiento de bienes. Una sentencia que el empresario y sus abogados recurrirán.
En trámites de divorcio
Arantxa Sánchez Vicario y Josep Santacana se conocieron en 2007 y, un año después, tomaron la decisión de unir sus vidas al pasar por el altar en el castillo de Peralada. Los dos formaron una familia de cuatro miembros con la llegada de Leo y Arantxa.
Si bien la extenista estaba muy enamorada, la familia nunca dio el visto bueno a su relación debido a la dudosa reputación como empresario. De hecho, sus sospechas eran tales que llegaron a contratar un detective para conocer el pasado de Josep Santacana. Así, descubrieron que su oficio era una tapadera y que realmente trabajaba como comisionista de un subastero en Barcelona. Y, por si fuera poco, se encontraba envuelto en varios procesos judiciales.
Los Sánchez-Vicario alertaron a la exmedallista de esta realidad e intermediaron para que no se llevase a cabo la boda. Sin embargo, sus esfuerzos fueron en vano. De esta manera, le pidieron que firmase las capitulaciones matrimoniales para salvaguardar su fortuna, algo a lo que esta se negó al principio, pero después finalmente accedió.
Sin embargo, la extenista nombró a su entonces marido apoderado de todas sus empresas y gestor de su patrimonio, calculado en 45 millones de euros, algo que años después lamentaría. Su matrimonio supuso la ruptura completa con su familia, llegando a culpar a sus padres, Marisa y Emilio, de la mala gestión que habían hecho con sus ganancias.
El mismo año que anunciaron su divorcio, en febrero de 2018, comenzaron sus problemas judiciales. Los dos se vieron envuelto en un presunto alzamiento de bienes para evitar pagar la deuda de más de seis millones de euros al banco de Luxemburgo, quien les acusa de trabajar conjuntamente para ocultar el patrimonio de Arantxa Sánchez Vicario. Mientras se desarrollaba el juicio en España, pusieron en marcha su proceso de divorcio en Estados Unidos, que aún sigue abierto.
En principio, se pensaba que en 2019, ambos habían hecho efectiva su separación legal en España. Sin embargo, Arantxa pidió que ese te llevara a cabo en Estados Unidos, donde ella y sus hijos tienen fijada su residencia y es obligatorio presentar todas las finanzas del matrimonio. La separación legal de la expareja será clave para ubicar el patrimonio desaparecido de la exdeportista, pues el juzgado podrá reclamar una investigación sobre sus bienes. De esta manera, en la próxima cita, que será el 20 de junio, Santacana deberá presentar todos sus documentos financieros.