El Consejo de Ministros ha aprobado este martes el proyecto de real decreto que regulará a partir del próximo curso 2024/2025 la nueva prueba de acceso a la universidad (PAU), que recupera su nombre y contempla un único modelo de ejercicio para cada materia y, pese a permitir elegir entre varias preguntas o tareas, ello no implicará la disminución del número de competencias evaluadas.
La nueva prueba, que se adapta a la LOMLOE, la última reforma educativa, que continuará modificándose de forma gradual hasta el 2028 para que sea más competencial, de manera que sea menos memorística y más centrada en aplicar los conceptos aprendidos.
Un solo modelo por materia
Hasta ahora, los alumnos que atravesaban el examen podía elegir entre dos modelos que se le plantaban. A partir del próximo curso habrá un único modelo de ejercicio para cada materia. Los ejercicios de cada materia estarán estructurados en diferentes apartados, que, a su vez, podrán contener una o varias preguntas o tareas. Se podrá incluir la posibilidad de elegir entre varias preguntas o tareas, lo que no implicará en ningún caso la disminución del número de competencias evaluadas, es decir, la opcionalidad no implicará poder estudiar menos temario.
En cuanto al tipo de respuestas, algunas requerirán respuestas cerradas; otras, semiconstruidas y otras, abiertas. En cada uno de los ejercicios, la puntuación asignada al total de preguntas o tareas de respuesta abierta y semiconstruida deberá alcanzar como mínimo el 70%. El número total de preguntas o tareas a resolver debe adecuarse a la duración total del ejercicio. Se tendrá en cuenta que el alumnado necesitará dedicar un tiempo significativo tanto a la lectura y al análisis de la posible documentación aportada (auditiva, gráfica, textual, etc), como al diseño de la estrategia para la resolución de las preguntas o tareas planteadas.
Los ejercicios se contextualizarán en entornos artísticos, científicos, humanísticos y tecnológicos, preferentemente en entornos próximos a la vida del alumnado. Para su resolución, el alumnado deberá demostrar creatividad, capacidad de pensamiento crítico, reflexión y madurez.
Criterios de corrección comunes
Para cada ejercicio, deberán existir unos criterios objetivos de corrección y calificación previamente aprobados por las comisiones organizadoras de la prueba. En todos los ejercicios los criterios de calificación y corrección incluirán, entre otros, parámetros que permitan valorar los aspectos como la adecuación a lo solicitado en el enunciado; la coherencia, la cohesión, la corrección gramatical, léxica y ortográfica de los textos producidos, así como su presentación; y en aquellos ejercicios en los que las preguntas o tareas propuestas requieran la producción de textos por parte del alumnado, la valoración correspondiente a los aspectos contemplados en el apartado b) no podrá ser inferior a un 10% de la calificación de la correspondiente pregunta o tarea.
Elección entre Filosofía e Historia
La prueba incluirá 4 exámenes en la fase obligatoria (5 en las comunidades autónomas con lengua cooficial) y serán los correspondientes a las asignaturas de: Lengua Castellana y Literatura II; Historia de España o Historia de la Filosofía, a elección del alumnado; Lengua Extranjera II. Podrán elegir entre: alemán, francés, inglés, italiano y portugués; la materia específica obligatoria de 2.º de Bachillerato de la modalidad y, en su caso, vía cursada; y Lengua Cooficial y Literatura II, en las comunidades con más de una lengua oficial.
Cuatro materias para subir nota
Quienes deseen mejorar su nota de admisión podrán examinarse de hasta tres materias de modalidad, cursadas o no, a elegir por el alumno. O la materia común no realizada en el acceso (Historia de España o de la Filosofía) y hasta dos materias de modalidad, cursadas o no, a elegir. En cualquiera de las dos posibilidades anteriores el alumno podrá examinarse de una segunda lengua extranjera (por tanto haría hasta 4 exámenes).