El activismo ‘ataca’ de nuevo: vandalizan el retrato del rey Carlos III de Inglaterra con una imagen de ‘Wallace y Gromit’

La asociación vegana Animal Rising ha vandalizado el reciente retrato oficial del monarca británico, situado en la Galería Philip Mould de Londres, para reivindicar las “horribles escenas” que se perpetúan en las granjas de la Real Sociedad Protectora de Animales

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El retrato del monarca británico
El retrato del monarca británico con la imagen de 'Wallace y Gromit' (Animal Rising)

Los girasoles de Van Gogh son cosa del pasado. El activismo ha vuelto a focalizar sus reivindicaciones en el arte, aunque en esta ocasión no se trata de ningún lienzo de renombre que viste una pomposa sala en una de las pinacotecas más notorias del planeta. La asociación vegana Animal Rising ha vandalizado el reciente retrato oficial del rey Carlos III de Inglaterra al incorporar al cuadro una imagen de la serie Wallace y Gromit.

Sobre el cuadro, obra del artista Jonathan Yeo, los activistas han colocado un letrero en el que se puede leer “nada de queso, Gromit. ¡Mira toda esta crueldad en las granjas de la RSPCA!”. El mensaje hace referencia a las “horribles escenas”, según ha denunciado el colectivo en un comunicado, que se perpetúan en las granjas de la Real Sociedad Protectora de Animales (RSPCA en su sigla en inglés), una organización benéfica británica. La pintura no ha sido dañada, pues las pegatinas se han adherido al cuadro después de haber sido “pulverizadas con agua”, lo que ha permitido que sean “fácilmente retirables” del lienzo.

“Siendo el rey Carlos un gran fan de Wallace y Gromit, no se nos ocurrió mejor manera de llamar su atención sobre las horribles escenas que se viven en las granjas RSPCA. Aunque esperamos que esto divierta a Su Majestad, también le pedimos que reconsidere seriamente si quiere que se le asocie con el horrible sufrimiento que se vive en las granjas avaladas por la RSPCA”, ha escrito uno de los implicados, Daniel Juniper, en la página de Animal Rising para después añadir que el pasado domingo publicaron un informe que mostraba la “crueldad” que se esconde en la industria.

Los tomates de Van Gogh

La palabra ‘catastrofismo’ se suele emplear, de forma despectiva, para resaltar la actitud de estos jóvenes activistas. Un término que el autor de Amor y Furia, Rafael Ordóñez, rechazó por completo en su entrevista con Infobae España. “¿Cómo informas a alguien de que nos encaminamos a una España desertizada? ¿Cuento un chiste en medio?”, ironizó el periodista. Los jóvenes que anhelan una mayor implicación a presidentes, dirigentes y organismos europeos “tienen miedo al colapso real del planeta”, pues llegará un punto en el que las temperaturas “serán tan altas” que no se podrá vivir en algunos países determinados.

De su preocupación y ecoansiedad múltiple nace un eco, un grito de ayuda, pero también de reacción. “Ellos hacen ruido y meten presión porque los años que vienen son claves para esta lucha”, explicó Ordóñez. Cuando dos jóvenes se aventuraron a lanzar una lata de tomate -y no de las de Andy Warhol- a Los Girasoles de Vincent van Gogh (una acción que tuvo un efecto llamada en otros museos y galerías), el foco estuvo más en la supervivencia del lienzo (acristalado) que del motivo que llevó a dos jóvenes a sortear la cualidad tangible del arte actual.

“Si esa ira fuese equivalente a visitas en museos, éstos estarían tan llenos como el Bernabéu”, relató en relación a las reacciones viscerales tras la acción de la National Gallery de Londres. “Sólo hacemos caso cuando hacen estas cosas, no cuando se presentan informes científicos, y eso les lleva a seguir por esta línea”, puntualizó.

Manifestantes ecologistas arrojaron sopa de
Manifestantes ecologistas arrojaron sopa de tomate sobre el famoso cuadro 'Los girasoles' de Vincent van Gogh, en la National Gallery de Londres, para exigir al gobierno británico que ponga fin a los nuevos proyectos de extracción de gas y petróleo (AFP)
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