Divorciarse nunca es un proceso sencillo, sin embargo hay formas de hacerlo menos tedioso. Si en vez de un divorcio contencioso, se decide ir por el camino del mutuo acuerdo, se consigue agilizar mucho más el proceso y ahorrarse mucho sufrimiento y dinero.
El procedimiento de divorcio de mutuo acuerdo en España está regulado por el artículo 777 de la Ley de Enjuiciamiento Civil (LEC). Este artículo establece que las solicitudes de separación o divorcio presentadas consensuadamente por ambos cónyuges, o por uno con el consentimiento del otro, se tramitarán conforme a lo dispuesto en dicha normativa.
Según lo dispuesto en el artículo, no se requiere una causa específica para solicitar el divorcio de mutuo acuerdo, solo cumplir con el plazo mínimo de tres meses desde la celebración del matrimonio. El plazo puede ser menor en el caso de que exista una situación de riesgo, en la que habrá que proporcionar la documentación que lo justifique, como denuncias o informes médicos.
Además, el procedimiento estipula la elaboración de un Convenio Regulador, documento que debe ser presentado ante el Juzgado junto con la demanda de divorcio. Este convenio contempla aspectos como la guarda y custodia de los hijos, el régimen de visitas, la pensión alimenticia y la distribución de bienes comunes.
Las fases del divorcio de mutuo acuerdo
En la primera fase es la presentación de la demanda, en la que los cónyuges presentan conjuntamente o uno con el consentimiento del otro, una demanda de divorcio a través de un abogado. Este documento debe acompañarse de una propuesta de convenio regulador y otros documentos exigidos por la ley. El Juzgado competente se selecciona según el último domicilio conyugal o el domicilio de cualquiera de los cónyuges, siempre y cuando se adjunten pruebas de la competencia territorial, como un Certificado de Empadronamiento que incluye a los cónyuges. Por lo general, si algún hecho relevante no se sustenta con documentos, se proponen las pruebas necesarias para respaldarlo dentro de la misma demanda.
La segunda fase es una audiencia de los cónyuges y la ratificación de la demanda. Se realiza dentro de los tres días siguientes a la presentación de la demanda y los cónyuges deben ratificar individualmente su petición de divorcio. Si uno de los cónyuges no ratifica su deseo de divorciarse, el caso se archiva, terminando así el divorcio de mutuo acuerdo. El otro cónyuge puede entonces iniciar un proceso contencioso y en el caso de que ambos ratifiquen la demanda pero falta algún documento, se otorga un plazo de 10 días para completarlo, durante el cual se llevan a cabo las pruebas propuestas por los cónyuges y las que el juez considere necesarias.
La tercera fase implica el informe del Ministerio Fiscal, el cual analiza el convenio regulador especialmente en relación a los hijos. Este informe es fundamental para asegurar que los acuerdos propuestos protejan adecuadamente los intereses de los menores involucrados.
Finalmente llega la sentencia de divorcio. El juez dicta sentencia decretando el divorcio y se pronuncia sobre el convenio regulador. Si el convenio no es aprobado, los cónyuges tienen 10 días para presentar uno nuevo o modificar los puntos rechazados. Una vez cumplido este plazo y presentado el nuevo convenio o no presentándolo a tiempo, el magistrado dicta una resolución final, que debe inscribirse en el Registro Civil para tener efectos legales frente a terceros.
El divorcio express
Para algunos casos concretos existe otro tipo de divorcio que facilita mucho el proceso. Este es el divorcio express, que además de tener que ser de mutuo acuerdo, no debe haber hijos menores de por medio. En este caso solo se tarda de uno a tres meses.
Este tipo de separación puede realizarse ante un notario o un letrado de la Administración de Justicia del último domicilio común de la pareja o de uno de los cónyuges. Este método permite a las parejas agilizar su separación legal sin necesidad de acudir a un juicio contencioso.
Para comenzar el proceso, uno o ambos cónyuges deben presentar la documentación requerida ante el notario o letrado competente. La función de estos profesionales es verificar la legitimidad de los documentos y la voluntad de las partes, así como corroborar que el convenio regulador sea justo y no perjudique a ninguno de los cónyuges.
Tras analizar los documentos, el notario coordina una entrevista con la pareja, la cual debe estar acompañada de un abogado. En esta entrevista se formalizan las actuaciones y se elabora la escritura o el acta de divorcio, que constituye el documento legal que establece la separación y que debe ser firmado por ambos cónyuges y su abogado de familia.
El último trámite es la inscripción de la escritura de divorcio en el Registro Civil, tarea que también puede realizar el notario. Los efectos del divorcio express se producen a partir de la firma de este documento.